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La Guardia Civil encontró sangre de Santiago Mainar en el coche del alcalde de Fago

  • Los forenses aseguran que las cataratas de Mainar no le hubieran impedido disparar
  • El cuerpo de Grima presentaba 14 heridas "de un mismo disparo" de postas
  • La Guardia Civil encontró residuos de pólvora en las manos de Mainar
  • Dos agentes dicen que el lugar del crimen era "idóneo" y que fue estudiado
  • Es el tercer día del juicio contra Santiago Mainar, para el que piden 21 años

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En el juicio por el crimen de Fago declaran los forenses y los guardias civiles

Dos guardias civiles han relevado este lunes, en la tercera sesión de la vista oral que se sigue en la Audiencia de Huesca contra el ganadero y agente forestal, Santiago Mainar, por la muerte del alcalde de Fago, Miguel Grima, que había sangre del acusado en el interior del vehículo de la víctima.

En la zona del conductor del coche de Grima se hallaron restos de sangre de Mainar, así como restos genéticos de ambos.

Los agentes han declarado que, según el informe elaborado, "de la sangre detectada en la zona del conductor se obtiene un perfil genético de varón, coincidente con el de Santiago Mainar Sauras".

Además, entre esas conclusiones, figura también que "la sangre detectada en la zona del conductor y en restos orgánicos presentes en volante superior, palanca de cambios y freno de mano se obtiene mezcla de perfiles genéticos, únicamente compatibles los de Miguel Grima y Santiago Mainar".

Las pruebas del ADN perteneciente a Santiago Mainar encontradas en el coche de Grima son una de las pruebas incriminatorias importantes de la implicación del guarda forestal y ganadero, según sostienen las acusaciones.

El único imputado mantiene su inocencia y asegura que se "autoinculpó" tras llegar a un acuerdo con la Guardia Civil para que dejaran de presionar al resto de vecinos del pueblo, algo que han calificado de "falso" los agentes del Instituo Armado que investigaron el crimen.

El fiscal ha pedido para él 21 años de cárcel.

Las cataratas no le hubieran impedido disparar

Las cataratas que sufre Santiago Mainar, el único acusado del asesinato del alcalde de Fago, no le impedirían reconocer el coche, a la víctima y efectuar el disparo que le ocasionó la muerte en el acto el 12 de enero de 2007.

Los peritos han considerado que a pesar de las cataratas que sufre Santiago Mainar en el ojo izquierdo, en el que tiene una agudeza visual de 0,5, no tendría problema en conocer el vehículo del alcalde ni la fisionomía de la persona que bajó del coche por la noche, y tampoco encontraría dificultad en disparar la escopeta.

Los forenses han explicado que las personas con cataratas no ven las figuras bien definidas, ni con colores, y hay cierta descoordinación entre planos, "pero se ve", e incluso mejor por la noche, ya que la pupila está más dilatada y entra más luz, por lo que ven mejor.

El abogado de Mainar, para el que el fiscal pide 21 años por asesinato y tenencia ilícita de armas, ha basado la defensa en un problema ocular del acusado, que padece cataratas, entre otros argumentos.

Entre cinco y siete metros de distancia

Los peritos han coincidido en que el disparo se produjo a una distancia de entre cinco y siete metros. El cuerpo presentaba 14 heridas, nueve orificios de entra y cinco de salidas, todas ellas "de un mismo disparo" de postas, realizado supuestamente con una escopeta, que no ha sido encontrada.

Mainar asegura que la echó en el remolque de un camión con matrícula extranjera.

En su opinión, el arrastre del cadáver hasta la cuneta de la carretera de Majones a Fago, donde fue localizado el cuerpo al día siguiente, se hizo cogido por las muñecas, aunque también desde las axilas o brazos.

Muerte "inmediata"

Sobre las causas de la muerte de Grima, ambos han coincidido en que fueron las lesiones cardíacas las principales, ya que eran tan importantes como para que "el siguiente latido, si es que lo hubo, fuera sin sangre", y por ello han comentado que la muerte debió de ser "inmediata".

No obstante, han apuntado que el cuerpo tenía también lesiones en los pulmones, en el bazo, en el hígado y en el estómago, además de que encontraron un proyectil en el interior del cuerpo, de un centímetro.

Preguntados por las lesiones exteriores, han afirmado que el cráneo estaba intacto pero la cara y otras partes del cuerpo tenía erosiones superficiales provocadas por pequeños roces con ramas ligeramente puntiagudas o por el contacto con el asfalto, durante el arrastre del cadáver.

Lo que han dejado claro es que la víctima no pudo defenderse y que el arrastre se produjo después de la muerte, que justifican no sólo por las heridas superficiales, sino también por los hallazgos en la ropa y en los zapatos.

Mainar tenía residuos de haber disparado un arma

Por otra parte, otros dos agentes de la Benemérita que han declarado en el juicio, han ratificado un informe elaborado sobre residuos de disparo, en el que se concluye que "en las manos de Santiago Mainar se encontraron residuos de disparo".

Las partículas específicas son aquellas cuya generación sólo se produce en el disparo de un arma de fuego o en actividades relacionadas.

A la pregunta del fiscal sobre si esos residuos específicos pudieran derivarse de saludar a cazadores o de recoger cartuchos en otros lugares, tal y como argumentó Mainar, los agentes dijeron que "nosotros no podemos decir que una persona ha disparado un arma de fuego porque tenga residuos, podemos afirmar que esa persona ha estado relacionada con la detonación de un arma de fuego. La principal fuente es el disparo de un arma de fuego, pero hay otras, como manipular armas y es posible por contaminación de objetos".

Un lugar "idóneo" elegido previamente

El lugar donde se produjo el asesinato del alcalde de Fago, Miguel Grima, era el "idóneo" para una emboscada y necesitó de un estudio previo, según han indicado dos agentes de la Guardia Civil que han declarado este miércoles.

Entre las razones, han precisado, está que hay cobertura de móvil, la anchura de la carretera para maniobrar un vehículo, la capacidad de sorpresa, la cercanía de otros caminos, la visibilidad y la distancia del escondite a la calzada.

A preguntas de las partes, los agentes han coincidido en que la elección no fue casual y que el autor del crimen necesitó hacer un estudio de la carretera, donde Mainar, según la ausación, puso unas piedras para conseguir que Grima parara su vehículo y se bajara del mismo para retirarlas, a fin de poder dispararle.

Otros dos agentes de la Guardia Civil que participaron en la inspección ocular del vehículo de Miguel Grima han confirmado que del 15 al 17 de enero nadie tocó el coche, que fue descubierto a varios kilómetros del lugar del crimen, ya que en todo momento estuvo custodiado.

Un testigo dice que el asesino no era Mainar

El martes, en la segunda jornada del juicio, el médico Iñaki Bidegain declaró ante el tribunal que la persona que vio en el lugar del crimen, al parecer poco después de que se produjera la noche del 12 de enero de 2007, no era el guarda forestal Santiago Mainar.

Ha declarado el único testigo que vió al asesino de Miguel Grima. Ha dicho ante el Tribunal que no era Santiago Mainar el hombre que vio la noche del crimen.

El médico, que tiene una segunda residencia en Fago, admitió que "siempre es posible una distorsión", pero que la persona que vio esa noche, en la carretera que une Majones con Fago, en el coche de Miguel Grima no era el guarda forestal, y ha insistido en que su percepción entonces fue "clara y definida".

También prestó declaración la esposa del alcalde, Celia Estalrich, quien dijo que este médico era el que lideraba el grupo de enemigos que tenía su marido en el pueblo y que no sospechó nada de Santiago Mainar hasta que fue detenido.

Para esta mujer, que había mantenido un absoluto silencio hasta su declaración, reveló que hizo "todo lo posible" para que su marido dejara la alcaldía e irse a vivir a otro pueblo por los problemas que tenía con algunos de los vecinos desde que accedió al cargo tras ganar las elecciones de 2003 en la lista del PP.

En la segunda sesión los agentes de la Guardia Civil que investigaron el suceso aseguraron que "es falso" que se pactara con Mainar su autoinculpación, como dijo éste, y que su declaración fue seria y sincera, y bastante tranquila, según precisó un comandante.

En este juicio han sido citados a declarar 122 testigos en los ocho días que está previsto que dure la vista, hasta el próximo 25 de noviembre.