Enlaces accesibilidad

Alberto San Juan: "Voy encontrando mi lugar en el cine, ya estoy menos perdido"

  • El actor madrileño protagoniza La vergüenza, que cuenta con el apoyo de TVE
  • "Me resulta muy difícil el oficio de actor, y más en el cine", afirma
  • "A lo largo de mi vida he trabajado en cosas en las que no creía o no me interesaban"

Por
Actor Alberto San Juan smiles as he accepts his Best Actor award during the Spanish Film Academy "Goya" awards ceremony in Madrid
Alberto San Juan, en el momento de recibir el Goya al mejor actor por 'Bajo las estrellas'.

Tiene a sus espaldas una dilatada carrera como actor desde que, allá por 1995, empezara a actuar con un grupo de amigos en bares representado pequeños sketchs escritos por él, con los que acabaría fundando la exitosa compañía de teatro alternativo Animalario.

Para entonces ya estaba dejando su corta carrera como periodista -se licenció y llegó a ejercer durante dos años- para comenzar a estudiar Arte Dramático con la prestigiosa Cristina Rota. Ya está más que consagrado y ha ganado un Goya como mejor actor (Bajo las estrellas, 2007), además de numerosos premios en su faceta teatral.

Alberto San Juan (Madrid, 1968) protagoniza La vergüenza, la película triunfadora del Festival de Cine Español de Málaga que se estrena este jueves 30 de abril en las salas españolas. Un film que cuenta la historia de una pareja que decide devolver al niño que tenían en adopción.

Obligado por la promoción de la cinta, porque a San Juan -paradójicamente pese a llevar a un periodista en su interior- no le gustan demasiado las entrevistas con la prensa, el actor ha pasado por RTVE.es para hacer un encuentro digital con los usuarios y realizar una entrevista. No obstante, aunque arranca un poco seco, un par de sonrisas bastan para relajar el ambiente.

David Planell y Natalia Mateo sólo tienen palabras de elogio para usted

- Ha sido una experiencia muy buena. Creo que La vergüenza tiene un guión ejemplar, redondo. Tuvimos poco tiempo para ensayar y para rodar, ese fue el único problema, la verdad. Pero trabajar con ellos ha estado muy bien. David es un tipo con las ideas muy claras, muy inteligente.  Y Natalia es una actriz muy talentosa, muy generosa.

-¿Te gustaría hacer otro proyecto con ellos? 

- Sí, por supuesto.

- ¿Qué te atrajo del personaje de Pepe?

-Me parece una película muy trepidante. Sucede todo en una mañana, en un ambiente muy cotidiano, muy doméstico, pero está llena de pequeños sucesos que están todo el rato tapando algo que está debajo, que es una pareja a la que les ocurre una crisis que les obliga a cuestionarse en profundidad su relación y hasta qué punto están siendo honestos consigo mismos y con el otro. Pepe es un tipo que no para de hablar, no para de hacer cosas, no para de ironizar, todo menos hablar de lo que necesitarían, de lo que les está pasando.

- El personaje es, además, un alter ego de David Planell llevado al extremo. ¿Le ha infundido eso una mayor responsabilidad?

- No me lo planteé... Creo que Pepe es un tipo normal que podría ser David, ser yo o cualquiera, es un tipo muy verborreico, muy alterado, muy nervioso. Aparte de cómo se expresa o cómo se manifiesta, que es secundario, lo que tiene común a todos es esa necesidad de tapar y de no parar para no enfrentar sus miedos.

-Hace dos años ya protagonizó otra cinta que ganó el Festival de Málaga, Bajo las estrellas. ¿Puede ser un espaldarazo para la cinta en taquilla la Biznaga de Oro?

- Málaga es siempre un pequeño empujón. El hecho de ganar en Málaga supone que la gente se entere de que la película existe, pero eso no garantiza que luego vaya a verla. Pero, al menos, ya se sabe que existe esa película, lo cual está muy bien.

¿Sigues sin encontrar tu lugar en el cine?

- (Se sonríe). Bueno, me resulta muy difícil el oficio de actor y más en el cine. Voy encontrándolo más que antes, antes me sentía muy perdido y ahora menos. Voy tomando más conciencia y tratando de aprender de los errores.

Pasión por el teatro

- Siempre has confesado tu pasión por el teatro, ¿has conseguido ya que te dé el suficiente dinero para vivir de él o tienes que recurrir al cine para ello?

- No, no. Películas como La vergüenza, otra que rodé después, La isla interior,... todas la películas que he hecho en los últimos tres o cuatro años ha sido por verdadero interés en ellas. A lo largo de mi vida he trabajado en cosas en las que no creía o no me interesaban, por el dinero o porque..., yo que sé..., no me planteaba tanto la importancia de elegir, pero hoy en día sí que creo que es importante. Porque tienes que implicarte en aquello en lo que te metes y en lo que participes y tienes que intentar participar al cien por cien, por honestidad con el proyecto y con quien te lo propone y contigo mismo. Por eso intentó ser lo más selectivo posible, no selectivo, sino que cualquier cosa que haga de cine, televisión o teatro tiene que ser algo con lo que me pueda sentir identificado y en lo que pueda creer. Y La vergüenza era un caso así total. Leí el guión y desde la primera vez que lo leí creí absolutamente en esa historia, al margen de que luego salga mejor o peor.

- Hace unos años, con su compañía Animalario se marcaban como objetivo el tener una sala de teatro propia ¿Ya habéis descartado ese anhelo?

-Pues un poco. Porque sin sala propia, ya sólo el gestionar la compañía genera tanto trabajo, tanta dedicación... Para mí, para Andrés y para todos sería un sueño tener un espacio propio. Pero un sueño que nos podría costar la salud, porque supone mucho trabajo. Si de pronto nos lloviera una sala del cielo... Pero ahora mismo tenemos el deseo, pero no la capacidad de tener una sala propia.

- ¿Os ocupan más el tiempo los tejemanejes de la gestión de la compañía que la propia actuación?

- Lo que más nos ocupa realmente es hacer las obras, los montajes de teatro. Eso es lo que se lleva todo nuestro tiempo. Hay una estructura de producción pequeña, pero que hay que dedicarle tiempo. Hay dos personas que trabajan en eso, el productor, que es Joseba Gil, y Esther Fernández, que son los que llevan el trabajo, pero Andrés (Lima) y yo, que somos socios, también tenemos que estar muy presentes, y es un poco abrumador a veces, y agotador.

- Animalario siempre arrasa en los Premios Max. Ha logrado cuatro veces consecutivas el premio a la mejor productora privada, entre otros, además de reconocerse tu trabajo como autor teatral, como en la última edición con el premio a la mejor adaptación teatral por Argelino, servidor de dos amos. ¿Te sientes más cómodo escribiendo que actuando?

- Me da más miedo actuar, pero realmente creo que voy siendo actor poco a poco. Pero, aunque haya escrito, no me puedo considerar escritor, tendría que escribir mucho más para sentirlo así.  Pero, vamos, sí me gusta. Es demasiado describir, pero sí me gusta mucho y sí me siento muy bien cuando lo hago y ojalá lo hiciera más. Me gustaría realmente emplear el tiempo al 50 por ciento entre actuar y escribir.

- ¿Y no escribes más por falta de tiempo?

- No sé hacerlo y entonces necesito más tiempo para aprender e ir haciéndolo.

-¿Entra en tus planes volver a embarcarte en algún guión de cine, como el de Días de cine, que coescribiste con David Serrano?

- Me encantaría, pero para todo tienes que dedicarle tiempo. O tienes una idea muy clara y brillante, como tuvo David Planell en este caso, o sino tienes que dedicar un tiempo a ver de qué quieres hablar, cómo quieres hacerlo...

- O harían falta días de 48 horas...

- Exacto.

- ¿No te tienta ponerte detrás de la cámara como director?

- Me tentaría si pensase que podría hacerlo, pero no me veo con capacidad. Ojalá.

- ¿Lo crees muy difícil?

- Creo que sobre todo hay que tener un deseo y una voluntad muy claras de hacerlo y una energía bestial, y yo no me veo.

Shakespeare, precursor del gore

- El próximo proyecto de Animalario, que se estrena en Mérida, es 'Tito Andrónico. El banquete de la sangre', de William Shakespeare, con luchas violentas de poder en el seno de la familia. ¿Fue Shakespeare el precursor del 'gore'?

- (Risas) Es una obra maravillosa sobre la dificultad del ser humano para amar y su tendencia a la violencia en una sociedad que favorece la violencia y dificulta el amor. Sí, es una obra muy, muy violenta. Es la primera vez que hacemos Shakespeare y la verdad es que estamos felices de dar ese salto. Y ojalá sea la primera de muchas que hagamos de Shakespeare.

- Ahora están de gira con Urtain, donde interpretas algún papel de periodista. ¿Un poco la vuelta a los orígenes?

- (Risas) No, como casi siempre en Animalario interpretamos cada uno varios papeles, y lo de periodista es un ratito.

- ¿Te gustaría volver hacer algo en los medios de comunicación?- 

Hay dos géneros que me fascinan que son la entrevista y el reportaje y sí me encantaría. No me veo trabajando como periodista para hacer información diaria, pero colaborar de alguna manera escribiendo claro que me encantaría.

-¿Disfrutarás alguna vez en una entrevista?, aunque en una reciente, junto a tu padre -el viñetista Máximo- estabas un poco más relajado.

- Ese día estábamos mi padre y yo muy reviraos... No, a veces me gusta.

-¿Es una obligación del cargo?

(Risas) Está muy bien el sentarse a conversar, pero el exceso de visibilidad a mí no me convence.