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Condenan a tres años al periodista iraquí que lanzó los zapatos al ex presidente George W. Bush

Montazer al Zaidi lanz

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El Tribunal Central Criminal de Irak ha sentenciado a tres años de prisión al periodista iraquí Montazer al Zaidi por lanzar sus zapatos contra el presidente estadounidense George W. Bush, según el canal de televisión Al Bagdadia.

Al Zaidi lanzó sus dos zapatos a Bush en una rueda de prensa el pasado 14 de diciembre que el dirigente norteamericano ofrecía en Bagdad junto al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.

El tribunal ha aceptado el criterio de la defensa de que la acción del periodista no podía considerarse como un ataque a un jefe de Estado, sino como un ofensa, y si no hubiera sido así se arriesgaba a una pena máxima de 15 años de prisión.

Vengarse de EE.UU.

En la primera sesión de este juicio, que se llevó a cabo el 19 de febrero pasado, Montazer señaló que había decidido lanzar sus zapatos a Bush para vengar la "opresión de Estados Unidos en Irak" y protestar por la ocupación militar extranjera en este país.

"Sentí que la sangre de los inocentes corría debajo de mis pies cuando vi la sonrisa de Bush, que vino para despedirse de Irak en la última cena, tras dejar más de un millón de mártires, además de la destrucción económica y social del país", agregó el periodista en esa ocasión, según el relato de sus abogados.

Al Zaidi, de 27 años, trabaja para el canal de televisión vía satélite Al Bagdadia, cuya sede está en El Cairo.

El ahora condenado iba a alegar que quería ejercer su derecho a la "libertad de expresión" cuando lanzó sus zapatos al ex presidente Bush y lo llamó perro, dos de los insultos peor considerados en la cultura árabe.

El periodista, al que defienden en los tribunales prestigiosos abogados iraquíes, tiene derecho a apelar la sentencia, aunque este paso no ha sido anunciado aún por el equipo que le defiende.

Un zapatazo famoso en todo el mundo

Todo sucedió el 14 de diciembre de 2008, cuando el todavía presidente estadounidense, George W. Bush daba una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. Al Zaidi se levantó y le dijo a Bush "¡esto es un beso de despedida, perro!", al tiempo que lanzaba sus zapatos a Bush, que tuvo reflejos para esquivarlos.

Varios colegas que también seguían la rueda de prensa redujeron al periodista hasta la llegada de los servicios secretos, que lo detuvieron y lo entregaron a la policía.

Su hermano mayor indicó que Muntazer no tiene intención de "pedir perdón". Tras su arresto estalló la polémica sobre las supuestas torturas que habría sufrido en detención. El juez de instrucción, Dhiaa al Kenani, calificó las alegaciones de "mentiras".

Apoyo de sus compañeros

Varios periodistas iraquíes que han pedido el anonimato, han defendido que no tiene que ser castigado porque "no quería despedirse de Bush de una forma convencional, se lo dijo a su manera".

Otro reportero ha agregado que tiene "la impresión de que lo que hizo fue una especie de gesto patriótico, para paliar la tristeza de las viudas y los huérfanos (de los iraquíes muertos desde la invasión estadounidense de Irak en 2003)". "Al Zaidi es alguien tranquilo, respetuoso, educado y profesional. No merece ser condenado y no debería ser juzgado".