Obama califica de "vergonzosas" las bonificaciones cobradas por los ejecutivos de Wall Street
- En 2008 cobraron 18.400 millones de dólares en incentivos, como en 2004
- El presidente de EE.UU. afirma que es "el colmo de la irresponsabilidad"
- También se ha comprometido a aplicar con mayor transparencia los planes de ayuda
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha calificado de "vergonzosos" los bonos que recibieron los ejecutivos de Wall Street el año pasado, cuando el sistema financiero tuvo que recurrir a un masivo plan de rescate.
Tras reunirse con su secretario del Tesoro, Tim Geithner, en el Despacho Oval, Obama ha declarado que esos bonos ponen de manifiesto que, para resolver la actual crisis económica, "es necesario que Wall Street se imponga moderación, disciplina y un sentido de la responsabilidad".
El auditor del estado de Nueva York, Thomas Di Napoli, informó ayer de que, según los cálculos de su oficina, las compañías financieras en Wall Street desembolsaron 18.400 millones de dólares en bonificaciones a sus ejecutivos a lo largo de 2008. La cifra representa casi la mitad que en 2007, pero aún así equivale a la pagada en 2004 y representa la sexta mayor de la historia.
Irresponsabilidad empresarial
"Es el colmo de la irresponsabilidad. Es vergonzoso", ha comentado Obama, asegurando que Geithner transmitirá esas opiniones a los empresarios en sus reuniones con ellos. El mandatario ha añadido que hay momentos en los que es apropiado que los altos ejecutivos reciban bonificaciones, pero "ahora no es el momento".
"El pueblo estadounidense entiende que estamos en un agujero del que tenemos que salir, pero no le gusta la idea de que la gente esté haciendo el agujero aún más grande mientras les piden a ellos que lo llenen", ha advirtido el presidente, visiblemente molesto.
"Todos nosotros vamos a tener responsabilidades para conseguir que esta economía se ponga de nuevo en marcha", ha subrayado Obama, quien el miércoles se reunió con un grupo de empresarios estadounidenses a los que indicó que el Gobierno haría un esfuerzo para dar un impulso a la economía, pero subrayó que el sector privado también debía asumir su parte.
En octubre pasado, el Congreso aprobó un plan de rescate para el sistema financiero dotado con 700.000 millones de dólares, de los que se ha desembolsado ya la mitad. El objetivo del plan era estabilizar el sistema bancario, de modo que las entidades financieras volvieran a conceder créditos, aunque este último extremo no se ha conseguido.
Obama ha prometido que la segunda mitad del plan se desembolsará con una mayor transparencia y pondrá el énfasis en las ayudas a los propietarios de viviendas, ante el desplome del sector inmobiliario que vive el país.