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Obama ya trabaja en una política medioambiental más restrictiva que la de Bush

  • Revisará el derecho de California para restringir la emisión de gases
  • Aprobará una normativa sobre la eficiencia del combustible en los vehículos

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El presidente de los EEUU, Barack Obama, comenzará este lunes a revertir la política medioambiental del ex presidente George W. Bush a través de la adopción de una serie de medidas que limiten las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles y estableciendo una serie de normas sobre la eficiencia del combustible para 2011.

Un funcionario de la Casa Blanca ha explicado este domingo que Obama se dirigirá este lunes a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para reconsiderar una solicitud del estado California en la que establece sus propios límites en la emisión de gases de los automóviles. 

Otro funcionario familiarizado con el cambio de política del nuevo presidente ha dicho que Obama daría instrucciones a la EPA para que apruebe la renuncia de California y pueda establacer sus límites. 

California ha pedido la revisión de su demanda con la llegada de Obama al poder, pues el jefe de la EPA durante el mandato Bush, Stephen Johnson, denegó a este estado la solicitud para permitir a las autoridades federales imponer nuevos límites en las emisiones de dióxido de carbono de los automóviles.

En una carta dirigida a Obama, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, pidió al presidente "dirigirse a la Agencia de Protección Ambiental estadounidense para actuar con prontitud".

Obama, por otro lado, también se dirigirá al Departamento de Transportes para cerrar en marzo una normativa sobre la eficiencia del combustible en los vehículos, que está prevista que entre en vigor en 2011.

El nuevo presidente prometió durante su campaña tomar medidas energéticas para luchar contra el calentamiento global y reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Poco después de su victoria en las elecciones del 4 de noviembre, Obama reiteró el compromiso firme de los Estados Unidos para llegar a un acuerdo global y limitar las emisiones de gases establecidas en el Protocolo de Kyoto.