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Gallardón estudia las "posibilidades" de recurrir la Ley de Cajas de Aguirre

  • La normativa restará poder al Ayuntamiento en Caja Madrid y garantiza la reelección de Blesa
  • Para Ruiz-Gallardón "no es positiva para la ciudad", porque "discrimina" a los madrileños

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El enésimo enfrentamiento entre Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre está servido. El alcalde de Madrid ha anunciado que su equipo estudiará "las posibilidades que en derecho tenemos" contra la nueva Ley de Cajas de la Comunidad de Madrid que se aprobará este lunes.

La normativa restará poder al Consistorio madrileño al limitar a un máximo de un 30% la representación por corporación municipal en los órganos de la entidad. El ayuntamiento de Madrid tiene en la actualidad un 70% de representación. Además, el Ejecutivo de Aguirre se reservará la reelección de Miguel Blesa como presidente.

Aunque el alcalde de Madrid se ha mostrado seguro de que la ley no afectará a las próximas elecciones de Caja Madrid, ha expresado su disconformidad:  "No es positiva para la ciudad de Madrid, porque establece una discriminación para los madrileños", ha dicho Gallardón en una rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.

El primer edil ha descartado que la reforma se haga en contra suya: "En contra nuestra no se hace. Se hará en todo caso en contra de nuestros sucesores, porque esta modificación será aplicable no en este proceso electoral, que ya está iniciado, sino en el que se realice en Caja Madrid dentro de seis años", ha asegurado Gallardón. Sin embargo, el Gobierno regional afirma que sí afectará a los próximos comicios.

De todas formas, Gallardón ha dejado claro que el Ayuntamiento no está conforme con la nueva ley, porque "dentro de seis años tendremos menos representación de la que vamos a tener ahora" y ha dicho que el hecho de que falten seis años "no excluye mi obligación como alcalde de defender los intereses de los madrileños".

Este no es el primer conflicto reciente entre el alcalde y la presidenta de Madrid. En septiembre, el anuncio de Esperanza Aguirre de un plan para privatizar el Canal de Isabel II provocó el rechazo de Gallardón.