Enlaces accesibilidad

Nacen 246 tortugas bobas en el Parque Natural del Cabo de Gata

  • Es un proyecto es del CSIC y está financiado por la Junta de Andalucía y el gobierno de Canarías
  • Forman parte de una partida de 1.400 huevos repartidos entre las Canarias y Andalucía
  • Provienen de Cabo Verde, donde reside la tercera población más importante del mundo

Por

Las 246 crías de 'tortuga boba' (Caretta Caretta) pertenecen a un grupo de 1.400 huevos procedentes de las islas de Cabo Verde. 

De éstos, 250 huevos fueron depositados en nidos habilitados por los científicos en las playas vírgenes del Cabo de Gata y  tras el periodo de incubación, eclosionaron un total de 247 huevos, logrando sobrevivir 246 crías. 

Las crías ya han sido trasladadas al centro 'El Toruño' del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de la Junta de Andalucía, en el Puerto de Santa María (Cádiz). En este centro serán criadas durante sus primeros meses de vida, donde también serán estudiadas y catalogadas.

Para el investigador del CSIC Juan Patiño es un gran éxito porque, "en condiciones normales, suele eclosionar el 80% de los huevos que se incuban. Y la alta tasa de supervivencia lograda en esta campaña avala la eficiencia de las técnicas empleadas tanto en la recolección y transporte de los huevos como en su incubación en las playas del Cabo de Gata, y nos anima a proseguir con el proyecto" 

Proyecto de reintroducción de una especie amenzada 

Este proyecto del CSIC se engloba en los trabajos para determinar la viabilidad de la reintroducción de esta especie de reptiles, amenzada de extinción en todo el planeta, en las costas españolas.

Para ello científicos del CSIC se desplazaron a las Islas de Cabo Verde, que es donde se encuentra la tercera población más importante del mundo de esta tortuga. Desde allí trasladaron los 1400 huevos de 'tortuga boba' que forman parte de este proyecto a tierras españolas el pasado 8 de septiembre. 

1000 fueron enviados a las Islas Canarias y 400 a Andalucía, 250 de los cuales son los que han eclosionado, quedando el resto de los huevos en incubadoras de las instalaciones de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en Sevilla.

El proyecto cuenta con la financiación de la Consejería de Medioambiente de la Junta de Andalucía y la Consejería de Medio Ambiente de Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias.