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'Miradas Desobedientes', el cuarto documental de la serie '50 años del gran cambio'

  • Historias familiares de descendientes de los vencedores de la guerra civil que alzan la voz por la verdad y la justicia
  • Anna, Loreto o Tomás, comprometidos con la memoria, denuncian a sus antepasados por ser represores franquistas
50 años del gran cambio - Miradas desobedientes
ANNA SOLANA

Los Desobedientes miran al pasado y hacen memoria con su testimonio de verdad, de reparación. La vergüenza les espolea a hablar de quienes, con su apellido, cometieron actos contrarios a los Derechos Humanos. Han pasado casi 90 años desde el golpe de Estado militar que terminó con la II República y provocó la guerra civil, 40 años de dictadura y represión y los últimos 50 años de transición y democracia.

Pero, en casi un siglo, en España no se han tratado y curado muchas heridas. Es una larga historia de víctimas y victimarios, en cada pueblo y ciudad, en todo tipo de familias. Y los silencios, mentiras o medias verdades han definido muchas relaciones familiares y, socialmente, han contribuido a la impunidad de los represores. En el ámbito judicial, la ley de Amnistía de 1977 abrió las cárceles para los represaliados políticos, pero cerró el paso a la rendición de cuentas de la dictadura.

A estas alturas, la mayoría de los responsables de la represión franquista ya han fallecido. Pero los hechos siguen ahí. Como dice el historiador Jesús Izquierdo,” las víctimas, para ser víctimas, tienen verdugos” y esa cuestión, aparentemente lógica y sencilla, no ha sido realmente afrontada en España.

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Hablan los familiares de los verdugos

Por todo ello, desobedecer para hablar abiertamente de quienes fueron los verdugos de tanta represión, ha sido una actitud casi inexistente. Y menos por parte de sus familiares. Es el caso de Anna Velasco, Loreto Urraca y Tomás Gil en España, que dan su testimonio directo y valiente sobre sus abuelos y su padre. Desde 2022, este pequeño grupo de españoles, siguen los pasos de Historias Desobedientes de Argentina y América Latina, liderados por mujeres como Analía Kalinec, hija de un genocida que cumple condena y que ya se ha extendido a muchos otros países latinoamericanos y de Europa. Analía explica su historia personal y la del movimiento, que cofundó en 2017.

La valentía y las profundas convicciones democráticas de estos desobedientes son indiscutibles. De sus historias, destaca la búsqueda de la verdad, por cruda que sea, de lo que hicieron sus antepasados. Por eso han investigado para tener un relato fiable. “Mi abuelo Pedro Urraca, cuenta Loreto Urraca, era un policía franquista que durante la II Guerra Mundial, en París, colabora muy estrechamente con la Gestapo para conseguir detener a dirigentes republicanos, como el president de la Generalitat de Cataluña Lluís Companys, traerlos a España y, desgraciadamente, que les fusilen". Loreto Urraca, filóloga, se enteró de quién era realmente su abuelo a los 25 años, por un artículo en la prensa.

Con los años, Loreto ha podido pedir perdón a la sobrina-nieta de Companys. Ella es la impulsora del movimiento en España y quien define aquello que les une: “Cuando descubrimos que tenemos en la familia un pariente que ha sido un victimario y que estamos totalmente en contra y rechazamos realmente lo que han hecho, lo primero que sentimos es una inmensa vergüenza. Yo creo que a lo primero que desobedecemos esa tradición judeocristiana de que los hijos heredarán la culpa de los padres y nos rebelamos contra eso”.

Otro testimonio impactante es el de la profesora de instituto Anna Velasco, cuyo abuelo, Luís Velasco, asesinó a muchos cordobeses durante los años de la guerra, cuando en Córdoba capital tomaron el mando falangistas y militares desde el día del golpe de estado, el 18 de julio. Anna había sabido de sus tropelías por conversaciones a media voz en la familia. En este documental, acompañamos a Anna hasta Córdoba para reafirmar con datos, históricos y personales, quién fue y que hizo el falangista Luís Velasco. El historiador cordobés Francisco Moreno le cuenta: “La saña contra la gente de izquierdas, contra el socialista, fue tan neurótica, que Luis Velasco hizo fusilar a su propia cuñada, tu tía, Pilar Barrena”.

Anna no puede más que expresar su dolor por la crueldad de ese abuelo “simpático y distante” al que ella recuerda de su infancia en Barcelona, donde se estableció la familia en los años 40. Anna siente que se lo debe a sus víctimas: “Estamos obligados a desobedecer este camino familiar, precisamente porque es un camino de maldad, fuera de todo sentido común, de la verdad, la ética y la moral”.

Rupturas con el ámbito familiar por el pasado franquista

Como explican los sociólogos, los historiadores y los psicólogos, es común en todos los países donde ha habido episodios de violencia política que sea la tercera generación la que levanta la voz para hablar de los traumas familiares y sociales. Es el caso del grupo español de desobedientes, cuyo activismo público se enfoca a contribuir al relato veraz y reparador para con las asociaciones de víctimas. Pero Tomás Gil, expolicía y profesor universitario, al que denuncia por sus actividades represivas, es a su padre, Tomás Gil Mesa. Fue el comisario que en los años 70 dirigía la terrorífica Brigada Político Social en Barcelona.

Según Tomás: "El tema de mi padre, de quién era, de a qué dedicó su actividad profesional, que fue la represión política, pues ha provocado, la postura mía de reconocimiento y condena, una ruptura con el ámbito familiar. Según Tomás, su padre fue responsable, por ejemplo, en el amaño de pruebas que acabaron con la condena a muerte de Salvador Puig Antich, un joven anarquista de 27 años, asesinado a garrote vil en 1974. Tomás ha pedido perdón a las hermanas de Salvador, y así lo muestra el documental.

Reunión del colectivo HHDD

Reunión del colectivo HHDD RTVE

Otro testimonio interesante es el de Elena, nieta del falangista Manuel Hedilla, que fue jefe nacional de Falange tras la muerte de José Antonio Primo de Rivera. La suya es una búsqueda de información veraz y personal sobre su abuelo, un personaje muy mitificado en lo público y muy oscuro en lo privado: ”Me inquietaban muchas cosas, preguntas muy sencillas como, pero ¿era un hombre bueno o no? Humanamente, desde luego para mí, pues dejaba mucho que desear, le veía como alguien frío, cruel. Alguien obsesionado en su proyección histórica, con Franco hasta su muerte, parecía que las personas que estaban a su alrededor no jugaban ningún papel”. Elena ha contado con la complicidad del historiador experto en falangística Joan M. Thomàs para resolver algunas de sus preguntas.

Junto a las aportaciones de los historiadores, destaca el testimonio del magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín, con apuntes personales y con su criterio profesional respecto a la impunidad legal vigente y también del presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Emilio Silva, con quien visitamos el cementerio de Mingorrubio, donde está enterrado Franco y muchas sagas de la dictadura. Un terapeuta especialista en traumas, Mario Salvador, analiza el impacto psicológico de la historia en nuestras vidas.

'Miradas Desobedientes', original de RTVE

Con sus miradas desobedientes a nuestra historia reciente, los testimonios superan su vergüenza por esos familiares que han manchado su apellido con la maldad y la violencia política. Y sobre todo, demuestran empatía con las víctimas de la represión de la dictadura franquista. Porque la memoria no pide venganza, pide verdad.

'Miradas Desobedientes' es una producción original de RTVE. Dirección, Anna Solana, Realización, Julio de la Parra, Producción, Mónica Abad. Rodada en Córdoba, Barcelona, Alicante, Madrid y Buenos Aires.