Carlos Areces o cómo ser Franco cinco veces: "Para interpretarlo no puedes imitarlo porque parece una caricatura"
- El actor ha dado vida al dictador en dos películas, una tv movie, un cortometraje y un sketch televisivo
- "No creo que la juventud sepa lo que es ser franquista", opina
A Carlos Areces le detuvo un día un hombre por la calle, que no sabía que era actor, solo para comunicarle que se parecía mucho a Francisco Franco. “Se lo digo para que vaya usted a la tele, porque vale para interpretarlo”, le aconsejó. Una buena recomendación, aunque ya innecesaria: para entonces Areces ya había interpretado al dictador en cinco papeles distintos y prácticamente en todos los géneros posibles. “Mal que me pese, cuando estoy entrado en kilos y me dejo bigote, lo cierto es que lo opuesto no soy”, reconoce el actor.
¿Hacen falta más datos? Cuando Fernando Trueba rodó La reina de España contó con Areces como el dictador para la escena final, pero no consideró necesario que los carteles e imágenes de Franco que hay en la película fuesen las del actor caracterizado: las imágenes reales le parecieron indistinguibles. ¿Otra más? Hace años Areces utilizó como imagen de perfil en whatsapp una fotografía suya caracterizado como Franco de la miniserie de TVE Tarancón, el quinto mandamiento. “Había gente que no se daba cuenta de que era yo y daba lugar a malentendidos inquietantes, pensaban que era un nostálgico, y opté por quitarla” recuerda.
Todo empezó como una broma: en 2009, Álex de la Iglesia hizo un vídeo de humor para el programa televisivo de Andreu Buenafuente en el que el director, durante sus vacaciones en China, especulaba con la idea de que Franco estaba vivo en el país asiático, hasta que finalmente lo encontraba como artista de variedades y Areces, con traje de general, cantaba y bailaba “Mein herr”, tema del musical Cabaret. "Se trataba solo de vestirse de Franco y hacer un playback, una chanza, pero fue la primera piedra sobre la que construí mi imperio de Franco", bromea.
Carlos Areces, en una imagen del cortometraje 'El bikini'.
Algo activaría en los directores de castings. En 2010, en Tarancón, el quinto mandamiento, participó en una breve intervención con la que empezó a comprender algo más doloroso que parecerse al caudillo. “Es que me llaman para hacer de Franco cuando ya tenía 50 o 60 años. Y ahí estoy yo, con 30 años, haciendo de un señor que me saca 30 años con el maquillaje justo”, dice entre risas.
"Con Antonio Hernández, director de Tarancón, se trataba de captar la esencia de un dictador, la altivez, la soberbia, no queríamos la caricatura. Se trataba de dar miedo", dice. Porque, argumenta, el peligro de dar vida a Franco es deslizarse hacia la caricatura. "Tenía esa voz tan nasal, tan peculiar, que cuando tratas de parecerte demasiado a él haciendo una imitación chirría bastante, sobre todo en el tono dramático, porque parece una caricatura".
La reflexión le lleva a analizar a los 'otros Francos' del cine. "Hay una amplísima variedad de registros. Desde la parodia más descarnada y más sangrante, que es Ramon Fontserè en ¡Buen viaje, excelencia!., a alguna parodia más amable sin dejar la caricatura extrema como Juan Echanove en Madregilda; pasando por Juan Diego en Dragon Rapide, que deliberadamente no hace absolutamente nada, si ves sus escenas sin saber quién es, no identificas a Franco".
Ramon Fontseré en '¡Buen viaje, excelencia!'
En 2011, Areces no hizo técnicamente de Franco sino de actor porno que hacía el rol del dictador en No lo llames amor… llámalo X, comedia sobre el rodaje de una película porno llamada 'El Alzamiento Nacional'. Y, en 2014, el cortometraje El bikini recreó la reunión en 1953 del alcalde de Benidorm con Franco, y Carmen Polo, para lograr el beneplácito del uso de la prenda del baño.
Fernando Trueba volvió a servirse de Areces para el clímax de La reina de España, continuación de La niña de tus ojos, en la que Franco visitaba el rodaje de una película y en la que Trueba puso en boca del mismísimo generalísimo un diálogo para quienes desprecian al cine español solo por ser español: Defender el cine español también es defender España. Según contaba el director en una entrevista con RTVE Noticias: “Es una frase que estoy seguro que él suscribiría”.
Areces desarrolla: "Cada cual disfruta el cine que más le gusta y ahí tengo poco que decir, lo que pasa es que cuando se carga contra el cine español con tantos adjetivos está claro que no se juzga el cine, sino a una industria que consideran que mayoritariamente tiene un sesgo político contrario al suyo. Y eso es muy limitador".
Recela, o al menos le cuesta entender, las encuestas que apuntan a un revival franquista en la juventud. "Necesito que alguien me explique esas encuestas porque no termino de creerlas. Las generaciones se mueven por impulsos contrarios, pero no sé. No creo que la juventud sepa lo que es ser franquista", opina. "También te digo que desde la izquierda a veces hemos sido muy plastas. Para mí, Franco está muerto y enterrado. Y me parece que deberíamos avanzar".
Dice que, de momento, no ha rechazado ningún papel de Franco y que, "pese a que la oferta ha descendido" no le importaría volver a meterse en su piel. "Desde aquí hago un llamamiento para decir que sigo dispuesto y me sigo ofreciendo para interpretar a Franco todas las veces que sean necesarias".