Araújo, de '9' improvisado, salva el resbalón del Barça antes del clásico
- El Barça mantiene el pulso por el liderato con un gol 'in extremis' de un '9' improvisado
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A veces el fútbol es tan sencillo como colocar a un jugador portentoso, capaz de comerse a tres defensas y, si puede ser, con un pasado como '9'. Ronald Araújo fue el delantero centro que el FC Barcelona necesitó para abonarse a la épica y salvar tres puntos que parecían perdidos en casa antes del determinante clásico de la semana que viene. Que el uruguayo jugase los últimos minutos como '9' fue la última decisión que tomó un Flick que terminó expulsado y no estará en el banquillo ante el Real Madrid. Nunca es buen momento para un resbalón de esos que te dejan sonrojado, empapado y dolorido. Tres adjetivos que rozó el Barça en su partido ante el Girona.
Hubo plante de los jugadores de Michel, como ya habían avisado, durante los primeros 15 segundos en protesta por el Barcelona-Villarreal que se va a jugar en Miami, como ya pasó también este viernes en el Oviedo-Espanyol y como se espera que ocurra en todos los encuentros ligueros de esta jornada. Pero con una particularidad: la inacción también de los jugadores del Barça, directamente implicados en la huelga.
Con el balón ya en juego empezó la magia. El Barça movía el balón de un lado a otro como un limpiaparabrisas, buscando hacer un agujero en el muro gironí. Koundé apeló al ‘jogo bonito’ con una jugada medio salvar la posesión, medio zafarse de los defensas. El balón terminó en un Pedri poseído por el espíritu de Leo Messi para hacer del área del Girona el salón de su casa, dar seis toques y cruzarla al otro palo como en un partidillo de entrenamiento. Un golazo con la tranquilidad del que se da un paseo por el campo.
Ahora, todo lo que no se había visto del Girona explotó tras el tanto azulgrana. De un córner que se iba fuera y mientras el Barça iba montando la contra, Arnau le ganó el duelo aéreo a Lamine para asistir a la obra de arte de Witsel, que no tenía otra que optar al golazo. La enganchó de chilena e hizo su inolvidable primer gol con la camiseta gironí. Podría ser el gol de la temporada.
Estampida gironí
Al Barça le empezó a temblar el pulso. Las pérdidas se sucedían y provocaban las sucesivas estampidas del Girona pero ni Vanat, que se topó con un manoplazo de Szczesny, ni Portu, que la mandó al palo, ni Bryan Gil, que la regaló a las nubes, deshicieron el empate. Un runrún empezó a extenderse en la grada de Montjuic con algunos pitidos al Barça que se apaciguaron cuando la lluvia empezó a arreciar.
Los azulgrana también se quedó con el molde en la aventura de Cubarsí como rompelíneas para dársela a un De Jong al que le faltó sangre a la hora de rematar; toda la que le sobra a un Rashford que ‘le hizo un boquete’ al larguero tras un disparo de falta. El inglés, cuando dudaba disparaba antes de preguntar.
A Toni Fernández el pasaron factura los nervios del debut y fue sustituido por Fermín, que parece tener siempre activado el modo reivindicación. La primera que tuvo, la probó con un disparo fuerte rozando el palo; la segunda, también la lanzó contra el poste. Asumió la banda y le dejó la posición de ‘9’ a Rashford, como en sus tiempos en el Manchester United.
Roony asumió los galones de un Lamine Yamal al que le tocó ser dosificado pensando en el clásico. El sueco ya va cogiendo cosas del talento español, que le emuló con uno de sus clásicos pases con el exterior para que Rashford hiciese lo más difícil de cara a puerta: fallarla.
El Barça pecó de desperdiciar demasiadas ocasiones falto de rabia para lamentarse y pensando constantemente en la siguiente mientras al Girona que se le iba acabando el gas. Se quejaron los de Flick también de un manotazo a Rashford en un mano a mano del inglés que Gil Manzano no consideró suficiente para ser pitado como penalti.
Araújo clama al cielo tras la expulsión de Flick
Los más y los menos del árbitro con el alemán siguieron cuando Flick protestó los cuatro minutos de añadido y Gil Manzano le terminó sacando dos amarillas en tiempo récord que harán que el técnico azulgrana no esté en el partido ante el Real Madrid. Su última acción, colocar a Araújo de '9' para que lo rematase absolutamente todo, a la desesperada.
Y es que el que tuvo retuvo y, en ocasiones, es tan fácil como optar al balón llovido para que tu jugador más tosco y enorme remate como pueda. Lo intentó de todas las maneras el uruguayo, zafándose de los defensas, hasta que encontró un pase de De Jong en el 93' para empujarla con toda la fe del mundo al más puro estilo delantero centro y con una remontada que puede decidir el liderato en el clásico ante el Real Madrid.