Los gestos que intentan romper el silencio del deporte ante el sufrimiento de los palestinos
- Aficionados y activistas protestan contra la participación de Israel en algunas competiciones
- En la Supercopa de Europa, la UEFA dio una muestra de preocupación por la escalada del conflicto
El mundo del deporte da en general la espalda a Palestina mientras Israel participa con relativa normalidad en las competiciones europeas. Pero poco a poco, cada vez se ven más gestos de protesta.
En España, uno de los mejores ejemplos de esta situación es lo que ocurre en la Euroliga de baloncesto, el deporte de equipo en el que Israel es más fuerte. Cuando empezaron a multiplicarse las denuncias de crímenes de guerra en Gaza después de los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, se produjeron protestas cada vez que el Maccabi de Tel Aviv visitaba las canchas de los equipos españoles. Fue masiva la acción en Vitoria en febrero de 2024, con miles de aficionados mostrando banderas palestinas en el partido del Baskonia ante el representante israelí.
Por cuestiones de seguridad, Maccabi jugó sus partidos tanto esa temporada como la siguiente en Belgrado en vez de en Tel Aviv, mientras en sus desplazamientos se sucedían algunas protestas dentro y fuera de los pabellones.
Al contrario que en el mundo de la cultura, donde por ejemplo se abrió un cierto debate sobre la participación de Israel en Eurovisión, en ciertas esferas deportivas apenas ha habido discusión para situaciones como la de la próxima Euroliga, en la que va a jugar otro equipo de ese país, el Hapoel Tel Aviv, tras lograr su billete como campeón de la Eurocup. (Y ello mientras la organizadora de la competición, Euroleague Commercial Assets, mantiene suspendida la licencia del CSKA Moscú por la invasión rusa a Ucrania).
La marca de Israel en el pelotón
Otro caso a reseñar es del ciclismo, uno de los deportes donde el patrocinio ocupa un lugar más fundamental. Y aquí se da la circunstancia de que en el pelotón masculino uno de equipos que tiene derecho a correr las pruebas de la máxima categoría es el Israel-Premier Tech.
Para el movimiento Boicot, Sanciones y Desinversiones (BDS), esa participación forma parte del "lavado de imagen" del estado israelí. Y para rechazar su presencia, activistas y aficionados han ondeado banderas palestinas en todas las carreras en las que el conjunto israelí ha tomado parte en territorio español. El equipo no estuvo en la última Itzulia, pero sí en la Clásica de San Sebastián, donde los ciclistas afrontaron la tradicional llegada al bulevar flanqueados por decenas de esas enseñas, algo similar a lo sucedido en la pasada Vuelta a España a pesar de que algunos ciudadanos denunciaron que la policía intentó disuadirles.
Libertad de expresión
Aunque si en un sitio ha sido problemático expresar el apoyo a Palestina este ha sido en los estadios de la Liga, la competición con más seguimiento en España. Algunos grupos de aficionados han dado visibilidad a esa causa, en particular los de Rayo Vallecano. Mientras, en Ipurúa, la Ertzaintza y la seguridad privada del Eibar expulsaron a un aficionado por negarse a guardar una bandera palestina.
Aministía Internacional reaccionó publicando un análisis legal del caso: "El derecho a la libertad de expresión no es absoluto y debe tener límites y restricciones. Pero para ello, deben darse una serie de situaciones. Por ejemplo, que se demuestre que esta medida es necesaria y proporcionada para proteger intereses públicos especificados o los derechos o la reputación de otras personas o que sea necesaria para la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas. En el caso de las banderas palestinas (o israelíes), no se dan estas circunstancias".
"Evidentemente, ante las atrocidades cometidas por Hamás, y el bloqueo y los bombardeos en Gaza por Israel, el derecho a exigir pacífica y públicamente el respeto de los derechos de la población civil debe ser protegido, incluyendo las muestras de apoyo a los derechos de la población palestina (e israelí)", concluyó la organización hace ya casi dos años, mucho antes de que empezara a hablar de genocidio.
La viralidad de Salah y la pancarta de la UEFA
El eco en el deporte lo tienen más que nadie sus protagonistas, lógicamente. Y un mensaje del capitán del Liverpool Mohamed Salah ha tenido un alcance sensacional. El pasado fin de semana la UEFA publicó en X un tributo a Suleiman al-Obeid, el Pelé palestino. En su escueto mensaje, la institución reconocía a "un talento que dio esperanza a innumerables niños, incluso en los momentos más difíciles", sin referirse a que el futbolista murió tiroteado por fuerzas israelíes en una cola del hambre en Gaza, tal y como denunció la federación palestina.
Salah respondió en X a esa publicación de la confederación europea con esta simple pregunta: "¿Podéis decirnos cómo murió, dónde y por qué?". El tuit superó pronto los cien millones de visualizaciones.
Casualidad o no, solo cuatro días después, en el primer partido importante de la temporada futbolística en Europa, la UEFA expresó su preocupación y hastío por la escalada del conflicto. Sin ninguna alusión explícita a Israel, en los prolegómenos de la final de la Supercopa entre el PSG y el Tottenham disputada este miércoles en Udine (Italia) un grupo de nueve niños refugiados de distintos países --pero con protagonismo para dos gazatíes--, extendieron dos grandes pancartas sobre el césped en las que se podía leer: "Dejad de matar niños. Dejad de matar civiles".