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Maddli: la mascota de la Eurocopa 2025 que rinde homenaje a Mado Boll, la primera futbolista suiza

  • Con apenas 12 años fue sancionada por el simple hecho de jugar al fútbol con chicos
  • Este miércoles a las 21h, España-Alemania, semifinales de la Eurocopa, en La 1 y RTVE Play
Maddli, una mascota que refleja la historia y el esfuerzo de la pionera del fútbol suizo, Mado Boll
DIEGO TOMÉ (Enviado especial a la Eurocopa 2025)

Imagina pensar en tu primer recuerdo con el fútbol femenino como telón de fondo. En el caso de España aparecen nombres como los de Vero Boquete, anteriormente Ángeles Parejo y los más veteranos del lugar recordarán las andanzas de Conchi "Amancio", en una época en la que aquel mote tenía un componente más burlesco que de apuesta real porque las mujeres jugasen al fútbol.

Pero mucho antes de que todas ellas golpearan un balón, y cuando parecía impensable que una mujer pudiese dedicarse profesionalmente al fútbol, emergió una joven suiza de nombre Madeleine y apellido Boll.

Pocos conocerán su historia y mucho menos su nombre, pero si hablamos de 'Maddli', muchos reconocerán por ese apodo a la mascota oficial de la Eurocopa femenina 2025.

Lo cierto es que 'Maddli', más allá de ser una mascota basada en un San Bernardo, uno de los animales que mejor simboliza el territorio helvético, es también el apodo de esa tal Madeleine Boll, una pionera no solo dentro de Suiza, sino en el fútbol mundial.

De quitarle la licencia a triunfar en Italia

Uno de los momentos más complicados para Mado Boll llegó en 1965, cuando con apenas 12 años, la jugadora nacida en Granges vio cómo la Federación Suiza suspendía su licencia.

El revuelo nació tras un torneo de categorías inferiores a nivel internacional. En los medios de la época se empezó a hablar de "un tal Mado Boll", joven promesa del Sion, que había sido clave para vencer al Galatasaray turco en aquel campeonato.

El eco de la prensa suiza provocó que la historia llegase a oídos de la Federación Suiza de fútbol. Y en ese momento surgió el problema para la joven Madeleine Boll.

La Federación, por aquel entonces, prohibía a las mujeres tener una licencia para jugar al fútbol, por lo que al ver que en realidad Boll no era un hombre, decidieron revocar de forma inmediata la licencia con la que contaba la jugadora del Sion, por entonces en edad infantil.

No obstante, aquella licencia errónea creó un clima de debate en Suiza que sesenta años después ha permitido que la Eurocopa femenina aterrice en el país helvético. En lo que a Boll respecta, y pese a la mala noticia del momento, aquella licencia le abrió las puertas para dedicarse al mundo del fútbol.

Una estrella en Italia

Cinco años tuvieron que pasar hasta que Mado Boll, con apenas 17 años recién cumplidos, hiciese las maletas y pusiera rumbo a Italia en busca de poder dedicarse a su pasión, el balompié.

Si bien debido a la idiosincrasia de la época, por razones obvias, el fútbol femenino era un espacio residual dentro del deporte, lo cierto es que en Italia desde inicio de los años 60 se organizaban partidos y desde el 68 había una liga federada. Y allí fue a parar Boll.

Primero llegando al Gommagomma milanés y posteriormente recalando en la Juventus. Con ambos equipos logró el título liguero la estrella suiza, al tiempo que se hacía un nombre a nivel europeo.

Precisamente el año en el que llegó a Italia, y gracias al revuelo que se provocó tras la revocación de la licencia y su viaje en busca de oportunidades en el país transalpino, la Federación Suiza decidió dar marcha atrás en su postura inicial y permitir que las mujeres jugasen al fútbol.

En 1975, para cerrar el círculo, decidió regresar a Suiza y concretamente al Sion. El mismo club que le abrió la puerta en su momento, le volvía a dar una oportunidad y Boll devolvió ese cariño a base de goles y asistencias que permitieron que el Sion ganase el título de liga con Mado como estrella.

Un homenaje constante en esta Euro 2025

El premio a la labor de Mado llegó desde la misma presentación del torneo, cuando la organización dio a conocer a 'Maddli', el San Bernardo que se convertiría en mascota oficial de la competición y que estaba inspirado en la historia de Boll.

El momento más icónico llegó en el partido de cuartos de final que midió a España contra Suiza y que finalizó con la derrota de la anfitriona.

Pese a ello, la 'nati' quiso tener un recuerdo con la pionera del fútbol en el país helvético y decidió que junto a Maddli saliese la propia Mado Boll para llevarse un baño de masas de las casi 30.000 personas, 29.000 de ellas suizas, que se dieron cita en el Wankdorf de Berna.

Allí firmaron autógrafos tanto pionera como "sucesora" y se llevaron todo el ánimo del público. Porque sin Mado, no existiría Maddli, pero es que sin Maddli y sin darle a Suiza la organización de esta Eurocopa 2025, tampoco se conocería la historia de Mado Boll, fundamental para entender lo que es hoy en día el fútbol femenino en Suiza y en el resto del mundo.