Archivada la causa por insultos racistas a una niña negra de 8 años vestida del Real Madrid en un derbi en 2023
- El Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid no ve indicios suficientes para continuar con el procedimiento
- El magistrado argumenta su decisión en las versiones "contradictorias y opuestas entre sí" de acusación y defensa
Un juzgado ha archivado la causa abierta contra un hincha del Atlético de Madrid por presuntos delitos de odio y lesiones por insultar y amenazar a una niña de 8 años de raza negra que vestía una camiseta del Real Madrid antes del partido entre ambos equipos en el Estadio Metropolitano en septiembre de 2023.
En un auto al que ha tenido acceso EFE, el juez del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid ha acordado el sobreseimiento provisional de este procedimiento al no encontrar indicios suficientes para atribuir esas agresiones al acusado, Diego C.F., a quien la madre de la niña y la prima de esta identificaron "claramente" en una rueda de reconocimiento.
Sin embargo, el magistrado Carlos Valle sostiene que el relato de las denunciantes contrasta con el del investigado, quien negó ser el autor de los insultos racistas y del golpe en el brazo a una de las acompañantes de la niña, si bien reconoció haber proferido gritos contra el Real Madrid.
El hincha del Atlético fue detenido en marzo de 2024 después de que las denunciantes lo identificasen ante la Policía, pero, de acuerdo con el criterio de su abogado, Juango Ospina, el juez considera que no hay elementos suficientes para continuar el procedimiento.
Dos versiones opuestas y contradictorias entre sí
Argumenta que las dos versiones son "igualmente coherentes y creíbles de los hechos, pero que resultan opuestas y contradictorias entre sí" y que ni los vídeos ni las fotografías aportadas a la causa acreditan que él fuese el autor de los insultos, las amenazas y del golpe.
En los vídeos se ve a una multitud de "varias decenas, incluso cientos, de aficionados del Atlético de Madrid", y, aproximadamente a unos 5 o 10 metros de las denunciantes, separado de ellas por unas 10 o 15 personas, se puede reconocer al acusado, pero "no se aprecia ningún tipo de agresión, amenaza, insulto o actitud hostil del investigado hacia las denunciantes".
Y, además, el periodista que hizo la grabación declaró que no presenció ni el golpe ni los insultos, expone el juez en su auto, en el que recalca que no existe "ningún indicio objetivo" que permita cuestionar" la presunción de inocencia del investigado.