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El camino por delante

Una nueva era en el ciclismo español: el pelotón femenino se profesionaliza para la temporada 2024

  • Los equipos femeninos están obligados a pagar el salario mínimo interprofesional a las ciclistas
  • Tan solo tres estructuras, Movistar, Laboral-Kutxa y Eneicat han logrado reunir el presupuesto necesario

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El ciclismo femenino se profesionaliza en España de cara a la temporada 2024

Visibilidad, nuevas carreras, un calendario adaptado al crecimiento del pelotón femenino y, desde este 2024, la profesionalización ha llegado a nuestras carreteras para quedarse.

Un año antes de que la UCI (Unión Ciclista Internacional) hiciese obligatorio el pago de un salario mínimo a las corredoras por parte de los equipos que quisieran gozar de una licencia profesional, la RFEC (Real Federación Española de Ciclismo) se ha adelantado y ha obligado a los equipos nacionales a hacerse cargo del mismo para poder competir en las principales carreras del mundo.

Esto ha abierto un debate sobre la salud del ciclismo español después de que tan solo Laboral-Kutxa y Eneicat, dos de las nueve estructuras que poseían una licencia Continental en 2023 hayan conseguido reunir el presupuesto que se les requería desde el órgano federativo para la actual temporada.

Todo ello dejando al margen al equipo Movistar, que está obligado a adecuarse a esta normativa desde su creación en el año 2018 al formar parte del Women's World Team, la máxima categoría del ciclismo mundial.

"Si en 2024 no tengo un sueldo de la bici, lo voy a tener que tener de un trabajo"

Isabel Martín (Eneicat) es una de las corredoras a las que ha afectado esta medida. En su caso, y a diferencia de muchas de sus excompañeras, de forma positiva, ya que ha conseguido seguir formando parte de Eneicat, uno de los equipos con licencia continental en España.

"Aunque no me hubiera podido beneficiar de ello, era un paso que había que dar", asegura la ciclista vallisoletana, que a su vez es una de las portavoces de la ACP (Asociación de Ciclistas Profesionales) en España. A su vez, explica que de no haberse tomado esta medida, habría dejado de ser ciclista profesional a sus 24 años.

En su misma línea se pronuncian Ion Lazkano, director del equipo Laboral Kutxa y Gema Pascual, exciclista y actual seleccionadora española.

Ambos aseguran que esta decisión llega en el momento adecuado pese a que España y Francia hayan sido los únicos países que han decidido implementar la normativa un año antes de su obligatoriedad por parte de la UCI.

En el otro lado de la balanza se encuentran las numerosas ciclistas españolas que, o bien han perdido su licencia profesional y siguen compitiendo en carreras de un menor nivel, o directamente han colgado la bicicleta después de la decisión de la Federación.

"Muchas ciclistas eran profesionales de licencia. Trabajaban siete u ocho horas diarias y se pagaban sus gastos", explica la seleccionadora española al respecto.

"Las condiciones no eran dignas", añade el director de Laboral-Kutxa, quien insiste en que no había ciclismo profesional en nuestro país pese a tener estas licencias hasta 2023.

"Los equipos han tenido 12 meses para adaptarse"

La normativa es esta desde el 1 de enero de 2024, pero ya a finales de 2022, la Federación intentó ponerla en marcha con notable resistencia por parte de muchos de los equipos continentales.

Ante esa situación, el organismo dirigido por José Luis López Cerrón aceptó una moratoria de un año para que estas escuadras trataran de reunir el presupuesto necesario para salir a competir en la presente campaña.

"Han tenido 12 meses y fueron los equipos quienes propusieron que se les diera un año más", comenta Gema Pascual sobre la moratoria y a la pregunta de si algún equipo estaría en condiciones de llegar a tiempo en caso de hacerse obligatoria la medida en 2025.

A consecuencia de esta normativa, muchas ciclistas han dejado de ser profesionales para convertirse en amateurs, tal y como explica Lazkano. "Con esta decisión ahora existe una división de categoría. Se ha creado una posible categoría amateur".

A su vez, el director de Laboral-Kutxa no cree que esto sea necesariamente perjudicial, al considerar que muchas de las ciclistas que forman parte de equipos nacionales, en un futuro y con rodaje nutrirán las estructuras profesionales españolas como su propio equipo además de Movistar y Eneicat.

El reto del ciclismo femenino de convertirse en sustento económico

España es uno de los primeros campos de prueba de lo que será el ciclismo femenino a partir del próximo año cuando sean obligatorios unos requisitos como el pago de un salario mínimo y que las escuadras profesionales tengan un presupuesto mínimo de 500.000 euros.

Hasta ahora, el panorama del pelotón distaba mucho de estas cifras como se aprecia en el informe anual de la organización The Cyclists Alliance para el año 2023.

El 25% de las corredoras profesionales no percibían ningún tipo de salario por llevar a cabo su trabajo y fuera de la máxima categoría del ciclismo mundial el 70% de ellas cobraba menos de 10.000 euros al año.

Por si fuera poco, el 78% del pelotón, incluidas aquellas corredoras del Women's World Team, tienen un segundo trabajo más allá de la bici, algo que complica el crecimiento en términos cualitativos según Isabel Martín.

"He estado una época trabajando y se nota en el descanso, y es verdad que no eran trabajos muy físicos", apunta la actual ciclista de Eneicat.

Las audiencias y el seguimiento ha crecido sustancialmente en los últimos años, pero no los salarios y las condiciones de las ciclistas, que en líneas generales ven como un punto positivo esta normativa que ha cambiado la realidad desde los cimientos de este deporte en España.