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Final Copa del Rey

Sevilla - FC Barcelona, los puntos a seguir

  • De la participación y el estado de Messi dependerá en gran medida el resultado
  • Valverde y Montella se aferran a una Copa que necesitan para acallar críticas
  • Otro de los duelos a seguir será el de las porterías, con Cillessen y David Soria
  • Final de la Copa del Rey 2018, Sevilla-Barcelona en directo, sábado a las 21:30h. en La1, RNE y RTVE.es

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El jugador argentino del FC Barcelona, Leo Messi.
El jugador argentino del FC Barcelona, Leo Messi.

Este sábado se disputa la gran final de la Copa del Rey, primer título del año en liza y por el que lucharán Sevilla y Barcelona. Solo uno puede levantar el trofeo y el Wanda Metropolitano también se pone de largo para albergar su primera gran cita, en un ensayo de lo que le va a tocar hacer el año que viene con la final de Champions 2019. [Final de la Copa del Rey 2018, Sevilla-Barcelona

Messi, el juez de la final

Parece de Perogrullo pero es una realidad, gran parte de lo que pase en la final va a depender de lo que haga el genio del Barcelona. Si Messi está entonado, Valverde tendrá tres cuartas partes del título en el bolsillo.

Desde el bando contrario, Montella también lo sabe y podría jugársela a sacrificar a un hombre con el marcaje individual al astro argentino, una táctica poco ortodoxa pero de buenos resultados, es como más sufre Messi. Mercado sería el hombre más indicado para hacer este trabajo.

Valverde, un doblete para olvidar la Champions

Valverde - Montella, Montella - Valverde, dos entrenadores, dos estilos, el mismo objetivo… levantar la Copa del Rey. Ambos van a estar bajo la lupa de los aficionados, saben que los dos se juegan gran parte del mérito de la temporada.

Ernesto Valverde llegó con dudas al club azulgrana este verano y tras perder la Supercopa ante el Real Madrid, su camino ha sido imparable, sobre todo, en Liga, donde no conocen la derrota después de 33 jornadas.

El Barcelona no ha deslumbrado con su juego pero a lo largo de todo el año se ha mostrado muy eficiente con los resultados, una sensación algo rácana que se ha destapado con su eliminación contra pronóstico por la Roma en los cuartos de final de la Champions League. Los culés desaprovecharon un 4-1 de ventaja y encajaron en el Olímpico de Roma un 3-0.

El peor día de la era Valverde, donde quedó en evidencia con las decisiones en los cambios cuando iba perdiendo por 2-0. Quitar a Iniesta para sacar a André Gomes, en un claro intento por jugárselo todo a una carta, la del conformismo.

Alejado ya de Europa, Valverde necesita conquistar la Copa para sumarla a una Liga que tiene ya en el bolsillo, sobre todo, tras la derrota del Atlético en Anoeta de la pasada jornada. El 'doblete' serviría para calmar los ánimos y mirar a la campaña que viene, con un verano en el que tocará renovar plantilla y hacer cambios profundos.

Montella se agarra a la Copa

En el otro lado está Montella, que se la juega a cara o cruz para salvar una temporada muy irregular de los hispalenses, llena de claroscuros. El italiano llegó para suplir a Berizzo en el banquillo cuando nadie lo esperaba, una decisión que no sentó bien a la afición pero que con su actuación en Champions se ganó al respetable.

En Europa alcanzaron los cuartos de final tras dar la campanada ante el Manchester United, algo que el equipo no lograba desde hacía 60 años. En la eliminatoria posterior ante el Bayern de Múnich dieron la cara, con una derrota en el Pizjuán (1-2) y un empate a cero en el Allianz Arena.

Donde no ha estado tan fino el Sevilla ha sido en la Liga, donde marchan séptimos, a tres puntos del Villarreal, que marca la última plaza europea, y a siete del eterno rival, el Betis, que les ha pasado por la derecha a toda velocidad, sin olvidar el primer derbi del italiano, que se saldó con un 3-5.

Ganar la Copa le serviría a Montella para acreditar su aterrizaje improvisto a orillas del Guadalquivir. Lo único que tiene asegurado el sábado, gane o pierda, es el premio de consolación de jugar la Europa League el año que viene.

El Sevilla, ante la irregularidad y la falta de gol

Los problemas de irregularidad de los sevillistas vienen dados por varios motivos. El primero de ellos es que no tienen un delantero que marque la diferencia. Nolito no convence al italiano, para el que apenas cuenta, y Ben Yedder y Muriel no han sido capaces de encontrar esa regularidad necesaria con el gol, y sin goles… no hay paraíso.

El otro gran problema de los hispalenses, los bajones físicos en los que suele caer el equipo en las segundas partes, donde en algunos partidos han deambulado por el césped como almas sin pena.

Dos factores que pueden pasar mucha factura si enfrente tienes a un Barcelona que se caracteriza por aprovechar bien sus ocasiones. Precisamente, el último enfentamientos entre ambos se dio en la jornada 30 en el Pizjuán, como preludio de lo que puede ocurrir este sábado.

El Sevilla dominó de principio a fin un partido en el que no estuvo Messi de inicio. Los de Montella generaron suficientes ocasiones para haber goleado a los culés, pero la falta de puntería, uno de sus graves problemas, les acabó pasando fatura. Con 2-0 no fue capaz de matar el partido y cuando Valverde decidió sacar a Messi se acabaron las concesiones. El partido acabó con el argentino poniendo el 2-2 definitivo.

Duelos en las porterías y el centro del campo

Donde también habrá que tener un ojo puesto en la final de este sábado será en las porterías. Cillessen y David Soria se encargarán de evitar que los balones traspasen la línea de meta y ambos suelen hacerlo con bastante eficacia.

El guardameta holandés está aprovechando su titularidad en la Copa, con buenas actuaciones. Valverde confía en él en este torneo, una decisión nada fácil teniendo a Ter Stegen, uno de los mejores metas del momento.

Mientras, Soria se ha ganado la confianza de Montella en los últimos choques, desbancando a Sergio Rico, un titular casi indiscutible. Su gran actuación en la vuelta de Champions ante el Bayern terminó por convencer al italiano en su decisión.

Y si en las porterías se librará buena batalla, tampoco va a estar mal la del centro del campo. Montella encomendará la batuta del juego sevillista a Banega, el trabajo duro a N'zonxi y el virtuosismo final a un 'Mudo Vázquez que nunca se sabe cómo estará.

Mientras, el lado barcelonistas Busquets, Rakitic e Iniesta se encargarán una vez más de dirigir la melodía azulgrana. Con la mención especial para el de Fuentealbilla, quien podría jugar su última final como azulrgana, si finalmente la campaña que viene acaba en el fútbol chino, como ocurrirá casi con toda probabilidad.