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Londres 2012 | Balance

Supermartes de oro para España en Londres 2012

  • La delegación española duplica sus medallas y logra su primer oro
  • Marina Alabau sube a lo más alto del podio en la categoría RS:X de vela
  • Gómez Noya y la pareja Fuentes-Carbonell, platas en triatlón y sincronizada
  • La selección femenina de waterpolo asegura medalla tras meterse en la final

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Oro para Marina Alabau en windsurf

El himno español por fin se ha escuchado en Londres 2012 en una fantástica jornada olímpica para la delegación española. Tres medallas, dos platas y el primer oro de España en Londres 2012, han doblado el número de metales logrados hasta ahora y han disparado la euforia olímpica en nuestro país, un tanto apagada por la sequía de medallas.

El 7 de agosto estaba marcado en rojo en el calendario como uno de los días grandes para España, que contaba con tres bazas seguras para dar un salto de calidad en el medallero. Gómez Noya en triatlón, Marina Alabau en la categoría RS:X de vela y el dúo formado por Andrea Fuentes y Ona Carbonell en natación sincronizada estaban en todas las quinielas de nuestra delegación y no han fallado. Además, la sorprendente selección femenina de waterpolo se ha asegurado una medalla al clasificarse para la final. En definitiva, un día redondo para España.

La primera alegría del día llegó desde Hyde Park. El emblemático parque londinense acogía la prueba masculina de triatlón, en la que el gallego Javier Gómez Noya, doble campeón del mundo y campeón de Europa, partía en la terna de favoritos al podio, en busca de la medalla que se le resistió en Pekín 2008, donde terminó cuarto. Los hermanos Brownlee, héroes locales, eran los grandes candidatos a la gloria olímpica y principales rivales del triatleta español.

Javier Gómez Noya

Como buen día de previsiones cumplidas, tras el desgaste y los descartes de la natación y el ciclismo, el trío de favoritos se despegó en la carrera a pie. Gómez Noya se pegó a los tobillos de los hermanos británicos y aguantó el tirón definitivo de Alistair Brownlee, que desfondó a su hermano pero no pudo deshacerse del español, que acabaría cediendo cuando ya había asegurado la medalla de plata, la cuarta presea de España en Londres 2012.

El oro llega desde Weymouth

El éxito en triatlón practicamente coincidió en el tiempo con el deseado primer oro de la delegación española. Deseada y esperada, la medalla llegó desde el campo de regatas de Weymouth and Portland, donde la sevillana Marina Alabau consiguió mantener el primer puesto en el que vivió desde el primer dia en RS:X.

Primer oro para España en Londres

A la windsurfista le bastaba con acabar séptima para chapar en oro este maravilloso martes de agosto. Dominadora absoluta de la categoría, Alabau no solo cumplió con el objetivo sino que lo consiguió acabando en primer lugar la 'Medal Race'.  Segundo objetivo del día cumplido y primera medalla en estos Juegos para la vela, el tradicional vivero de metales español.

España se había lanzado y todavía quedaba por delante el reparto de medallas en natación sincronizada. Tras finalizar segundas en la rutina técnica del domingo y terceras en la libre del lunes, Fuentes y Carbonell se lanzaron al agua para convencer a los jueces de que ellas eran un dúo de plata. Asumida la lejanía de la excepcional pareja rusa, la lucha se centraba contra China, que se entrometió en la rutina libre.

Plata en natación sincronizada

Sin embargo, las españolas bordaron su tango y consiguieron superar al dúo chino, colgándose una emotiva medalla de plata que confirma la calidad del relevo en natación sincronizada tras la retirada de Gemma Mengual. La que fuera su compañera en Pekín, Andrea Fuentes, ha encontrado en la debutante Ona Carbonell una socia de lujo en la piscina.

Tercera medalla del día, sexta para la delegación española. Éxito absoluto para el inolvidable 7 de agosto de 2012, que, para cerrar la fiesta, se ha asegurado un nuevo metal en waterpolo femeninoal vencer a Hungría en semifinales y meterse en la gran final en su primera participación en unos Juegos Olímpicos. Definitivamente, el deporte español ha agrandado su sonrisa y ya puede presumir de haberse subido a lo más alto de un podio olímpico.