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Laporta denuncia la "desestabilización" externa

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El presidente del Barça, Joan Laporta, se ha acogido a "los intentos de desestabilización" externa para explicar tanto el asunto sobre el supuesto espionaje a cuatro de sus directivos como al episodio con el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, quien ha reconocido que el pasado verano el dirigente azulgrana le había llamado "imbécil" en reiteradas ocasiones.

A su llegada a Barcelona, después de unos días en Sudamérica, Laporta se ha referido a la publicación de unos informes referentes a la situación económica y patrimonial de cuatro de los cinco vicepresidentes del club y los ha interpretado en clave de desestabilización.

"Nos tienen ganas, y no paran con este intento de desestabilizar. Yo ya lo he dicho, que nos dejen trabajar tranquilos", ha comentado el presidente del Barça, quien considera que este tipo de informaciones se producen porque "el Barça está viviendo los mejores momentos de su historia y no soportan que esté dirigido por personas que pensamos de una determinada manera, que no es de la cuerda de los que intentan desestabilizar".

Laporta no entiende la insistencia en este tipo de discursos. "Se entiende bien poco que intenten insistir, si no es este tema es otro, siempre hay uno de nuevo", ha argumentado.

En cuanto a las declaraciones del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien ha desvelado que el presidente del Barça le había llamado "imbécil en reiteradas ocasiones", Laporta ha asegurado que parece que "se quiera hacer publicidad a mi costa".

"Me sabe mal porque es una persona que conozco, y que está haciendo el juego a la gente que nos tiene ganas, porque ha salido en un medio que cada dos por tres intenta sacar cosas para perjudicar y para hacer daño", ha dicho.

Laporta no ha querido desvelar el contenido de una conversación privada, pero ha insistido en que no ha insultado a Fernández Vara, a quien ha recomendado que "se preocupe más por los problemas de los extremeños y que se deje de estas cuestiones que no van a ningún sitio".

En cuanto a las diferencias existentes en el seno de la junta directiva, dividida en dos grupos, uno en el que se encuentra el presidente, el vicepresidente Alfons Godall y el directivo Xavier Sala i Martín, y buena parte del resto en el otro, Laporta ha asegurado que en la junta no hay división, sino "diversidad de opiniones".

"Evidentemente no todo el mundo piensa igual, y es bueno que sea así. Es señal de que es una junta dinámica y que está viva", ha afirmado el dirigente azulgrana, quien insiste en que "aquí se respeta la opinión de todo el mundo siempre y cuando que se utilicen los conductos -reglamentarios- adecuados".

Sin embargo, cuando a Laporta se le ha insistido en la supuesta división interna, el presidente ha vuelto a utilizar el término "desestabilización" para explicar la situación.

"Siempre he procurado reaccionar ante estas situaciones, y cuando se llega a situaciones límite, tomar decisiones en interés del club. Confío en que está vez la solución sea de consenso y no tengamos que tomar otro tipo de decisiones", ha aventurado.