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España reescribe su destino en el Europeo

  • La selección española no sufrió en ningún momento para doblegar a Francia (66-86)
  • Pau Gasol hizo sombra a Tony Parker, reflejo de la superioridad de un equipo sobre el otro
  • España se enfrentará al vencedor del Turquía - Grecia, que se juega el viernes

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CUARTOS DE FINAL: ESPAÑA-FRANCIA
El equipo español celebra la victoria ante Francia.

Un insuperable Pau Gasol, con 28 puntos, lideró a la selección española, que logró el triunfo ante Francia (66-86) y firmó su pase a semifinales del Eurobasket, con la ventaja de tener un día de descanso antes de conocer a su rival, que saldrá del Turquía-Grecia que se juega este viernes. Una victoria en todas las líneas y con las que el equipo de Sergio Scariolo sigue cerrando filas y ganando enteros camino a las medallas y a la final del Europeo [Todos los datos del partido].

Hace poco tiempo contaban las crónicas que la selección española de baloncesto, la generación conocida como la de los 'chicos de oro' jugaba y se divertía, hacía piña y derrochaba buen rollo, enarbolando como estandarte deportivo la férrea defensa, el contraataque y la concentración. Y esos relatos de hazañas se rubricaban con importantes triunfos: un Mundial, un subcampeonato europeo, una plata olímpica...

No eran viejos tiempos, pero parecían olvidados. Hasta ahora. La España del Eurobasket de Polonia quedará para las futuras crónicas, ocurra lo que ocurra en semifinales, como un grupo que se ha reinventado a sí mismo, una España 2.0 que supo hacer borrón y cuenta nueva cuando más lo necesitaba, a la que ya se puede reconocer en la de proezas anteriores.

El equipo que sudaba tinta para conservar las ventajas para luego perderlas, dubitativo en la defensa, fallón en el ataque, dejando atrás lesiones, amagos individualistas y suspicacias, con la cabeza sólo en la cancha, ha engrasado todas sus piezas y lleva deparando grandes partidos desde que vio que se jugaba bastante más que el oro que ya tenía apalabrado antes de empezar el torneo: la 'imagen de marca'.

Y así, hablando de marcas, el jugador franquicia de la 'Roja', Pau Gasol, dio todo un repaso al base de los Spurs, Tony Parker. El poder del anillo. E ingrata suerte para un equipo que después de conseguir la plaza en el preeuropeo en el último momento, se marcha a su casa con una única derrota. Como le pasó a aquella España de Mario Pesquera en los Juegos de 2004, cuando se topó con unos aparentemente menores Estados Unidos.

Mandando en el marcador desde el principio

Las vacilaciones apenas duraron cuatro minutos, el tiempo que necesitó España para tomar la delantera en el marcador, que no dejaría el resto del encuentro, con un viento de cola que le llevó hasta los 20 puntos de ventaja, que pudo mantener después de la última bocanada de la selección gala.

El juego físico y eléctrico de los franceses quedó abortado por el acierto de Rudy Fernández en los triples y un buen inicio de Ricky Rubio. De lo demás se encargó un egregio Pau Gasol, máximo anotador y reboteador del partido (9), frente al que el base Parker empequeñeció aún más, 'seco' con cuatro puntos, cuando su media anotadora en el torneo era de 18.

Si había razones para temer a la defensa francesa, fue la española la que arrasó, hambrienta en el rebote ofensivo (5) y defensivo (23). Ricky Rubio fue el encargado de perseguir a Tony Parker mientras los demás hacían su trabajo anotador. Al final del primer cuarto, 15-25, ventaja de 15 al descanso (27-42) y, sobre todo, la sensación de que el bólido en el que el equipo iba disparado no se iba a desmoronar.

Vicent Collet, seleccionador francés, mantuvo a Parker y a Diaw todos los minutos posibles, aún sabiendo que podía reventarlos, pero si con ellos en pista España dominaba con claridad, con las figuras en el banquillo se pondría aún más cuesta arriba.

El base de los Spurs intentó sin éxito y con cada vez menos resuello echarse el equipo a las espaldas. Pero la selección española siguió jugando con gusto y gustándose, asegurando las jugadas y gestionando sin cansarse la ventaja hasta fraguar por completo la victoria.

A pesar del conato de acercamiento a falta de cinco minutos (66-77), ya no hubo nada que temer. Además, el camino se allana un poco más, porque los chicos de Scariolo podrán ver desde el sofá y con un día de ventaja quién será su rival camino a la final: Turquía o Grecia.

De paso, con la victoria la selección española obtiene como 'bonus' un billeta para el Mundial que se jugará precisamente en el país otomano, con lo que podrá defender el título levantado en Japón en 2006. Pero, más acá, en Polonia, la historia se sigue escribiendo a partir de este viernes.