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Sanción de 3.000 euros al Espanyol por los incidentes del derbi

  • El Comité de Competición rebaja la sanción propuesta hace una semana por Antiviolencia
  • Cinco Boixos Nois y un hincha del Espanyol fueron detenidos por los incidentes en Montjuic
  • El Espanyol emite un comunicado en el que da por terminado el contencioso

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Los seguidores radicales del Espanyol, durante el derbi catalán.
Los seguidores radicales del Espanyol, durante el derbi catalán.

El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol ha sancionado al Espanyol con una multa de 3.000 euros y apercibimiento de clausura de su estadio por los incidentes acaecidos en el partido del Campeonato Nacional de Liga de Primera División disputado el pasado 27 de septiembre entre el citado club y el FC Barcelona.

Competición toma esta decisión porque califica de "graves" los incidentes del público. Sin embargo, el Comité ha dejado sin efecto una posible sanción al presidente, Daniel Sánchez Llibre, y el director general ejecutivo, Pedro Tomás, por las manifestaciones realizadas a la conclusión del derbi catalán.

La Comisión Antiviolencia, dependiente del Consejo Superior de Deportes, había propuesto la semana pasada dos multas para el Espanyol, como organizador del encuentro, por infracción grave, al presentar deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores, cuantificadas en 15.000 y 3.000 euros, respectivamente.

Igualmente, pidió que se multara a los hinchas radicales del Barcelona que lanzaron bengalas en el partido frente al Espanyol en el estadio de Montjuic con 65.000 euros por el lanzamiento de bengalas y que se les prohibiera el acceso a recintos deportivos durante cinco años, en aplicación de las sanciones más duras para estos casos.

Seis personas fueron detenidas, cinco Boixos Nois y un hincha del Espanyol, por el lanzamiento de piedras a vehículos policiales, lanzamiento de bengalas y otros objetos, y por invasión de campo, en el caso del aficionado del equipo banquiazul.

Los jugadores del Barcelona también fueron objeto de acusación, por haber celebrado el gol de la victoria, un penalti dudoso marcado por Leo Messi, ante el sector de la afición desde donde se habían lanzado las bengalas y que había obligado a suspender el partido durante unos diez minutos.

El Espanyol asegura en un comunicado que "acepta" la decisión de Competición y que da por acabado el contencioso.