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La estadounidense Liukin destrona a las chinas

  • Rompe el monopolio chino en los oros en gimnasia
  • Su flexibilidad, su potencia y su elegancia le han convertido en la gimnasta más completa
  • Es hija de un medallista en gimnasia artística en Seúl y de una campeona de gimnasia rítmica
  • Su compatriota Shawn Johnson ha sido plata y la china Yilin Yang, bronce

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Liukin gana en gimnasia artística

Decían los expertos que la competicion de gimnasia de los Juegos Olímpicos sólo iba a tener un color: el rojo de los chinos, que llevan casi una década preparándose para arrasar en esta competición. Sólo las estadounidenses Nastia Liukin (63.325) y Shawn Johnson (62.725) han podido con el imperio asiático,llevándose el oro y la plata, respectivamente, en la competición individual femenina. El bronce, eso sí, ha sido para la china Yilin Yang (62.650).

De esta forma, han roto el monopolio chino en las medallas de oro en gimnasia, ya que hasta ahora habían logrado el triunfo por equipos en categoría masculina y femenina y a nivel individual con Yang Wei.

La prueba comenzó con el grupo de las favoritas -formado por Liukin, Johson, Yang, Yuyuan Jiang, Anna Pavlova y Ksenia Semenova- en el potro, en el que las chinas mostraron su potencia de saltos y su técnica, labrada a base de años de durísimos entrenamientos.

Sin embargo, en los aparatos de asimétricas, suelo y especialmente la barra Liukin demostró tener una flexibilidad, una potencia y una elegancia que le han valido el oro a la gimnasta más completa, el de la competición individual.

Gimnasia en las venas

Nastia, que lleva en sus venas la sangre de la gimnasia, es hija de Valery Liukin, bronce en los Juegos de Seúl como componente del equipo de la Unión Soviética, y Anna Kotchneva, campeona del mundo en 1987 en gimnasia rítmica.

Liukin comenzó con una nota de 15.025 en salto para luego bordar el ejercicio de asimétricas, en el que los jueces le dieron un 16.650, la nota más alta de la jornada, gracias a un ejercicio de una velocidad de vértigo y con una potencia de saltos espectacular.

Pero lo de Nastia es la barra, aparato en el que es actual campeona del mundo, y bien que lo demostró en Pekín. Acrobacias altísimas y con una seguridad aplastante sobre los 10 centímetros cuadrados del aparato, que le valieron un 16.125, suficiente para colocarse en la primera posición, de la que ya no se apeó hasta le final.

En el suelo, la gimnasta estadounidense hizo un ejercicio muy seguro y de gran elegancia, con movimientos casi característicos del ballet y la gimnasia rítmica, que le valieron finalmente un 15.525, suficiente para llevarse de Pekín el oro colgado del cuello.

Su compatriota, Shawn Johnson, hizo unos ejercicios especialmente brillantes en salto y suelo, pero fue algo menos precisa en la barra, aunque siempre muy opr encima en técnica y seguridad que las chinas.

A un paso del podio se quedó la rusa Ksenia Semenova, que con solo 15 años terminó cuarta, con 61.925 puntos, seguida de la rumana Steliana Nistor, con 61.050 puntos.