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España o la consecución de un sueño

    

La selección vive su primera final europea en 24 años con serias opciones de triunfo

    

El juego que ha deslumbrado a Europa pasa la prueba definitiva ante el rodillo alemán

    

Con las bajas casi seguras de Villa y Ballack, el partido está aún más igualado

    

Siga la retransmisión en vivo del encuentro en RTVE.es y en Radio Nacional

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La España del toque que ha deslumbrado y sorprendido a Europa llega a la final con ilusión para derrotar a la 'invencible' Alemania.
La España del toque que ha deslumbrado y sorprendido a Europa llega a la final con ilusión para derrotar a la 'invencible' Alemania.

Domingo 29 de junio, Viena, estadio Ernst Happel, 20:45 horas. Aunque el día estaba sobradamente apuntado en la agenda, hace tres semanas la afición española se hacía cruces para conjurar la temida maldición de cuartos y bastante tenía con que la 'Roja' no les hiciera enrojecer de vergüenza por otra actuación decepcionante. Qué decir de la final, sueño imposible fuera del alcance desde 1984.

Y ahora, veinticuatro años más tarde, seis Eurocopas después, España entera vive el sueño de ver a la selección, de la mano de Luis Aragonés, uno de sus seleccionadores más singulares -aplíquense al adjetivo las connotaciones que se quiera-, ante la cita más grande de su historia, a noventa minutos de cumplir el anhelo de varias añadas de futbolistas. La final soñada y el final anunciado para Luis Aragonés, que pase lo que pase, tiene previsto abandonar el barco, aunque le pese.

España llega además subida en una nube, con aroma de campeón en el juego, con el vestuario inusualmente unido, sin echar de menos a los ausentes, ni al jugador más representativo del espíritu de la 'Roja' en los últimos años, Raúl González, y sin sumirse en la negra pena por la ausencia del lesionado David Villa, el nuevo '7' del equipo nacional, el jugador más efectivo del torneo.

Ahora, los triunfos en otros deportes han encontrado por fin su réplica en el fútbol: Villa es a Gasol lo que Aragonés es a Pepu Hernández; España tiene garra y es capaz de remontar como Rafa Nadal, y tiene hambre de victoria como los mejores Lorenzo y Alonso. La selección española ha ido creciendo en un torneo al que llegó bajo sospecha, y la afición se ha henchido y enganchado a lo largo de toda Europa al ritmo de los pases de Xavi, Iniesta y Cesc, los cortes de Senna y Marchena y las paradas de Iker Casillas.

En otro momento, la ausencia del "Guaje" hubiese propiciado que la selección española cayese en el victimismo y que maldijese su mala suerte. Ahora, no. España cree en sus posibilidades, llega con optimismo y sin complejos, mirándose a sí misma en el espejo de lo que debe ser sin deprimirse por el determinismo histórico del "jugamos como nunca y perdimos como siempre".

España, favorita en un duelo muy igualado

Aunque España parta como favorita incluso en las quinielas alemanas, el partido se presenta muy igualado. Llega equilibrado incluso en las lesiones de futbolistas que han sido referencia de sus selecciones a lo largo del torneo. La presencia de David Villa, 'pichichi' de la Eurocopa con cuatro tantos logrados en los dos primeros partidos frente a Rusia y Suecia, está descartada para el encuentro definitivo por una lesión en el muslo derecho.

Pero es que en el otro bando, Michael Ballack, el "gran capitán" germano estará arrancando a tiras el 13 de su dorsal, porque el mismo gafe que le llevó a perderse la final del Mundial de Corea y Japón en 2002 por sanción o la final del Mundial celebrado en su país en 2006 -esta vez al caer derrotado en semifinales ante Italia- se le aparece fantasmagórico en forma de lesión en el gemelo derecho, que, pese a los exorcismos de Löw, deja al capitán germano con pie y medio fuera de la gran cita

Frente a la eficacia del rodillo alemán, España presenta como credenciales a su candidatura al título el fútbol total que antes se envidiaba de Holanda, Brasil y una pizca de suerte que antes era monopolio italiano. Es el equipo más goleador y el que menos tantos ha encajado por minutos jugados. Es también el que más dispara a puerta y ha encontrado, cuando menos se esperaba, un "pasillo de seguridad", como le gusta decir a Luis (Puyol, Marchena, Senna), que funciona, y cómo.

Pase lo que pase, el enfrentamiento contra Alemania podrá vivirse como una fiesta en Viena, donde la afición ha tomado partido por el conjunto español, al que ven como favorito, valoración que también asume buena parte del país rival, incluida su presidenta, aunque sólo sea por pesimismo estratégico.

Cesc, titular con Torres en la delantera

En lo táctico, Luis tirará del esquema "B" de su pizarra, un 4-1-4-1, en el que Cesc Fábregas partirá como titular, sobre todo después del buen encuentro del jugador del Arsenal ante Rusia. La otra opción, en principio menos probable, es dar entrada desde el inicio a Dani Güiza, que ya suma dos tantos en el torneo, pero hasta ahora ha actuado más como un revulsivo en las segundas partes.

En cualquier caso, la cabeza del ataque será Fernando Torres, la "estrella" española antes de llegar a Austria, que, pese a un buen trabajo general, ha tenido un papel más secundario del que vaticinaban sus recientes galones en el Liverpool. Es la gran oportunidad del "Niño" para suceder al "Guaje" y consagrarse de una vez por todas como icono futbolístico del viejo continente.

El resto será el conjunto que ya se ha aprendido de memoria la afición española, un síntoma de que Luis parece haber cumplido su objetivo. "Me hice cargo de una selección y quiero dejar un equipo", ha repetido con insistencia.

Löw confiará en su delantera y suplirá la falta de Ballack

Si por algún lado padece, además, Alemania es por su pareja de centrales, el madridista Christoph Metzelder y Per Mertesacker, que sufren frente a jugadores rápidos. Joachim Löw, el técnico alemán, puede dar entrada en el equipo a Torsten Frings, recuperado de la fisura en la costilla que le obligó a ser suplente ante Turquía. Y maneja la opción del impetuoso Schweinsteiger o del sólido Borowski para suplir a Michael Ballack.

La confirmación de Lukas Podolski como un buen goleador -llega a la final con tres en el bolsillo- y la capacidad de Miroslav Klose para aprovechar cualquier mínima ocasión son la mayor amenaza que muestra Alemania.

Con un buen ataque y juego por las bandas, el conjunto alemán ofrece, desde la época mundialista de Jurgen Klinsmann, un fútbol volcánico y a ratos atractivo, pero también vulnerable.

Alemania ha marcado seis tantos, pero ha encajado cuatro en las dos rondas eliminatorias anteriores -2 contra Portugal en cuartos y otros tantos frente a Turquía, en semifinales-, mientras que España ha mejorado las prestaciones en defensa para mantener la portería segura.

Sin embargo, en una final no vale el currículo y España deberá demostrar que merece la copa en el campo. Será algo nunca visto por la joven generación que sólo había conocido fracasos de la selección española, y, desde luego, algo digno de verse para todos los demás.

Cuarenta y cuatro años después, España puede volver a ser campeona, rubricar su ascendente camino con el triunfo en la meta y recompensar a su afición con una victoria que le ha sido regateada durante tanto tiempo.

 

 Alineaciones probables:

   Alemania: Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm; Hitzlsperger, Frings; Borowski, Schweinsteiger; Podolski; Klose.

   España: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna, Xavi; Iniesta, Cesc, Silva; Torres

   Árbitro: Roberto Rosetti (Italia).

   Estadio: Ernst Happel de Viena.

Hora: 20.45.