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Los Celtics se verán las caras con los Lakers en la final de la NBA

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Kevin Garnett, tras el partido contra Detroit
Garnett, tras conseguir la victoria de su equipo y el pase a la Final de la NBA.

Vuelve el cálsico de la década de oro de la NBA, la de los ochenta. Las Finales acogerán un duelo entre los Lakers de Los Ángeles y los Celtics de Boston, después de que ambos se hayan proclamado campeones en sus respectivas Conferencias del Oeste y el Este.

Los últimos en conseguir el título fueron los Celtics, que se aprovecharon del colapso completo que sufrieron los Pistons de Detroit en el cuarto periodo del sexto partido para vencerles por 89-81 y ganar 4-2 la serie al mejor de siete.

Esta vez, los Celtics pudieron justificar la inversión hecha para reunir a los "Big Three" al comienzo de temporada en su búsqueda de volver a las Finales de la NBA después de 21 años de ausencia.

Aunque también tuvieron toda la ayuda de los equipos rivales, como los Pistons, que tuvieron todos los elementos a su favor para conseguir estar en las Finales, pero no quisieron aprovecharlos, como ya es costumbre en ellos desde que el entrenador Larry Brown los dejó siendo campeones de liga.

Los Pistons, que llegaron al comienzo de cuarto periodo con una ventaja parcial de 10 puntos (70-60), vieron cómo el alero Paul Pierce con 27 tantos, incluidos 12 en los últimos 10 minutos, se iba a convertir en su verdugo.

Pierce, que también aportó ocho rebotes con tres asistencias, siempre superó a la defensa de los Pistons, que desapareció en la recta final del partido y especialmente el pívot Rasheed Wallace, que podría tener los días contados con el equipo de Detroit.

El presidente de los Pistons, Joe Dumars, tiene que comenzar a pensar seriamente en el futuro del equipo después de ver cómo en seis participaciones a las finales de la Conferencia Este, tres años en forma consecutiva, sólo han conseguido un título de liga.

Lo lograron bajo la dirección del entrenador Larry Brown, en el 2004, cuando ganaron a los Lakers, pero la llegada de Flip Saunders para ocupar su puesto cambió por completo la historia ganador del equipo en los partidos decisivos.

Todo lo contrario de lo que ha sucedido con los Celtics, que bajo la dirección del entrenador Doc Rivers y los fichajes de Kevin Garnett, que también sufrió las frustraciones de las derrotas claves con Saunders en los Timberwolves de Minnesota, y el escolta Ray Allen, lograron su objetivo.

El presidente del equipo de los Celtics, Danny Ainge, fue el encargado de recuperar para el equipo, como lo hizo cuando también fue jugador, la condición de dinastía y tener la opción de luchar por el decimoséptimo título de su historia.

Allen, que ha venido de menos a más en la serie, volvió a ser el jugador importante a la hora de decidir la victoria con una aportación de 17 puntos, seis rebotes y dos asistencias.

Esta vez, Garnett no brilló en plan líder, pero hizo su trabajo efectivo al conseguir 16 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias, mientras que el base Rajon Rondo llegó a los 11 puntos para ser los cuatro que anotaron en doble dígitos.

La aportación de los "Big Three" fue especialmente decisiva en el cuarto periodo cuando los Celtids lograron un parcial de 29-13, sin que los Pistons tuviesen capacidad de reacción.

Los Celtics, que habían llegado a las finales sin conseguir ningún triunfo fuera de su campo, ante los inconsistentes Pistons lograron dos, después de haber perdido el primero de la fase final en el Banknorth Garden de Boston.

"Siempre tuvimos confianza en nuestro juego y las posibilidades de recuperar la condición de equipo ganador, como lo hicimos en la temporada regular", comentó Rivers. "Ahora estamos donde deseamos llegar antes que diese comienzo la liga".

Rivers reconoció que las Finales son siempre una competición especial, que influyen muchos factores, y más cuando enfrente estará el mejor equipo de la Conferencia Oeste con el ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada regular, el escolta Kobe Bryant.

"Serán unas grandes Finales de la NBA, pero ninguno de los dos equipos llega con la etiqueta de favorito", comentó Rivers. "La ventaja de campo debemos cuidarla al máximo".

La ironía para los Pistons fue ver cómo el base Chauncey Billups con 29 puntos, su mejor marca en la fase final, seis rebotes y seis asistencias, volvió a ser el líder indiscutible del equipo, junto con el escolta Richard Hamilton, que a pesar de estar lesionado, aportó 21.

Pero el resto del equipo se vino abajo, no surgió en la recta final del partido cuando se les necesitaban y especialmente Wallace volvió a quedar con la imagen del jugador que habla y protesta más de lo que luego aporta en el campo.

Wallace, que se quedó con sólo dos canastas en 12 intentos, incluidos seis triples, que falló, y no fue a la línea de personal, para capturar 10 rebotes.

Tampoco surgió el alero Tayshaun Prince para rescatar a los Pistons, al quedarse con nueve tantos, y mucho menos lo hizo Antonio McDyess, que jugó su mejor partido en el cuarto de la serie, pero en los dos últimos desapareció.

"Está claro que tanto Dumars como yo tendremos que sentarnos y evaluar con tranquilidad lo que ha sucedido en esta serie y la eliminación del equipo", declaró Saunders.