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Estados Unidos ha atacado esta madrugada tres de las principales infraestructuras nucleares de Irán, uniéndose así a los bombardeos de la última semana por parte de Israel. La entrada de Estados Unidos en la guerra no solo ha generado incertidumbre política, sino también económica ante la posibilidad del cierre iraní del Estrecho de Ormuz, un punto clave para el tráfico marítimo de petróleo y gas. "Si a consecuencia del ataque, se bloquea el Estrecho de Ormuz, probablemente veamos como el precio del petróleo llega a los 100-130 dólares el barril con bastante facilidad", ha vaticinado en una entrevista al Canal 24 Horas, el analista de IBM, Luis García.

El intercambio de ataques entre Israel e Irán hacen temblar los mercados. Irán, que exporta tres millones de barriles diarios, no es uno de los principales productores, pero el conflicto con Israel puede llevar a Teherán a cerrar el estrecho de Ormuz. Este es un paso estratégico por el que pasa el 20% del comercio del petróleo mundial, por donde salen las exportaciones de grandes productores como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irak o Kuwait.

Ese cierre sería el peor escenario geopolítico para los precios de la gasolina, que probablemente aumentarían más del 20%, hasta superar los 100 dólares por barril. También se dispararían por la intervención directa de Washington, o si el conflicto escala a una guerra regional. A pesar de todo, este momento parece algo lejano.

Pablo Fernández de Mosteirín, analista financiero de Renta4 Banco, añade que "a nadie le conviene, principalmente a Estados Unidos" el aumento de los precios del petróleo. Recuerda que una de las principales prioridades de Trump, desde su regreso a la Casa Blanca, ha sido bajar los precios del petróleo. Tampoco le interesa a "China, que es el principal importador de crudo iraní del mundo". El analista se muestra confiado y sentencia que, con los intereses de estas dos grandes potencias en juego, se encargarán de presionar para que esto no pase.

La incertidumbre puede afectar también al precio del gas: Irán es un productor relevante y Catar, el mayor exportador mundial, utiliza el estrecho de Ormuz como salida.

Foto: EPA / ABEDIN TAHERKENAREH

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que la multinacional petrolera buscará mecanismos para continuar con su actividad en Venezuela. Para ello, Imaz ha destacado que están en una "relación directa" con la Administración de Estados Unidos, con quien mantienen un "diálogo fluido".

Así lo ha anunciado este lunes, tras ser preguntado por la última decisión del Gobierno de Donald Trump, que ha notificado a los socios de la petrolera estatal venezolana PDVSA, entre los que se encuentra Repsol, que sus permisos para exportar crudo y derivados del país hispanoamericano quedaban cancelados.