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Israel no permite la entrada a la Franja de Gaza a la prensa internacional. Los periodistas gazatíes sobre el terreno son los ojos que nos cuentan lo que ocurre. Una de ellas es Huda, periodista hispano-gazatí de 27 años que, sin quererlo, es periodista de guerra. Vive desde 2016 en la Franja de Gaza y el 7 de octubre de 2023 cambió su vida para siempre. Es la voz en español de lo que ocurre sobre el terreno.

Se juega la vida cada día contando historias, narrando cómo caen las bombas, cómo muere gente por los ataques o por la falta de comida. Desde España, su padre Emad ve cómo su hija también sufre las consecuencias de la guerra. Su madre y sus hermanos salieron de allí hace muy pocos meses

Tanto Emad como Huda hacen un llamamiento: piden al mundo que alce la voz para que siga entrando la ayuda, pero sobre todo para que termine ya la guerra.

Emad Ismail ha hablado en el Canal 24 Horas sobre la labor de su hija Huda en la Franja de Gaza, donde es la única periodista que habla español. "El Ejército de Israel está persiguiendo últimamente a los periodistas, los médicos, los profesores de universidades, a toda la gente que pueden seguir luchando por el pueblo de Gaza", ha denunciado con preocupación. Su hija pudo salir de allí en abril gracias a la embajada española, pero ella decidió quedarse: "Me dijo que si volvía a España iba a ser una más (...) Ella quiere seguir luchando".

Zainab apenas tenía cinco meses. Es uno de los bebés que han muerto por falta de alimentos en las últimas 24 horas en Gaza. Su estado fue empeorando, cuenta su madre. Tuvieron autorización para trasladarla al extranjero para recibir tratamiento. Imposible: los pasos fronterizos están cerrados.

Una ola de hambre azota la Franja. Al menos 124 personas, entre ellos 84 niños, han fallecido por desnutrición desde el inicio de la ofensiva israelí, según el departamento de sanidad.

Alcanzar un puesto de ayuda también puede ser mortal. Al menos 24 palestinos han fallecido este domingo por disparos israelíes mientras esperaban comida. Y en este otro punto, en Ráfah, la polémica fundación respaldada por Estados Unidos entregaba alimentos por primera vez, solo a mujeres. Pero el reparto terminó con ataques: "Nos lanzaron gas pimienta, lacrimógenos y granadas".

Israel justifica el bloqueo de ayuda para evitar que Hamás se aproveche. Va a permitir que países árabes vuelvan a tirar desde el aire los paquetes humanitarios. Reino Unido se sumará a Jordania, pero la agencia de la ONU para los refugiados palestinos denuncia que es una estrategia ineficaz y peligrosa. Ya murieron civiles hambrientos cuando les cayó encima esa ayuda en el pasado.

Las negociaciones de paz han fracasado. Francia, Reino Unido y Alemania exigen a Israel el fin de la catástrofe humanitaria, pero la presión internacional no acalla los gritos del hambre.

Gaza muere de hambre. Al norte de la Franja, miles de palestinos esperaban recibir este sábado la llegada de algunos camiones con alimentos. Son de la ONU, de los pocos autorizados por Israel. En esta zona no opera la polémica fundación que distribuye ayuda. Pero en el camino desesperado hasta los puntos de comida corren riesgo de muerte. Solo en las últimas horas, al menos 24 gazatíes han muerto por disparos israelíes. Israel va a permitir que países árabes reanuden los envíos de ayuda desde el aire. Ya se hizo una vez, pero organizaciones internacionales lo cuestionan porque hubo muertos al ser aplastados por el cargamento.

Desde el inicio de la ofensiva israelí, casi 60.000 palestinos han muerto, más de un centenar de hambre, la mayoría niños. "Ir al cielo, es lo que quieren los niños", relata con crudeza el secretario general de la ONU, "porque allí tienen comida".

La crisis humanitaria moviliza a Europa. Francia reconocerá el estado de Palestina, pero para Donald Trump ese anuncio no cambia nada y es hora de deshacerse de Hamás. Y en un comunicado conjunto, París, Londres y Berlín exigen un alto el fuego inmediato. Mientras, solo con palabras no comen los palestinos.

La exposición a la violencia del ejército y los colonos sumada a la incertidumbre preparan el terreno a los problemas de salud mental de los palestinos. La corresponsal de RNE en Jerusalén, Laura Alonso, ha podido estar en Hebrón con un equipo de MSF que presta ayuda psicológica y médica a los vecinos.

Los últimos movimientos no auguran, ni mucho menos, una tregua inminente en Gaza. Esa posible tregua se negocia en Catar. Es allí donde tienen lugar los contactos indirectos entre Israel y Hamás, que valoran las propuestas que les plantean los países mediadores.

Ahora mismo negociaciones están bloqueadas. Netanyahu ha pedido a su equipo que vuelva a Israel y Estados Unidos ha hecho lo mismo con el suyo. El enviado especial de la Casa Blanca, ha acusado Hamás de mala fe y de falta de voluntad para pactar alto el fuego. Son declaraciones que han sorprendido a la organización islamista que, en su última comunicado, ha reiterado su intención para alcanzar una tregua permanente.

Francia se ha sumado a los 148 países que reconocen al Estado palestino, alineándose con España en un movimiento simbólico que busca frenar la invasión israelí y proteger a los civiles. Macron, que había retrasado el anuncio por la escalada con Irán, ha propuesto una Palestina desmilitarizada que reconozca a Israel, lo que ha generado una profunda división entre la opinión pública francesa.

El gesto ha generado tensiones: la derecha francesa lo ha rechazado, mientras los sectores propalestinos lo han celebrado como un posible efecto dominó en otros países. Israel lo ha considerado una traición de un aliado clave, y EE.UU. ha acusado a Macron de alimentar la propaganda de Hamás. Alemania y Reino Unido, aunque presionados internamente, aún no se han atrevido a seguir el mismo camino que su vecino europeo.

Foto: Geoffroy VAN DER HASSELT / AFP

Las últimas semanas se ha hecho dolorosamente visible la hambruna que amenaza a la población gazatí. En Las Mañanas de RNE, la directora de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) para Europa, Marta Lorenzo, lamenta las imágenes de niños malnutridos que han saltado a las portadas de la prensa internacional. "Es una situación de desesperación absoluta" dice, no solo por el hambre sino también por las condiciones de vida de la población gazatí y de las personas que trabajan en la zona, tanto periodistas como los propios trabajadores de Naciones Unidas. "En Gaza, una de cada dos personas son niños, así que es bastante probable que cuando mueren personas en Gaza, las personas que estén muriendo sean niños". Cree que ya se han sobrepasado "límites inimaginables" y que cada vez es más difícil revertir la situación. Señala que sienten "desesperación e impotencia" porque sus camiones, "a tan solo 3 horas de Gaza", están retenidos y a la espera de la decisión del Gobierno israelí. "En 75 años de la UNRWA habíamos conseguido eliminar la desnutrición", dice. La presión internacional es importante, afirma Lorenzo, para tratar de alcanzar un alto el fuego y dar esperanza a la población, aunque esta, expresa, "necesita algo más que palabras, necesita que la situación cambie".

Francia reconocerá al Estado palestino durante la Asamblea General de la ONU en septiembre. Lo ha comunicado el presidente galo, Emmanuel Macron, en una carta dirigida al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás. Macron llevaba meses sopesando dar el paso pero hasta ahora lo planteaba como parte de una posible jugada diplomática concertada en la que países árabes reconocieran, a su vez, a Israel. Ahora ya no le pone condición ninguna y lo da por hecho. El presidente francés confía en que ese gesto suponga una contribución decisiva para la paz en Oriente Próximo. Al menos 142 países han reconocido ya plenamente a Palestina, incluyendo a los europeos Noruega, Irlanda y España. Tiene los detalles Antonio Delgado, corresponsal en París.

En Gaza, 87 niños han muerto de hambre, por desnutrición. Sin acceso a comida, agua, leche para bebés, ni medicamentos. La situación de emergencia podría solucionarse pero Israel se niega. El Gobierno de Netanyahu insiste en bloquear la entrada de ayuda a Gaza. Cuando los gazatíes se acercan a recoger los escasos alimentos que llegan a la Franja, los soldados israelíes disparan contra ellos. La comunidad internacional ha dicho 'basta', pero sin la colaboración de Israel es imposible aliviar el sufrimiento de cientos de miles de civiles que agonizan en la Franja de Gaza.

En 24 horas de RNE, hablamos con Refaat Alathamna. Refaat es médico y actualmente se encuentra atrapado en Gaza con su familia. El doctor nos explica la situación de hambruna que se vive en la Franja: "La gente está luchando cada día solamente para sobrevivir, no para tener buena alimentación. No hay casi nada en los mercados". Nos cuenta que algunas cosas son robadas y unos pocos afortunados consiguen comprar a "precios muy muy altos": "El resto solamente se queda mirando, buscando y poniendo su vida en mucho peligro", relata en RNE.

Refaat denuncia que los puntos de reparto de ayuda, en zonas militarizadas por Israel, son extremadamente peligrosos: "Son trampas de la muerte que ha creado Israel, donde reparte comida de manera "miserable" e "indigna". A diario hay víctimas, de 20 a 40 personas, solo por buscar el pan del día". Este médico utiliza las redes sociales para mostrar al mundo lo que sucede dentro de Gaza. Refaat cuenta que "Israel ataca a todo el que muestra la verdad de lo que están cometiendo contra nosotros aquí. Están acabando con todo lo que presta ayuda y servicio a los gazatíes. No quieren que la gente sienta algo de alivio, quieren que sufran lo máximo".

"Todo el mundo ha bajado de peso. Hay personas trabajando como médicos o enfermeras, con sobrecarga. Algunos se han desmayado mientras trabajan en el quirófano o atendían a pacientes, que llegan en forma muy débil. Con enfermedades terribles que no se pueden curar con esas condiciones, porque no están comiendo casi nada. Imagínate una persona que come dos pedazos de pan todo el día y queda así una semana o dos semanas. Los niños aquí están sufriendo lo peor", añade. Entrevista completa en RNE Audio.