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Día tras día, las fotografías de Motaz Azaiza mostraban al mundo los primeros cuatro meses de la masacre israelí sobre Gaza. A través de su cuenta de Instagram, sus imágenes retrataban la destrucción y sus consecuencias. También los rostros que estaban detrás de las frías cifras de muertos. Una ventana a la que muchos en el mundo se asomaron: durante los primeros 108 días desde el inicio de los bombardeos, su cuenta pasó de 25 mil seguidores a 16,7 millones.

Con tan solo 26 años, este fotógrafo palestino se convirtió en un icono mundial del conflicto que consiguió romper el bloqueo informativo que Israel estaba practicando.

Foto: Víctor Lerena / EFE

Un equipo de TVE ha entrado en la Franja de Gaza. Ha sido a través de una visita organizada y controlada en todo momento por el Ejército israelí, que desde que comenzó su ofensiva sobre el enclave palestino hace dos años impide el libre acceso de los periodistas internacionales a la Franja.

Foto: Mohammed Abu Samra / Getty Images

Un equipo de TVE ha podido entrar en la Franja de Gaza junto con el Ejército israelí. La prensa, en todo momento controlada por las fuerzas israelíes, ha llegado a unos 100 metros de la llamada línea amarilla, la linde de retirada de las tropas israelíes dentro de la Franja durante el alto el fuego. Lo poco que se puede llegar a observar desde este punto es escombros, arena y polvo. Ni un edificio en pie y ni rastro de palestinos viviendo en esa zona.

Foto: Jehad Alshrafi / AP

El proyecto de ley para aplicar la pena de muerte contra "terroristas" acusados de asesinar a ciudadanos israelíes ha pasado la noche de este lunes la primera lectura -de un total de tres- en el pleno de la Knéset (Parlamento israelí), al ser aprobado con 39 diputados a favor y 18 en contra.

El proyecto, cuyo promotor es Poder Judío, el partido del ministro ultraderechista Itamar Ben Gvir, prevé aplicar la pena de muerte a aquellas personas clasificadas como "terroristas" por Israel que causaran "la muerte de un ciudadano israelí por motivos de racismo u hostilidad hacia la población, con el objetivo de perjudicar al Estado de Israel y la resurrección del pueblo judío en su tierra", informa la Knéset en un comunicado.

Además, según dicho proyecto, que aún tiene que ser aprobado de nuevo en comisión y luego en dos nuevas votaciones en pleno, dicha pena de muerte la podrán aplicar tribunales militares israelíes en el territorio palestino de Cisjordania "por mayoría simple de los jueces del tribunal de primera instancia", y no por unanimidad, y además "no podrá ser conmutada" por otra pena inferior.

FOTO: EFE

La guerra en Gaza ha supuesto un antes y un después para la sociedad israelí, que apoya mayoritariamente lo que ha hecho y sigue haciendo su ejército en la Franja. Por eso no es frecuente encontrar voces como la de Peter Beinart. Es judío, periodista y profesor en Estados Unidos. Él cree que Israel debe abandonar la persecución y el victimismo.

Beinart es una de las voces judías más influyentes del periodismo estadounidense, lleva años revisando la tradición judía y los derechos humanos. Ahora llega a España su cuarto libro, "Ser judío tras la destrucción de Gaza". Según el escritor, "el horror del 7 de octubre, el sufrimiento del 7de octubre está muy, muy presente en el discurso judío dominante".

El título ya es una declaración de intenciones, nos cuenta que el horror del día de los atentados de Hamas está muy presente en la comunidad judía, pero no lo que ha hecho Israel antes y después de los ataques de Hamas.

Interpela directamente a su comunidad, de hecho, el libro empieza con una carta a un amigo, con el que lleva años sin hablar por diferencias políticas. Le tiende la mano para convertir la discrepancia en un puente, pero por ahora no ha obtenido respuesta. Sin embargo, sí ha podido abordar conversaciones incómodas con algunos de sus lectores ya que muchos piensan diferente a él.

Beinart señala que "una de las cosas que me ha gratificado es que he tenido personas que me han dicho que le dieron el libro a familiares con los que no estaban de acuerdo sobre esto y les ayudó a tener conversaciones sobre este tema". Beinart no busca que cambien de opinión, pero sí abrir un debate real sobre igualdad de derechos y rendición de cuentas. Explica desde su perspectiva que el discurso actual es perjudicial, no sólo para los palestinos, sino también para los judíos.

Imagen: AFP / OMAR AL-QATTAA