Nuevo ataque de Estados Unidos a una supuesta narcolancha. Esta vez en el Pacífico. Han muerto cuatro personas. Es la primera vez que este tipo de operaciones contra las embarcaciones venezolanas ha llegado al Congreso americano. Entre todos los hombres uniformados que aparecen en la secuencia de este vídeo destaca, con guerrera negra, calvo y con gafas, el almirante Bradley, que sabe mejor que nadie lo que pasó aquel día en que el Pentágono empleó su guerra contra las narcolanchas. Él dirigía la operación. Bradley ha declarado a puerta cerrada ante senadores y congresistas que sí, que hubo un segundo ataque para rematar - casi una hora después - a los dos tripulantes que quedaban vivos, flotando indefensos en el Caribe y agarrados a un trozo de lancha. Según la CNN, el almirante ha declarado que fue orden suya y no del secretario de Defensa. Hegseth ya se había exculpado a sí mismo el miércoles.
Algunos demócratas han alegado que se trata de un crimen de guerra por cargar contra personas en necesidad de auxilio. Otros hablan de ejecución extrajudicial. La Casa Blanca defiende que se cumplieron las normas que rigen cualquier conflicto armado. "Es prerrogativa del Congreso declarar la guerra", ha recordado el líder de la minoría demócrata y más ahora que Trump anuncia que la ofensiva continuará por tierra. 87 personas han perdido la vida en los ataques estadounidenses contra estas supuestas narcolanchas.
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Diario de Ucrania