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Sasha Machta, español residente en Jerusalén desde hace cuatro años, ha relatado a La Tarde en 24h cómo la vida cotidiana se ha visto transformada por el conflicto entre Israel e Irán. Las sirenas antiaéreas, las alertas constantes en el móvil y la necesidad de refugiarse en búnkers forman parte de una rutina marcada por el miedo, pero también por una profunda sensación de unidad nacional.

A pesar de la suspensión de clases universitarias y el cierre de muchos establecimientos, los israelíes intentan mantener una cierta normalidad: abren supermercados, restaurantes y salen a la calle cuando es posible. Sasha destaca el orgullo por la inversión del país en infraestructura de defensa y la moral alta del pueblo, convencido —dice— de que "sabemos el precio de no tomar acción".

Foto: AHMAD GHARABLI/AFP

El lanzamiento de misiles iraníes contra objetivos israelíes no ha cesado desde el viernes. En uno de sus últimos ataques, Teherán ha difundido las imágenes sin decir dónde se han lanzado. En Tel Aviv, Jerusalén o Haifa han vuelto a sonar las sirenas y han entrado en acción las defensas antiaéreas. Israel dice que ha interceptado diez drones en dos tandas en los Altos del Golán ocupados.

Israel dice que sus objetivos han sido 40 infraestructuras básicas militares como lanzaderas o almacenes de misiles. Por primera vez también ha reconocido que uno de sus drones ha sido abatido, y que ha mostrado la televisión iraní.

Por otro lado, en un discurso televisado, el líder supremo iraní, Alí Jamenei ha señalado que Irán no se rendirá y ha advertido que, si Estados Unidos interviene, habrá "daños irreparables". Según el Washington Post, los ataques iraníes estarían obligando a Israel a seleccionar lo que quiere derribar. Su sistema Arrow para interceptar misiles es tremendamente caro: 3 millones de dólares cada misil. Al ritmo actual y sin abastecimiento de Estados Unidos, durarían unos 10 días, estiman los medios.

A medida que el conflicto entre Israel e Irán se intensifica, crece la duda sobre si Estados Unidos entrará finalmente en la guerra. El Canal 24 horas analiza la tensión en Oriente Próximo con el almirante Juan Rodríguez Garat, quien asegura que "de momento la clave está en que el conflicto se mantenga contenido", apuntando a que, de momento, Tel Aviv no ha atacado las centrales nucleares persas. Sin embargo, ha asegurado que "lo que hay ya es una guerra, no estamos hablando ya de una guerra híbrida, sino una guerra convencional".

"Ninguno de los dos puede hacer demasiado daño al otro. A pesar de las decenas de muertos en Israel y los centenares de muertos en Irán, ambos regímenes son capaces de aguantar estos golpes sin problemas. (Pero) si llega a Estados Unidos, habrá muchos más golpes", explica el experto.

En este contexto, se ha planteado la posible caída del régimen ayatolá algo que, para Rodríguez, es "una situación muy complicada" porque la ideología y el clero chií "penetran en todas las capas de la sociedad" iraní.

¿Qué ha pasado con Memorial? La organización de defensa de los Derechos Humanos rusa fue prohibida en el país en 2021. Un año después, recibieron el Premio Nobel de la Paz. Alexandra Polivanova, representante de Memorial, nos cuenta en un encuentro organizado por el CIDOB y la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung, cómo siguen trabajando dentro y fuera de Rusia y lo que supuso para ellos recibir un reconocimiento tan importante.

El Organismo Internacional de Energía Atómica ha confirmado que los últimos ataques israelíes han impactado en las instalaciones subterráneas de la planta nuclear iraní de Natanz, el primer centro de enriquecimiento de uranio del país. Desde el inicio de la escalada, Israel ha atacado varias de sus instalaciones atómicas.

Irán, por su parte, ha perpetrado un nuevo ataque con misiles en territorio israelí, que no ha dejado daños ni heridos graves. Asegura que ha logrado alcanzar la sede del Mossad cerca de Tel Aviv, mientras que Israel asegura haber matado al comandante de más alto rango del Ejército iraní que sustituyó al que ya asesinó el pasado viernes.

Trump, en su red social, ha amenazado con matar al líder supremo de Irán. Ha asegurado que saben dónde está y que, aunque su intención no es liquidarle todavía, podrían hacerlo porque "su paciencia se está agotando". Ángel Losada, exembajador de España en Irán, ha considerado en el informativo 24 horas de RNE que "la desaparición de Alí Jamenei sería un golpe muy duro para el régimen y crearía una situación de caos peligrosa" porque, ha añadido, que "no sabemos si los que van a venir van a ser incluso más radicales."

Losada apuesta por la vía diplomática y de la negociación en este conflicto y que, ha asegurado , antes o después tendrá que acabar llegando. Además, ha recalcado que Irán no tiene que tener arma nuclear porque, ha asegurado, que si la adquiere "otros países de la región se verían forzados a tenerla también y entraríamos en una proliferación que puede ser catastrófica para todos."

Por primera vez desde la guerra del Yom Kippur, en 1973, Israel se ve amenazado por el ataque a gran escala de una potencia extranjera. Los misiles iraníes cruzan el cielo de Israel y la defensa aérea del país intenta interceptarlos. Israel lleva décadas blindando su espacio aéreo con la Cúpula de Hierro. Un sistema antimisiles que ha funcionado con éxito en anteriores ataques de Hizbulá o de Irán. En esta guerra, sin embargo, Israel está sufriendo un nivel de destrucción en edificios e infraestructuras que nadie imaginaba.

Foto: EFE/ Abedin Taherkenareh

Han pasado meses desde que Kiev no se despertaba con el ruido de defensas aéreas ante los misiles rusos —más de 30, según las estimaciones— y los cerca de 450 drones kamikaze que se han abalanzado contra la capital durante cerca de nueve horas. Para muchos residentes ucranianos, el ataque ha sido tan imprevisto como descomunal. A los muertos se ha sumado el más de centenar de heridos en ocho distritos de Kiev. Zonas residenciales, sedes de instituciones y algunas infraestructuras básicas han sido alcanzadas por los bombardeos.

Por su parte, Moscú ha justificado la acción señalando que ha golpeado objetivos militares e industriales en Kiev, Zaporiya, Odesa y Chernígov. Todo mientras Corea del Norte ha anunciado que enviará 1.000 zapadores a Kursk para desminar la zona rusa ocupada por los ucranianos.

José Vericat, investigador principal de Oriente Medio del Real Instituto Elcano, cree que "Israel está empujando y haciendo todo lo posible para una intervención estadounidense en la guerra" con Irán. Este especialista, que ha sido entrevistado en el Canal 24 Horas de RTVE, opina que "Israel por sí solo no puede llevar a cabo la destrucción del programa nuclear iraní, que ha sido dañado, pero no destruido; y tampoco puede conseguir un cambio de régimen, que es también otro de los objetivos".

"La entrada en esta guerra de EE.UU. sería absolutamente determinante. Irán está evitando por todos los medios esa intervención directa de EEUU y está poniendo mucho cuidado en no atacar las bases con soldados estadounidenses y las infraestructuras petrolíferas de la región, que sería suicida por parte de Irán", asegura Vericat.

En medio de los ataques de Israel a Irán, Trump aumenta la incertidumbre. Pide a los 10 millones de habitantes de Teherán que evacúen la ciudad y reitera que Irán no puede tener armas nucleares. Tel Aviv argumenta que el país persa lleva años invirtiendo millones para exterminarles. La campaña israelí comenzó con bombardeos contra objetivos militares e infraestructura nuclear, como la central de Natanz. Ahora amenazan a todo el régimen iraní. Netanyahu advierte que las operaciones continuarán tantos días como sea necesario. Teherán podría estar intentando que Estados Unidos forzase un alto al fuego inmediato a cambio de que el país persa considerase ser más flexible en las negociaciones nucleares. Trump predice que Teherán firmará el acuerdo nuclear.

FOTO:EFE/EPA/ATEF SAFADI

Haifa, en el norte de Israel, tiene el puerto más grande y la mayor refinería del país. Y eso la coloca en la diana. También a sus habitantes. Un proyectil iraní cayó anoche a los pies de estos bloques de viviendas. La explosión y su onda expansiva hicieron que todo saltara por los aires, incluso los coches. Los daños causados demuestran la capacidad destructiva del misil. Sin embargo, no ha muerto nadie. Todo el mundo corrió a buscar refugio.

Foto: Rami Shlush / Reuters

En Irán siguen cayendo las bombas por cuarta jornada consecutiva. Esta vez, el blanco no ha sido una instalación nuclear, sino la sede de la radiotelevisión pública (IRIB). Un giro llamativo en la estrategia israelí, que hasta el momento había realizado sus ataques contra objetivos militares o científicos, y que ahora podría centrar su interés en provocar la caída del régimen de los ayatolás. Una idea que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no disimula. En declaraciones recientes a la cadena ABC News, ha insinuado que un cambio de régimen en Teherán podría ser una consecuencia deseable, además de sugerir la posibilidad de asesinar al líder supremo de Irán, Alí Jamenei.

Sin embargo, expertos alertan del riesgo que implicaría ese escenario. "El problema con el cambio de régimen es que podría desembocar en una guerra civil, y eso es algo que deben valorar tanto Estados Unidos como Israel”, apunta el periodista y analista, Eugenio García Gascón, a RTVE.

En medio de esta escalada, Washington espera que Irán opte por moderar su respuesta, pese a que el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, ha advertido que responderá a la ofensiva con contundencia.

Desde que comenzó la guerra en Gaza han muerto más de 54.000 personas y 15.000 de ellas son niños. Los bombardeos sistemáticos a objetivos civiles y los últimos ataques del Ejército de Israel contra puntos de reparto de ayuda humanitaria han hecho resonar la palabra genocidio.

Paula Peña, redactora en VerificaRTVE, explica en La tarde en 24 horas que genocidio se refiere a "cualquier acto cometido con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". "La intención puede manifestarse de diferentes formas, por ejemplo, mediante una matanza directa, también causando lesiones graves físicas o mentales, imponiendo condiciones de vida destinadas a la destrucción del grupo Impidiendo los nacimientos o también incluso trasladando a la fuerza a niños de un grupo a otro", añade Peña.

Desde VerificaRTVE han hablado con distintos expertos y coinciden en que "hay indicios suficientes para calificar de genocidio la ofensiva israelí sobre los palestinos". Como razones, se contempla el "limitar el acceso a alimentos, cortar el suministro de agua, atacar centros médicos o impedir la ayuda humanitaria". Esto "construye una narrativa deliberada de exterminio que, lejos de acciones o daños colaterales, pues sí que se puede codificar de genocidio", razona Peña.

IMAGEN: AP Photo/Abdel Kareem Hana