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El 13 de junio comenzó la operación León Naciente, cuando Israel atacó varios objetivos nucleares iraníes y su cúpula militar con el objetivo de "frenar el avance nuclear de Irán". La operación se preparó durante 14 meses, tras el primer ataque directo de Irán a Israel en abril de 2024, en respuesta al bombardeo israelí a su embajada en Damasco. La tensión entre ambos países, enemigos desde hace décadas, ha crecido con conflictos en Gaza, Líbano y Yemen.

En julio, un bombardeo mató al líder de Jamás en Irán, y en octubre Irán respondió con más de 200 misiles balísticos. Ahora, el conflicto escala y queda la duda de si Estados Unidos intervendrá. Trump se da dos semanas para evaluar, buscando la diplomacia, mientras Teherán advierte que no negociará si los ataques continúan.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha confirmado el bombardeo "con gran éxito" de las instalaciones nucleares iraníes de Fordo, Natanz e Isfahán, señalando que sobre Fordo se lanzó una "carga completa de bombas" y que todos los aviones ya están fuera del espacio aéreo iraní.

En una declaración desde la Casa Blanca, ha calificado la ofensiva como un "éxito militar espectacular", afirmando que las instalaciones nucleares "han sido completamente borradas". También ha advertido que si Irán no elige la paz, EE.UU. atacará "otros objetivos con precisión, velocidad y habilidad", y agradeció a Netanyahu por la cooperación.

Israel e Irán han continuado sus ataques cruzados por noveno día consecutivo. Israel ha asegurado que no se han contabilizado víctimas en su territorio, pero sí en Irán. El Ejército israelí dice haber matado a un comandante y a otro científico nuclear iraní, el décimo desde que comenzará el conflicto el 13 de junio. La Guardia Revolucionaria iraní ha confirmado la muerte de cinco de sus miembros este sábado. Según The New York Times, el líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí, ya habría nombrado a tres posibles sucesores por si llegan a matarle.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha reunido en Estambul con el ministro de Exteriores iraní, Ali Bagheri Kani, en el marco de la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica. Erdogan acusa a Israel de sabotear las negociaciones nucleares entre Irán y EE. UU., actualmente estancadas.

Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron afirma haber acordado con su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian, impulsar las conversaciones con Europa. Mientras tanto, crece la inquietud internacional por una posible intervención de Donald Trump en Oriente Próximo, un escenario que Irán califica de "muy peligroso".

Nuevos intercambios de ataques entre Israel e Irán por novena noche consecutiva. En las últimas horas, el Ejército israelí ha bombardeado las instalaciones nucleares en Isfahán y militares en Shiraz. Dice haber matado a dos comandantes y a cinco miembros de la Guardia Revolucionaria iraní en Jorramabad y a dos civiles en un edificio de la ciudad de Qom.

El ministro de Exteriores iraní advierte: "Si Estados Unidos interviene, sería muy muy peligroso para todos". Lo ha dicho tras reunirse este viernes en Ginebra con sus homólogos europeos, que piden que Washington y Teherán vuelvan a sentarse a negociar el programa nuclear. Los ayatolás se niegan a negociar con Estados Unidos mientras continúen los bombardeos israelíes.

El presidente francés Emmanuel Macron ha llamado al iraní Masoud Pezeshkian para acelerar las conversaciones nucleares entre europeos e iraníes. En la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica, el presidente turco Erdogan ha asegurado que el objetivo de Israel es boicotear el diálogo para el pacto nuclear. El Organismo Internacional de Energía Atómica asegura que Irán tiene material suficiente para varias ojivas, pero no hay pruebas de que tengan un plan para desarrollar armas nucleares.

Foto: JACK GUEZ / AFP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que decidirá en dos semanas si entra en guerra contra Irán y en apoyo a Israel. Dentro del Partido Republicano hay sectores que se oponen a implicarse en el conflicto.

Algunos republicanos veteranos, como Steve Bannon, animan a Trump a atacar, mientras que los ideólogos del 'trumpismo' responden que Israel puede hacerlo solo.

En Irak nunca aparecieron las armas de destrucción masiva y ahora la pregunta es si Irán está cerca de tener una bomba atómica. Trump dice que es cuestión de unas pocas semanas y que si la consiguen el "mundo entero explotará". Aunque sus propios Servicios de Inteligencia han sido más cautos.

Foto: AP Photo/Manuel Balce Ceneta

Los políticos israelíes repiten estos días que los misiles iraníes no distinguen entre judíos y árabes, pero la protección civil en Israel sí. Hace unos días, un misil iraní impactó en Tamra, una ciudad árabe del norte de Israel, matando a cuatro personas. La tragedia reveló una realidad preocupante: en toda la ciudad no existe un solo refugio público.

No es un caso aislado. En Rahat, ciudad árabe en el desierto del Negev y cerca de zonas militares sensibles, viven más de 80.000 personas sin acceso a ningún refugio público. El propio vicealcalde admite que existe discriminación. A solo 20 minutos en coche, Ofakim, una ciudad judía con apenas la mitad de habitantes, cuenta con 13 refugios públicos. Además, muchas de sus viviendas están equipadas con habitaciones seguras o búnkeres privados.

Los recientes ataques con misiles, tanto de Irán como de Hamás, han expuesto una desigualdad crítica en la protección civil en Israel: más de la mitad de los hogares no cuentan con refugios adecuados, y la brecha entre comunidades judías y árabes es especialmente marcada.

En paralelo al conflicto armado, Irán e Israel han protagonizado una intensa batalla discursiva durante la primera semana de bombardeos. Ambos afirman atacar solo objetivos militares, mientras se acusan mutuamente de golpear civiles. En total, se han producido centenares de muertos del lado iraní y más de 20 en Israel.

Irán insiste en que su programa nuclear es pacífico, mientras Israel asegura que Teherán tiene suficiente uranio para fabricar nueve bombas atómicas. Para Irán, la ofensiva israelí es la mayor agresión del "régimen sionista"; Israel, por su parte, ha afirmado que sus ataques son una cuestión de seguridad nacional.

Los Gobiernos de ambos Estados han justificado en reiteradas ocasiones a lo largo de la última semana su posición como una respuesta obligada. Irán sostiene que solo se defiende, e Israel declara que no cesará los bombardeos hasta garantizar su supervivencia.

Foto: YAHYA ARHAB/EPA