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Los vaivenes en la aplicación de los aranceles de la Administración Trump acaban afectando a la economía global, especialmente a los particulares.

Uno de los primeros efectos en la economía producido por los aranceles cruzados entre Washington y Pekín es un aumento de la inflación global. Los precios aumentan para todos los consumidores, sea cual sea su país de residencia.

En un mundo globalizado donde buena parte de las economías están interconectadas, el sobrecoste arancelario recortará el poder adquisitivo del ciudadano. Este sobrecoste será aún mayor al comprar productos estadounidenses, o ensamblados allí, como un teléfono móvil.

Los aranceles ya encarecen materias primas como el grano. China, al dejar de comprar soja a EE.UU., querrá comprarla en Brasil, que es el mayor suministrador de la UE. Jorge de Saja, director de la Confederación de Fabricantes de Piensos para Animales (Cesfac), aclara que "los fuertes aranceles que China ha impuesto a EE.UU. hace que China vaya a comprar más soja brasileña, lo que reduce aun más los suministro alternativo a la soja americana".

El impacto de una soja o maíz más caros, supone el encarecimiento de los piensos y por tanto la subida del precio de la carne para los consumidores. Este tipo de efectos directos e indirectos pueden hacer rebotar el IPC alimentario.

Cada día cientos de congoleños abandonan su país y cruzan a Uganda. Más de 40.000 civiles han huido desde finales enero de la violencia desatada en el este de Congo, la zona más rica en minerales del país. A finales de ese mes, los rebeldes del M23 lanzaron una ofensiva sobre las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur y lograron hacerse con las capitales de ambas. El Gobierno del Congo ha pedido ayuda a Estados Unidos para combatir a esta guerrilla. Y a cambio, le ofrece acceso directo a comprar sus minerales: coltán, litio o cobalto, esenciales para las empresas tecnológicas, como Apple o Tesla. China también quiere un acuerdo prioritario con el Congo, pero Trump se ha adelantado y ya ha firmado su contrato, precisamente el mismo día que anunció los aranceles mundiales.

Las presiones de empresarios y congresistas republicanos influyeron para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya pausado durante 90 días los aranceles que va a imponer a sus socios comerciales. En el otro lado del tablero, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que la UE hará lo mismo para "dar una oportunidad a la negociación".

La rentabilidad de la deuda ha alcanzado unos niveles incómodos los últimos días y, aunque Donald Trump dijese que están mucho mejor, el entusiasmo de la bolsa no ha llegado en la misma medida a la deuda. En EE.UU. se pusieron en alerta cuando el interés del bono a 10 años alcanzó el 4,5%, aunque ahora se ha rebajado al 4,3%. A finales de la semana pasada, cuando se activó como valor-refugio, alcanzó el 4%, momento en el que se han visto fuertes ventas de bonos estadounidenses. El problema es doble, explica David Martínez, periodista de RNE, por un lado, para la economía, ya que si sube el interés de la deuda se encarecen los créditos o las hipotecas, y, por otro, podría obligar a la Reserva Federal a bajar los tipos de interés oficiales en detrimento de su lucha contra la inflación.

Nuevo volantazo de Donald Trump. 24 horas después de su último ataque arancelario, el presidente estadounidense ha suspendido las amenazantes tasas aduaneras. Ha sucedido justo después de que la Casa Blanca hubiese negado tajantemente que esto fuera a suceder.

A quien no ha dado ninguna tregua es a China, a quien vuelve a subir unos aranceles que ya van por el 125%. La decisión de Trump tiene dos consecuencias inmediatas: ha detenido la sangría en las bolsas y da un margen de tiempo para los países que quieran negociar con Washington.

Javier Carda, director de Porcelanosa en Vietnam y vicepresidente de la Cámara de Comercio Española en Vietnam, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní para analizar el impacto de los aranceles de Estados Unidos en las bolsas asiáticas. "Los aranceles se han vivido con sorpresa e incredulidad. Son unos días muy intensos en Vietnam, con muchos encuentros con las autoridades locales y con las empresas", cuenta. Las bolsas de China continental y Hong Kong han registrado fuertes pérdidas tras los aranceles adicionales del 50% impuestos por EE.UU.: "Todos los países de esta región están interconectados. Los aranceles a China están afectando en gran medida a todos esos países", afirma.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado Vietnam para reforzar los lazos económicos entre ambos países en plena guerra arancelaria, una gira por el frente asiático que también tiene parada en China. Javier Carda apuesta por el mercado vietnamita: "Es una economía en crecimiento constante, uno de los mercados más dinámicos del sudeste asiático y para España representa una gran oportunidad", concluye.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se reúne con los consejeros autonómicos para abordar la guerra arancelaria de Trump. La consellera de Innovación, Industria y Comercio de la Generalitat Valenciana, Marián Cano, explica que acude al encuentro con voluntad de diálogo y colaboración. "Reivindico una postura firme, unida e inteligente por parte de la UE. A nivel nacional, pido diálogo y transparencia con una participación de las comunidades autónomas", asegura en 'Las Mañanas de RNE'. Sobre el acuerdo con Junts, Cano dice que no entiende que existan negociaciones bilaterales al margen de otros territorios: "Se debe negociar en una mesa con todas las partes afectadas. La Comunidad Valenciana es netamente exportadora, con una penetración importante en el mercado americano".

Sobre la investigación de la dana, la consellera asegura que confían en la justicia y que "se actuó donde se tenía información". "El esfuerzo del Consell está centrado en la reconstrucción y en la recuperación [...] Que se exija a Bruselas que se establezca un marco temporal que permita ayudar a las empresas de manera efectiva y no con limitaciones". Cano añade que la Comunidad Valenciana tiene que ser tratada con la justicia que se merece e insiste en que se solucione la infrafinanciación del territorio.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reivindicado este jueves desde Vietnam el comercio justo y el multilateralismo ante los aranceles de su homólogo estadounidense, Donald Trump. "El comercio no es un juego de suma cero. Si uno gana, el otro también puede ganar", ha afirmado. A mediados de marzo, Trump decretó aranceles del 25% sobre el aluminio y el acero europeos, unos gravámenes a los que se sumaron esta semana los llamados "aranceles recíprocos", pausados por el momento durante 90 días. Sánchez ha afirmado que esa es la "hoja de ruta de Europa". Así ha reaccionado ante el anuncio de una tregua por parte de EE.UU. en esta guerra comercial.

Las principales bolsas de Asia han abierto este jueves con fuertes subidas, con ganancias de alrededor de un 9% en el caso de Tokio y Taipei, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara una suspensión de 90 días de sus denominados "aranceles recíprocos", excepto para China.

El secretario del Tesoro de Estados UnidosScott Bessent, ha criticado este miércoles el planteamiento de que Europa debería mirar más hacia China en vez de a Estados Unidos, que ha atribuido a fuentes españolas, ya que se trata de "una apuesta perdida" para los europeos. "Sería como pegarse un tiro en el pie", añadió en un evento con banqueros.

La decisión de Donald Trump de pausar los aranceles afecta directamente a la Unión Europea, que este miércoles había aprobado su respuesta con una lista de miles productos que gravar a partir de la semana que viene. Hasta hace unas horas, ya había en marcha aranceles generales del 20% ahora, se bajan al 10%. La Comisión Europea dice que está pendiente de conocer más detalles de este anuncio y veremos en las próximas horas el nuevo giro de Trump cambia los planes de Bruselas.

Foto: REUTERS/Yves Herman

China y Estados Unidos no solo son las dos mayores economías del mundo: juntos representan la mayor relación económica que existe a nivel global. China exporta a Estados Unidos unas 3 veces más de lo que le compra. Pese a lo que pudiera parecer, con estos datos de 2024, la mayoría de analistas cree que Pekín aguantará mucho mejor la guerra comercial que el país norteamericano.

Pekín lleva preparando este escenario desde el primer mandato de Trump. Ha ido reduciendo su dependencia exportadora con EEUU, al que vende principalmente productos electrónicos, baterías y juguetes. Y ha ido apoyándose sobre todo en países de su entorno y en la India. Estados Unidos lo tiene más complicado, porque tiene una dependencia muy alta de componentes industriales, tecnológicos o de minerales estratégicos que importa de China, y que son imprescindibles en su economía. Además Washington se está aislando a nivel comercial, todo lo contrario que China.