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El exilio de Afganistán en España, seis meses después: "No podemos quedarnos sentados, estamos obligados a cambiar"

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Las Mañanas de RNE - Ali, refugiado afgano en España: "No podemos quedarnos sentados, estamos obligados a cambiar"

Llegaban en shock a España tras salir de forma abrupta de Afganistán, dejando atrás a familiares, amigos y todas sus pertenencias. Seis meses después, el duelo por la pérdida persiste en muchas de las familias que llegaron a España huyendo de los talibanes. Se sienten privilegiados pero están muy preocupados por la situación de su país y por su gente.

"Están tranquilos porque se sienten protegidos, pero se mantiene la incertidumbre y miedos por su familia o amigos que todavía no han conseguido abandonar el país", asegura Luis Manzano, del área de programas de ACCEM, una de las organizaciones que acoge desde agosto a las familias afganas que llegaron a España. "Siguen muy preocupados porque algunos todavía no han podido contactar con todos sus familiares en origen y la situación en el país les preocupa mucho", añade Manzano.

La nueva vida de Alí

Alí Hussaini trabajó como traductor para el ejército español, tuvo que salir huyendo con su mujer y sus cuatro hijos pequeños sin mucho tiempo para pensar que era lo mejor para él y su familia. Le avisaron del Ministerio de Exteriores a las 15:00 de la tarde y a las 19:00 ya estaba camino del aeropuerto de Kabul. Sin embargo, no pudieron acceder hasta las 2:00 de la madrugada

"Mis hijos se fueron llorando. Dejar a la familia es muy duro"

"Mis hijos fueron llorando hasta llegar a Madrid por su familia, sus abuelos, sus tios y tías. Y yo también, dejar a la familia es muy duro", añade Alí. Ahora viven en un pueblo de Madrid, en un piso de dos habitaciones gestionado por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Los niños- el menor tiene un año y el mayor ocho-, van al colegio cada día.

"Llegaron en agosto, así que casi todos los niños pudieron empezar el curso escolar al igual que el resto de sus compañeritos de clase en septiembre. Esto es inaudito, porque normalmente los solicitantes de asilo se incorporan al ámbito escolar cuando llegan, sea octubre, enero o mayo", apunta Áliva Díez, coordinadora estatal de acogida de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Escolarización de los niños

"Los niños afganos pudieron empezar el curso con toda normalidad y eso ha ayudado a todo el núcleo familiar porque los adultos se han podido liberar de parte de la carga de los cuidados para poder estudiar español o planificar su futuro", apunta Áliva Díez. Más de 500 menores afganos han sido escolarizados desde que llegaron en agosto y han nacido 12 bebes en suelo español, apunta el Ministerio de Migraciones e Inclusión.

En total unas 2.000 personas han sido acogidas en el sistema de asilo tras las dos operaciones Antígona y el posterior goteo de colaboradores. El 60% ya tiene el estatuto de refugiado, la máxima protección. "Son personas que han tenido cierto beneficio respecto a otros solicitantes de asilo, porque formalizaron muchísimo antes de lo común y tuvieron acceso directo a plazas de acogida. En 24 o 48 horas fueron derivados a espacios de acogida priorizando que las unidades familiares permanecieran juntas", cuenta Áliva Díez.

Los tiempos para resolver las solicitudes de asilo también se han acortado mucho respecto a otras nacionalidades. Han recibido el mayor nivel de protección, el estatuto de refugiado, en menos de cinco meses cuando la media está en unos nueve o 10 meses de espera. Esa autorización les permite trabajar en España, pero de momento no está siendo fácil pese a que el Ministerio de Migraciones e Inclusión ha activado un programa para facilitar su empleabilidad.

"Es un salto con pértiga conseguir un trabajo, por mucho que tengas el permiso y por mucho que seas de Afganistán, es difícil porque no todos tienen el nivel de idioma que exigen las ofertas de trabajo". Otra cuestión tiene que ver con sus expectativas en España, como nos cuenta Luis Manzano, de la organización ACCEM, "Suele ocurrir con personas que tienen que huir de su país por un conflicto bélico, hay que reorientar sus expectativas.

El cambio de realidad

Muchas familias tenían un nivel socioeconómico alto en Afganistán. Son de clase media, lo que no se corresponde con su realidad aquí, por lo que hay una parte importante de trabajo con el tema de las expectativas. "No hay cifras oficiales, pero podríamos hablar de un centenar de personas de las que llegaron a España el pasado agosto que han decidido continuar su camino hacia el norte de Europa, fundamentalmente a Alemania.

"Son personas que deciden continuar su viaje porque tenían familiares en otros países, nada fuera de lo normal, está dentro del diseño del proyecto migratorio de cada familia". El problema es que ahora se enfrentan a ser devueltos a España por el Tratado de Dublín y a quedar fuera del sistema de acogida.

"Hay que avanzar, no sentarse sin hacer nada, encontrar trabajo"

Alí Hussaini tenía una Agencia de Viajes en Afganistán, aunque tuvo que cambiar de trabajo tras la pandemia y especializarse como joyero. Cree que no le será fácil encontrar trabajo en España en ese campo, así que está haciendo muchos cursos de formación en el empleo. Aunque sus hijos siguen llorando cada vez que llaman a su familia en Afganistán, Alí es consciente de que están obligados a empezar una nueva vida en España. "Hay que avanzar, no sentarse sin hacer nada. Mi esposa está haciendo un curso de español, mis hijos en el colegio y yo cursos de empleo para garantizar el futuro de mis hijos"