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Aniversario atentados en Cataluña 17A

"Algunas víctimas pasean cada semana por La Rambla para superarlo. Otras no han vuelto a pisarla"

  • Los ataques de Barcelona y Cambrils causaron 16 muertos y más de 120 heridos | Estos días se enfrentan al primer aniversario
  • En Barcelona se creó una unidad compuesta por expertos, víctimas de ETA y del 11M para atender a los afectados del 17A

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Tras el doble atentado en Cataluña, se multiplicaron los homenajes a las víctimas.
Tras el doble atentado en Cataluña, se multiplicaron los homenajes a las víctimas.

"Hay tantos duelos como víctimas de atentado. Existen denominadores comunes pero el dolor se vive desde múltiples formas. Hay víctimas que no han podido volver a pisar La Rambla de Barcelona o el paseo marítimo de Cambrils y otras que pasean cada semana para superar el horror que allí vivieron y volver a la normalidad".

Son palabras de Roberto Manrique, asesor de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT), creada el pasado mes de febrero en Barcelona, que sabe bien de lo que habla. El 19 de junio de 1987 fue, como cada día, a trabajar al Hipercor de la avenida Meridiana de la ciudad condal sin saber que iba a convertirse, de por vida, en víctima, con heridas graves, del mayor atentado perpetrado por la banda terrorista ETA.

Ahora, en esa unidad, víctimas de esa masacre, del atentado terrorista del 11-M en Madrid y de otros ataques asesoran y ofrecen apoyo estable y continuado a las víctimas del doble atentado del 17A en Cataluña, en el que murieron 16 personas y resultaron heridas más de 120, desde diferentes ámbitos: jurídico, psicológico, psiquiátrico, clínico y administrativo.

Las 16 víctimas mortales en Barcelona y Cambrils

Julian Cadman, Pepita Codina, Maria Correia, Bruno Gulotta, Carmen Lopardo, Francisco López, Javier Martínez, Ian Moore, Silvina Alejandra Pereyra, Pau Pérez, Lurdes Ribeiro, Luca Russo, Ana María Suárez, Jared Tucker, Elke Vanbockrijck y una mujer de nacionalidad alemana fueron los que pisaron por última vez la Rambla y el paseo de Cambrils. Las víctimas mortales de los atentados de los que se cumple ahora un año. Cinco españoles, tres italianos, dos portugueses, un belga, un estadounidense, un canadiense, una hispano-argentina, un australiano y una alemana.

La mayoría de los fallecidos estaban paseando por la arteria principal de Barcelona cuando Younes Abouyaaqou irrumpió con una furgoneta atropellando a todos los que se encontraba a su paso dejando un reguero de sangre, dolor y vidas rotas, algunas muy cortas como la de Julian Cadman, de siete años y Javier Martínez, de tan solo tres. La muerte no se frenó ahí. El fatal destino quiso que Abouyaaqou, en su huida, se cruzara con Pau Pérez, al que apuñaló mortalmente y robó el coche para huir de Barcelona.

Y mientras él escapaba de una Barcelona sumida en el horror y con los heridos repartidos por hospitales, otros cinco miembros de la célula terrorista- Moussa Oukabir, Said Aalla, Mohamed Hichamy, Omar Hichamy, El Houssaine Abouyaaqoub- trasladaban el terror de la ciudad condal a la costera de Cambrils, donde mataron a otra mujer, Ana María Suárez y hirieron a seis más.

Hay cinco españoles entre las víctimas mortales del doble atentado en Cataluña

"Muchos se libraron del atropello de La Rambla por segundos"

"Muchos de los que paseaban por La Rambla se libraron por segundos de ser atropellados. Esquivaron la furgoneta por milímetros. Ahora hay que superar el temor cuando se acerca un coche. Los atentados dejan víctimas directas y muchas indirectas", señala a RTVE.es Roberto Manrique.

"Algunas víctimas dicen que no son capaces de recordar momentos del día de su boda pero sí cada segundo de lo que vivieron en un atentado", añade, para poner de manfiesto la importancia de la atención psicológica para superar una tragedia así. "Afortunadamente las cosas han cambiado. Yo no tuve la suerte, hace 30 años, de contar con los recursos y la atención que hay ahora. Vivíamos el drama posterior sin ninguna ayuda ni respaldo", señala.

Tanto él como el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), José Vargas, coinciden en que el primer aniversario es complicado. "El primer año es el peor. Las imágenes vuelven constantemente a la cabeza y es muy duro. Luego la intensidad va remitiendo", señala Vargas, que cuenta lo "duro" que es enfrentarse a las imágenes de la tragedia y ver la cara de los terroristas de nuevo por todas partes cuando "muchos aún sufren heridas físicas y todos ellos, psicológicas".

Manrique se queja de la "frialdad" con la que las diferentes administraciones tratan a la víctimas directas y afectados y de que desde la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo tienen que "suplir" la falta de información. Ya han abierto más de 100 expedientes, solo de víctimas españolas, ya que los múltiples afectados extranjeros en estos atentados han realizado los trámites en los consulados y embajadas.

"Se instaló una oficina de atención una semana, ¿una semana? ¿de qué sirve? Muchos estaban encerrados en casa sin salir y no pensaban en nada. No podían, no eran capaces de pensar en trámites, ayudas e indemnizaciones", relata.

En pleno 'shock', el inicio de trámites para el reconocimiento como víctima

Existen tres tipos de víctimas: los fallecidos y familiares en primer grado, los heridos (no se cuenta como víctima de terrorismo a los familiares de los heridos) y un tercer y amplio grupo de afectados (comerciantes, testigos presenciales, etc). "Muchos desconocen sus derechos, los recursos de que disponen, las ayudas y exenciones de impuestos, las indemnaciones, los plazos, dónde deben acudir", afirma Manrique.

"Las propias categorías de víctimas son discutibles. ¿No requiere de ayuda psicológica como víctima de terrorismo una joven a la que se llama, estando fuera de España, para comunicarle que su madre acaba de sufrir un atentado en La Rambla y está muy grave en un hospital? ¿Alguien se imagina ese viaje de vuelta? Al ser familiar de herido, no se le considera víctima de terrorismo", explica Manrique, que también lamenta que algunos, "pocos, pero algunos", tratan de "aprovecharse" de la situación y se inventan que estaban en La Rambla u otras situaciones. "También pasó en Madrid el 11M y es lamentable", asegura.

Según explica, los afectados se ven inmersos en una serie de trámites complejos que se suman al 'shock' ya vivido en la traumática experiencia. Los seguros privados no cubren una coyuntura de ataque terrorista, por lo que todo depende del Consorcio de Compensación de Seguros público que valora las secuelas físicas y psicológicas y otorga indemnizaciones. Tienen un año para exigirlas, por lo que justo ahora expira ese plazo.

Desde la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo y la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas destacan que, afortunadamente, la "herida social", aunque "también profunda" se gestiona de forma diferente.

Aunque reconocen que hay personas con "auténtico pánico" por pasear por determinados lugares muy concurridos, otras gritan ese "no tenemos miedo"- en Cataluña se lanzó el lema 'No tinc por' tras los atentados- con cada gesto para dejar claro a los terroristas que no consiguen su objetivo. A la mañana siguente, cientos de vecinos y turistas volvían a dar vida a La Rambla. El legendario mercado de la Boquería, por donde Younes Abouyaaqou huyó tras el atropello masivo, también volvía la normalidad. Igual que las playas de Cambrils.

Estos días las imágenes se agolparán en los que vivieron y sufrieron los atentados en su propia piel. Las víctimas esperan poder homenajear a los que ya no están y, sobre todo, piden a los políticos e instituciones que "abandonen las luchas partidistas por un día" y que en este aniversario "solo se recuerde a los verdaderos protagonistas", los que ya no están y los que sobrevivieron a los ataques y tienen que lidiar cada día con el recuerdo.

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