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El Banco de España mejora sus previsiones por "un impacto algo menos negativo" de la crisis catalana

  • Calcula un alza del 2,7% este año, tres décimas más de lo previsto en diciembre
  • Para 2019 pronostica un repunte del 2,3% y del 2,1% para 2020
  • También lo justifica por la evolución "más favorable" de la economía española

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El Banco de España eleva tres décimas su estimación de crecimiento para 2018

El Banco de España ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento de la economía española para este año y los dos siguientes, debido a un impacto "algo menos negativo" de lo esperado de la crisis catalana. En concreto, el organismo eleva tres décimas su estimación de diciembre pasado y ahora la sitúa en un 2,7%. Para 2019, mejora su pronóstico dos décimas -hasta dejarla en un 2,3%- y para 2020, la eleva en una décima al dejarla en un 2,1%. según sus últimas proyecciones macroeconómicas publicadas este martes.

El cálculo de este órgano supervisor supera en una décima el publicado en febrero por la Comisión Europea (2,6%) y en tres décimas el del FMI de enero pasado (2,4%). También es superior al 2,3% fijado por el Gobierno español en octubre pasado, una previsión que -según anunció el presidente Rajoy- se va a subir, pero que aún no ha sido elevada de forma oficial.

En su último informe trimestral (ver documento), el banco central explica que esta mejora es consecuencia de una “evolución reciente más favorable que la anticipada a finales de 2017 tanto de la economía española como de sus mercados de exportación, de un tono esperado de la política presupuestaria más expansivo que el anticipado hace tres meses, y de un impacto algo menos negativo asociado a la situación política en torno a Cataluña respecto al incorporado en el escenario central de las anteriores proyecciones”.

No descarta un rebrote de tensiones en Cataluña

Sin embargo, su análisis insiste en que "no se puede descartar un rebrote de las tensiones" en Cataluña, lo que "impactaría negativamente sobre la confianza y la actividad" en esa comunidad y en España.

La expansión del producto interior bruto se ve favorecida -según el Banco de España- "por los avances conseguidos en la corrección de los desequilibrios macrofinancieros de la economía", entre losque cita el desendeudamiento del sector privado y los superávits por cuenta corriente.

Además, señala que el reciente acuerdo de subida salarial en el sector público se espera que contribuya a impulsar la actividad al ayudar a estimular la demanda.

Por contra, tal y como ha alertado el director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández de Cos, ese pacto afectará al déficit público, que sobrepasará en tres décimas el objetivo marcado por Bruselas (prevé un 2,5% frente al 2,2% fijado).

Incertidumbre por la falta de Presupuestos

Sin embargo, el organismo público vuelve a advertir que "la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para este año en el momento de elaboración de estas previsiones implica una elevada incertidumbre sobre el tono final de la política fiscal".

También apunta otros riesgos a medio plazo para la economía española, entre los que destacan dos vinculados a EE.UU: "las posibles consecuencias del proceso de normalización de las políticas monetarias en las economías avanzadas" y "una eventual intensificación en la aplicación de medidas proteccionistas".

Asimismo, el Banco de España señala a la incertidumbre causada por "la indefinición" sobre las relaciones que adoptarán Reino Unido y la Unión Europea después del Brexit y por la complicada formación de Gobierno en Italia.

"En sentido contrario, el acuerdo de la nueva coalición de gobierno en Alemania" sugiere la posibilidad de una política más expansiva en ese país, que puede favorecer un impulso al crecimiento del conjunto de la zona euro.

Desaceleración de la demanda interna y la creación de empleo

Aunque la demanda interna va a seguir como principal base de crecimiento, el Banco de España reitera su previsión de "una cierta desaceleración de sus distintos componentes", tanto en consumo como en inversión.

En cuanto a la demanda exterior neta -exportaciones menos inversiones-, señala que mantendrá su contribución positiva, "aunque ligeramente descendente".

Por lo que se refiere al empleo, se estima "una moderación de los elevados ritmos de crecimiento" registrados en los últimos tres años, "en consonancia con la desaceleración proyectada de la actividad".

"El aumento sostenido de la ocupación permitirá descensos adicionales de la tasa de paro, hasta situarse en un nivel cercano al 11% a finales de 2020", calcula el Banco.

Respecto a la inflación, el organismo prevé que la tasa media anual modere su avance desde el 2% de 2017 a un 1,2% este año. Este dato es dos décimas inferior a la estimación de diciembre, "debido a un comportamiento reciente del componente energético algo menos dinámico" del proyectado hace tres meses.

Para 2019 mantiene sin cambios su cálculo de un IPC medio anual del 1,4% y para 2020 sigue señalando un 1,7% de subida media de precios de consumo.