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Islandia obliga por ley a la igualdad salarial en las empresas de más de 25 empleados

  • Las compañías tendrán que conseguir un certificado oficial de igualdad salarial
  • La norma, en vigor desde el 1 de enero, terminará de implementarse en 2021
  • Las que no cumplan se enfrentan a sanciones de hasta 400 euros diarios

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La primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir
La primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir.

Islandia es el país con la menor brecha de género del mundo según el World Economic Forum y el que la ha acortado más en los últimos años. Sin embargo, como la igualdad salarial aún está lejos, este 1 de enero ha entrado en vigor una ley que obliga a empresas e instituciones a garantizar que las mujeres no cobran menos que los hombres en el mismo puesto.

El parlamento islandés (Alþingi) aprobó el 1 de junio una norma que insta a todas las entidades públicas o privadas con una plantilla de 25 personas o más a conseguir un certificado de igualdad salarial (Jafnlaunavottun). Esta obligación legal ha entrado en vigor este lunes y cuenta con el beneplácito de la Comisión Europea. Se trata de una enmienda a un artículo de la ley sobre equiparación de estatus y derechos entre mujeres y hombres, que data de 2008.

Las grandes empresas de 250 empleados o más tienen hasta el 31 de diciembre de este año para conseguir el certificado mientras que el plazo se extiende hasta finales de 2021 para las más pequeñas (entre 25 y 89 trabajadores). Las que no cumplan la ley se enfrentarán a multas diarias de hasta 50.000 coronas islandesas (unos 400 euros).

Un certificado cada tres años

La certificación se basa en la norma ISO “Sistema de gestión de la igualdad salarial-Requisitos y guía”, cuya versión islandesa es ÍST 85:2012, y se llevará a cabo por parte de consultoras profesionales que deberán enviar un informe al Centro por la Igualdad de Género (Jafnréttisstofa). Las auditoras deberán proporcionar también datos acerca de las empresas que no pasen el examen. Las compañías no podrán dormirse en los laureles ya que el certificado deberá renovarse cada tres años.

En la televisión pública islandesa RÚV, la ministra de Asuntos Sociales, Rosa Ingolfsdottir, ha hecho un llamamiento a la colaboración de los empresarios porque “hasta ahora el coste de la brecha salarial ha recaído en las mujeres. El proceso de eliminarla será difícil, pero para conseguirlo debemos trabajar juntos y esta es una perfecta oportunidad de hacerlo”.

En 2021, cuando la ley esté totalmente implementada, afectará a 150.000 trabajadores, el 80% de la fuerza laboral islandesa, y a 1.200 empleadores. Se calcula que el coste de esta medida supondrá entre un 0,1% y un 0,3% del coste laboral anual de las empresas.

Brecha salarial "injustificada"

Las empresas no tendrán que pagar lo mismo a todos los empleados. Las diferencias salariales deberán estar justificadas por el nivel educativo, la experiencia o la responsabilidad. Esta ley pretende acabar con la brecha salarial “injustificada” que no responde a ninguno de estos factores, solo la diferencia de género. Así, las islandesas cobran un 5,7% menos que sus compañeros varones por el mero hecho de ser mujeres, según el instituto islandés de estadística.

Las islandesas protagonizaron una sonada protesta contra la discriminación salarial el 24 de octubre de 2016, ese día abandonaron sus puestos de trabajo a las 14:38 horas. Es decir, realizaron un 14% menos de jornada, esa es la diferencia de remuneración que sufren con respecto a sus colegas varones por la brecha salarial. Una protesta que fue imitada en otros países europeos, como Francia, y que ahora da sus frutos.