Enlaces accesibilidad

La epidemia de cólera que sufre Yemen causa 34 muertes en apenas once días

  • Se han registrado más de 2.000 casos en nueve de las regiones del país
  • La OMS afirma que mantiene una "alerta elevada" ante la expansión de la epidemia
  • La mortalidad del brote es del 1,65 %, muy por encima del nivel de emergencia

Por
Varios niños enfermos de cólera son tratados en un hospital de Saná
Varios niños enfermos de cólera son tratados en un hospital de Saná.

La epidemia de cólera que sufre Yemen, en los que se han registrado 2.022 casos de diarrea aguda y sospechosos de cólera, según los datos ofrecidos este martes por la Organización Mundial de la Salud.

"Estamos preocupados por el resurgimiento de casos en Saná, Dhalea, Ibb, Taiz, Dhamar, Hajjah, Bayda, Amanat, Asima y Hudaydah", ha detallado el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, en referencia a las nueve gobernaciones o estados en las que se han constatado casos entre el 27 de abril y el 7 de mayo.

"La OMS está en un estado de elevada alerta para contener el reciente incremento de casos sospechosos de cólera", ha añadido este portavoz, que ha señalado que se están "coordinando esfuerzos con todas las partes para asegurar una respuesta eficaz y rápida".

Yemen ya sufrió un brote de cólera en 2016, si bien ahora la situación humanitaria se ha agravado por la persistencia de la guerra civil. De hecho, la tasa de mortalidad de esta epidemia se sitúa actualmente en el 1,65 %, según la Organización Mundial de la Salud, una cifra bastante alta dado que la ONU considera el 1 % como el límite de lo que se considera una emergencia.

Basura apilada en las calles de Saná, la capital de Yemen

Basura apilada en las calles de Saná, la capital de Yemen. REUTERS

Huelga de basuras en Saná

La organización humanitaria Médicos sin Fronteras también ha señalado en un comunicado su inquietud por el "número creciente de caso de cólera y de diarrea severa" en en Amran, Hajja, Dhalea, Taiz e Ibb. "El número de pacientes ha aumentado drásticamente durante las últimas dos semanas, alcanzando en total más de 780 casos desde el pasado 30 de marzo", indica.

"Nos inquieta que la enfermedad se propague y escape a todo control", declara en el nota el responsable de la ONG en Yemen, Shinjiro Murata, que reclama "un apoyo rápido" para los centros de salud que siguen operativos y ayuda humanitaria para la población "de forma urgente con el fin de limitar la propagación de la epidemia".

Médicos sin Fronteras ha instalado centros de tratamiento de cólera en cinco hospitales para aislar y tratar a pacientes con síntomas de esta enfermedad y para apoyar otras estructuras de las autoridades sanitarias de Yemen. Desde finales de abril, los equipos de la organización han tratado a 276 pacientes en Dhalea y desde el 30 de abril ha hecho lo propio en 263 casos en Hajja, donde 168 fueron recibidos en las últimas dos semana; además, en Amran, Ibb y Taiz han sido ingresados "cientos" de pacientes en las últimas semanas.

La ogranización también advierte de que en Saná, donde viven unos dos millones de personas, las autoridades yemeníes han constatado 310 casos de cólera, mientras la situación sanitaria se degrada día a día en la capital yemení a causa de una huelga de basureros que reclaman el pago de sus salarios, puesto que no cobran desde hace siete meses.

En la guerra de Yemen han muerto unas 10.000 personas

Al borde de la hambruna

Yemen es escenario de una cruenta guerra civil entre las fuerzas leales al gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, que solo controla parte del país aunque cuenta con el respaldo de una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y los rebeldes hutíes que apoyan al expresidente Ali Abdallah Salehen, aunque en el conflicto también intervienen grupos yihadistas, como Al Qaeda y el Estado Islámico.

Los combates han agudizado la situación de pobreza en un país que ya estaba entre los más pobres del mundo, de forma que sus ciudadanos se han visto privados de acceso a suministros básicos en amplias zonas, incluida la comida y el agua potable. De hecho, Cruz Roja Internacional denunció en febrero que el país, uno de los más pobres del mundo, apenas tenía reservas de alimentos para entre dos y cuatro meses, lo que le sitúa al borde de la hambruna.

Naciones Unidas estima, a su vez, que unos 19 millones de personas, el 60 % de la población, vive en situación de inseguridad alimentaria a causa de la guerra, que ya deja más de 7.700 muertos y 42.500 heridos desde marzo de 2015.