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El Estado Islámico reivindica el atentado suicida contra un autobús militar en Túnez

  • Túnez confirma que el atentado fue cometido por un suicida
  • El Gobierno ha decidido cerrar la frontera con Libia 15 días
  • Se cree que el terrorista portaba 10 kilos de explosivos
  • Se trata de un cambio de estrategia de los yihadistas

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Túnez confirma que un suicida fue quien perpetró el atentado en el que murieron doce personas

Una célula tunecina vinculada al grupo yihadista Estado Islámico se ha atribuido el atentado suicida que el martes causó la muerte de 12 militares y heridas a 20 personas en el centro de Túnez capital, y ha amenazado con proseguir con los atentados. Ante esta situación, el Gobierno de Túnez, que tras el ataque ya decretó el estado de emergencia, ha anunciado el cierre de la frontera con Libia, país del que se sospecha proceden los terroristas que atentan en suelo tunecino.

En un comunicado difundido a través de la red social Twitter, la rama tunecina del EI ha asegurado que un joven, al que identifica como Abu Abdala al Tunisi, "hizo explotar una cinturón explosivo en un autobús en la avenida Mohamad V para castigar a los infieles de Túnez ".

"No habrá seguridad en ese país ni cesarán nuestras acciones hasta que en Túnez se imponga la sharia (ley de Dios). Alá es el que vence aunque mucha gente no lo sepa", concluye el breve comunicado, que incluye la foto de un joven embozado con un cinturón explosivo adosado al cuerpo que hace el signo de la victoria con los dedos.

Obra de un suicida

Esta misma mañana, la Presidencia tunecina ya había confirmado que el ataque había sido obra de un suicida, cuyo cuerpo había sido hallado junto al de los doce guardias presidenciales asesinados en el centro de la ciudad.

En total, se han identificado los restos de 12 víctimas y de otra persona, que las autoridades creen que es el terrorista. Hubo también 20 heridos.

Túnez sigue en alerta un día después del atentado contra un autobús militar.

Los investigadores creen que el autor del atentado llevaba 10 kilos de explosivos en una mochila. "Según los detalles preliminares, el agresor llevaba una mochila en su espalda, un abrigo y unos cascos. Se inmoló en cuanto se abrió la puerta del autobús", ha explicado Hichem Gharbi, un guardia presidencial a la radio Shems FM.

Cierre temporal de la frontera con Libia

El atentado de este martes supone un cambio de estrategia de los yihadistas en Túnez. En primer lugar, se trata del primer atentado suicida en la capital. En octubre de 2013, un suicida se hizo estallar en una playa en Susa y, en 2002, otro suicida mató a 21 personas en una sinagoga de la isla de Yerba, pero hasta ahora no había ocurrido en la principal ciudad del país.

Además, otros antentados anteriores, como los cometidos este año contra un hotel y contra el Museo del Bardo, tenían como objetivo a los turistas, mientras que el del martes iba dirigido contra una alta institución del Estado. "El objetivo era uno de los símbolos del Estado (...) Esto es grave, muy grave", ha dicho el primer ministro, Habib Essid.

Ante esta situación, el Consejo de Seguridad nacional que encabeza el presidente, Béji Caïd Essebsi, se ha reunido para evaluar las medidas convenientes y ha decidido, según un comunicado, "el cierre de la frontera con Libia durante 15 días a partir de la medianoche de hoy [miércoles], con un refuerzo de la vigilancia en la fronteras marítimas y en los aeropuertos".

Asimismo, ha aprobado "intensificar las operaciones de bloqueo de páginas [en internet] ligadas al terrorismo" y "tomar medidas urgentes contra las personas que vengan de focos de conflicto en el marco de la ley antiterrorista", aunque la nota no precisa esas medidas.

Forenses inspeccionan el lugar del atentado contra un autobús de la guardia presidencial en la capital de Túnez, el 25 de noviembre de 2015. REUTERS/Zoubeir Souissi

Forenses inspeccionan el lugar del atentado contra un autobús de la guardia presidencial en la capital de Túnez. REUTERS/Zoubeir Souissi REUTERS/Zoubeir Souissi

Manifestación en la capital

Por otro lado, varias decenas de tunecinos se han manifestado este miércoles en el centro de la capital para mostrar su rechazo al terrorismo yihadista y defender la revolución de 2011 y la transición política, que dijeron "sigue muy viva".

Los congregados han enarbolado pancartas y banderas tunecinas con la imagen de Shukri Belaid, el político de izquierdas asesinado por los yihadistas en 2013.

Túnez es uno de los países más laicos del mundo árabe-islámico, y las revueltas de 2011, que se iniciaron aquí, han dado como resultado un gobierno democrático. No obstante, las fuerzas de seguridad tunecinas continúan luchando contra grupos yihadistas locales que desde 2011 se refugian en la región de Kaserin, un área montañosa de difícil acceso vecina a la frontera con Libia.

En el último mes y medio, el ministerio de Interior ha anunciado el desmantelamiento de más de una decena de presuntas células yihadistas, el arresto de más de medio centenar de personas y la desactivación de "un atentado inminente", informa Efe.