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El presidente de Burundi vuelve al país y avisa de que "no habrá piedad" con los golpistas

  • El presidente Pierre Nkurunziza ha anunciado su regreso en Twitter
  • El cabecilla y otros generales golpistas han sido detenidos
  • La policía ha reprimido a tiros las protestas contra el presidente
  • Más de 105.000 burundeses han huido del país tras los violentos choques

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El presidente de Burundi vuelve al país y avisa de que "no habrá piedad" con los golpistas

Los militares que intentaron un golpe de Estado en Burundi se han rendido después de que el presidente, Pierre Nkurunziza, anunciara su regreso al país. Nkurunziza ha advertido de que de que "no habrá piedad para los enemigos de la democracia". El presidente de Burundi se encontraba en Tanzania cuando el pasado miércoles una parte del Ejército y la Policía anunció su destitución.

En un comunicado dirigido a la nación y colgado en su página oficial, el mandatario ha instado a los burundeses a participar en las elecciones de junio próximo, a las que anunció recientemente que se presentaría para aspirar a un tercer mandato en contra de la Constitución, lo que desató una ola de violentas protestas.

"Llamo a la población a ser solidaria para salvaguardar la democracia y acudir con serenidad a las elecciones", ha indicado Nkurunziza, quien de vuelta al palacio presidencial en Buyumbura ha sido recibido entre vítores por centenares de simpatizantes, a su llegada en una larga caravana blindada.

"No habrá piedad para los enemigos de la democracia"

El mandatario ha agradecido el trabajo de la policía y las fuerzas de seguridad que frustraron el golpe y asegura que "no habrá piedad para los enemigos de la democracia". Señala que este golpe fallido se inició con levantamientos e insurrecciones "mínimas" en algunos lugares de la capital, orquestados "desde el pasado año e incluso antes" para derribar un poder "elegido democráticamente".

En concreto, alude a varios campamentos militares ubicados en el distrito urbano de Musaga, que, en su opinión, siempre se han utilizado para orquestar golpes de Estado contra el poder en Burundi. "La paz y la seguridad prevalecen en todo el país", afirma y agradece a los golpistas que se rindieron a las fuerzas de seguridad nacionales.

El líder de Burundi también pide a la comunidad internacional que permanezca al lado de su país. Nkurunziza confirma que las fronteras vuelven a estar abiertas, después de que el miércoles fueran cerradas al caer bajo control de una parte del Ejército. Por último, hace una advertencia a aquellos que quieran "crear problemas" en Burundi: "La guerra puede comenzar y acabar en casa".

El presidente burundés anunció su regreso en Twitter, después de que el jueves le fuera impedido el viaje de regreso: "Estoy en Burundi. Felicito al ejército y la policía por su patriotismo. Felicito sobre todo a los burundeses por su paciencia".

Generales golpìstas detenidos

Al menos tres de los generales golpistas han sido detenidos, según informan las agencias internacionales, entre ellos la cabeza visible del golpe, el general Godefroid Niyombare, según ha informado el portavoz presidencial.

Otro de los generales golpistas, el exministro de Defensa Cyrille Ndayirukiye, ha reconocido a AFP el fracaso de su movimiento aunque ha puesto de manifiesto, asegura, que las fuerzas armadas del país no son profesionales. Ndayirukiye ha acusado al jefe del Ejército, Prime Niyongabo, que ha permanecido leal al presidente, de aliarse con quienes "son corruptos y están destruyendo Burundi".

El exministro de Defensa y uno de los generales golpistas, Cyrille Ndayirukiye, durante la sublevación. Fuente: REUTERS / Jean Pierre Aime Harerimana

La situación sobre el terreno en Burundi y en especial en la capital, Buyumbura, ha sido muy confusa desde que el miércoles un grupo de militares y policías de alta graduación anunciaran en varios medios de comunicación privados la destitución del presidente.

Enfrentamientos en la capital

Nkurunziza había obtenido del Tribunal Constitucional el permiso para presentarse a un tercer mandato, lo que había provocado las protestas de la oposición, con un saldo de 20 muertos. Este viernes, al menos una de las más de 300 organizaciones que participaron en las protestas ha animado a sus seguidores a continuar con las manifestaciones.

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado el temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que hundió al país y todavía afecta a la sociedad.

Durante el jueves, tropas leales a Nkurunziza se enfrentaron a los golpistas en la capital, sobre todo alrededor de la radiotelevisión nacional de Burundi (RTNB).

La comunidad internacional, por su parte, condenó el intento de golpe de Estado. El Secretario General de la ONU; Ban Ki-Moon, llamó a la calma el jueves, mientras los quince miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas mostraron su rechazo a aquellos "que tratan de tomar el poder por medios ilegales".

Más de 105.000 burundeses han abandonado el país tras la intentona golpista y los violentos choques en las calles. Según ACNUR, la mayoría se han refugiado en Tanzania, unos 70.187, mientras que el resto ha huido a Ruanda y la República Democrática del Congo.

Las autoridades de Tanzania han informado de que más de 50.000 burundeses están viviendo a las orillas del lago Tanganica, "posiblemente más", ha dicho la portavoz del ACNUR Karin de Gruijl.