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Largas penas de cárcel para cuatro excontratistas de Blackwater por la matanza de civiles en Irak

  • Los empleados de la empresa de seguridad iniciaron un tiroteo en Bagdad
  • Han sido condenados por la muerte de 14 civiles iraquíes
  • EE.UU contrató a Blackwater para dar seguridad a sus empleados en Irak

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A combination file photo showing Blackwater Worldwide security guards leaving Federal Court in Washington
Imágenes de archivo de Nick Slatten, Dustin Heard y Evan Liberty, guardias de seguridad de la empresa Blackwater condenados en Estados Unidos a largas penas de cárcel.

Cuatro excontratistas de la empresa de seguridad estadounidense Blackwater han sido condenados este lunes por un juez federal de Estados Unidos a largas penas de cárcel por un tiroteo que en 2007 acabó con la vida de 14 civiles iraquíes en Bagdad.

En una sesión celebrada en un tribunal de Washington, el juez Royce C. Lamberth ha sentenciado a cadena perpetua a Nicholas A. Slatten, un antiguo francotirador del Ejército estadounidense acusado de asesinato por efectuar los primeros disparos mortales en el suceso.

El resto de procesados, vigilantes de seguridad armados de Blackwater, -Paul A. Slough, Evan S. Liberty y Dustin L. Heard- han sido condenados a treinta años de prisión cada uno, acusados de homicidio.

Los cuatro hombres ya fueron declarados culpables por un jurado federal el pasado octubre, aunque sus abogados habían apelado, de manera infructuosa, contra el veredicto a fin de rebajar las penas. El caso se ha visto además rodeado por el debate en torno a los contratistas de seguridad privada que trabajan para el Gobierno de EE.UU. en zonas de guerra.

EE.UU. contrató a Blackwater para dar seguridad a sus empleados en Irak

Los condenados, cuyos servicios contrató el Gobierno estadounidense para ofrecer seguridad a sus empleados en Irak, protagonizaron los hechos ocurridos en la plaza Nisour, en el centro de Bagdad, en septiembre de 2007.

Según documentos judiciales, los cuatro dispararon contra los transeúntes en la plaza durante una operación con el fin de despejar el camino para el paso de un convoy del Departamento de Estado, poco después de que explotara un coche bomba en las proximidades.

Como consecuencia del tiroteo, 14 iraquíes resultaron muertos y 18 más heridos.

El caso obligó a revisar la relación del Gobierno estadounidense con la empresa contratista, que, ante las críticas recibidas por un uso excesivo de la fuerza y su vinculación a otros casos de exportación de armas ilegales, cambió de nombre hasta en dos ocasiones desde entonces: primero Xe, y luego Academi.

Entre 2002 y 2012, Blackwater recibió millones de dólares en contratos privados del Gobierno para proteger convoyes, edificios, instalaciones militares y funcionarios de países donde las Fuerzas Armadas de Estados Unidos están en guerra.