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Picasso al Cubo en el Centre Pompidou de Málaga

  • La primera sede del museo parisino en el extranjero abre en Málaga
  • Propone un recorrido por el arte del siglo XX y el XXI a través de 90 obras
  • El edificio del Cubo ha sido 'tuneado' por el artista David Buren

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'El sombrero de flores' (10/04/1940). Picasso Pablo. Donativo de Louise y Michel Leiris, 1984.
'El sombrero de flores' (10/04/1940). Picasso Pablo. Donativo de Louise y Michel Leiris, 1984.

Todo empezó en un partido de fútbol, un amistoso entre España y Francia que se jugó en febrero de 2008 en el estadio de la Rosaleda de Málaga. Allí el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, le planteó al entonces embajador francés, Bruno Delaye, que la capital de la Costa del Sol aspiraba a ser sede del Louvre o del Pompidou. Siete años después abre sus puertas el Centre Pompidou Málaga, el primero en el extranjero del Museo Nacional de Arte Moderno de Francia.

"¡Qué bello símbolo el de elegir esta gran ciudad andaluza que vio nacer a Picasso para la primera inauguración del Centro Pompidou en el extranjero!", dice el actual embajador en España, Jérôme Bonnafont. Y es que se cierra un ciclo, el artista malagueño más universal vuelve de nuevo a su ciudad natal de la mano del país que le acogió y en el que murió dos años antes que Franco sin poder pisar otra vez su tierra -en la que desde 2003 hay un Museo Picasso por expreso deseo del genio del siglo XX-.

"Picasso es de algún modo el leitmotiv de todo lo que está sucediendo en Málaga. La Fundación Picasso Museo Casa Natal hace 27 años ya abrió unos senderos de trabajo importantes. Y esa relación que Málaga abrió con la recuperación de la memoria de Picasso se está haciendo realidad estos días", afirma a RTVE.es el director de esta fundación, José María Luna, también responsable del recién inaugurado Museo Ruso y del Centre Pompidou Málaga.

De Picasso al arte 'recién hecho' de Kader Attia

Y el padre del cubismo abre el recorrido por el arte de los siglos XX y XXI planteados en la exposición permanente que podrá verse desde este sábado en el edificio del 'Cubo' en el Muelle Uno del Puerto de Málaga, y que integran un total de 90 obras variadas y representativas de las colecciones del Pompidou matriz de París.

Del artista malagueño se exhibirán tres obras (El sombrero de flores, 1940; Cabeza de mujer, 1932, Pareja, 1971) en el Pompidou, que, curiosamente, también se convierte en el tercer espacio expositivo en Málaga con presencia del pintor, además de la Fundación Casa Natal y el Museo Picasso Málaga.

Junto a Picasso, obras de artistas como Alberto Giacometti, Max Ernst, Raoul Dufy Francis Picabia, Fernand Léger, René Magritte, Frida Khalo, Yoko Ono, Marc Chagall, Willem de Kooning y de los españoles Eduardo Arroyo, Julio González, Ferrán García Sevilla, Antonio Saura, Joan Miró y Antoni Tàpies sirven para reflexionar sobre la evolución de la representación del cuerpo humano.

Así, las obras estarán distribuidas en cinco secciones que abordarán el retrato como metamorfosis (de Picasso a Rineke Dijkstra), el cuerpo humano "en pedazos" -en torno a la idea de cómo el Cubismo desmontó el mito de la belleza académica, desde Picasso a Tony Oursler)-, el uso del cuerpo como fuerza política por las mujeres artistas (de Orlan a Sigalit Landau), el autorretrato de artista (desde Autorretrato en Neptuno (1922), de Van Dongen, al Autorretrato (1971) de Francis Bacon) y las figuras sin rostro y anónimas (como las de Léger, Chirico o Li Yong Bin).

Femmes dans un intérieur (1922). Fernand Léger.

Cronológicamente, este recorrido por el arte del siglo XX y XXI concluye con una obra "hecha en Málaga" hace apenas diez días, una revisión de la instalación Ghost (Fantasma) del artista francés de origen argelino Kadier Attia, ejecutada junto a los alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Málaga.

Este es el itinerario planteado por la directora adjunta del Museo Nacional de Arte Moderno de Francia y comisaria de la exposición de colecciones en el Centre Pompidou de Málaga, Brigitte Leal, quien ha incluido otras dos secciones independientes más: una dedicada al taller del escultor rumano Constantin Brancusi y otra sobre el propio edificio del Pompidou de París, obra de Renzo Piano y Richard Rogers que con su arquitectura industrial y colorida levantó una gran polémica cuando se construyó en 1977 por romper totalmente con la tradición parisina.

La danza y Joan Miró, primeros inquilinos temporales

Esta exposición permanente podrá verse en la sucursal malagueña durante dos años y después se sustituirá por "un nuevo discurso", explica Luna. El compromiso de permanencia del Centre Pompidou en Málaga es de cinco años prorrogables y costará al Ayuntamiento de Málaga dos millones de euros anuales.

Además, está previsto que se realicen entre dos y tres exposiciones anuales que complementen a la permanente. La primera, desde este sábado al 26 de abril, una muestra multidisciplinar sobre el cuerpo y la danza, con una programación de vídeos y perfomances que reflexionan sobre el arte coreográfico.

En mayo se abrirá la muestra El hotel de Miró, dedicada al que fuera uno de los máximos exponentes del surrealismo.

En paralelo, y al igual que hace el museo en París, se desarrollarán una serie de actividades relacionadas con el cine o con la palabra que persiguen la interacción con el público. "Queremos estrechar la relación con los ciudadanos y especialmente con aquellos que no tienen hábito de visitar museos y que les da miedo acercarse y proporcionarles armas e instrumentos de mediación que faciliten ese acercamiento", señala Luna.

El Cubo, 'tuneado' por Daniel Buren

Aunque el edificio que alberga el Pompidou malagueño "no es de ese tipo emblemático tan característico de los últimos museos", sí que tiene el Cubo de cristal como "elemento definitorio", señala el coordinador del espacio, obra de los arquitectos malagueños Javier Pérez de la Fuente y Juan Antonio Marín Malavé.

Pero para darle un toque más característico y personalizado, se ha encargado 'tunear' ese cubo al artista conceptual francés Daniel Buren, un referente mundial del arte contemporáneo famoso por sus intervenciones en edificios, que relaciona visualmente con su contexto -la fachada del Neus Museum de Nuremberg o los Arcos Rojos del Puente de la Salve del Guggenheim de Bilbao son dos de sus trabajos destacados-. Al estilo del museo alemán, Buren ha colocado paneles traslúcidos de vinilo de distintos colores sobre los vidrios que conforman el Cubo de doce metros de altura.

El Centre Pompidou Málaga dispone de 2.000 metros cuadrados de superficie expositiva en un total de 6.300 metros cuadrados y con techos de hasta nueve metros de altura que al presidente del Pompidou matriz, Alain Seba, le pareció muy propicio para, por ejemplo, colgar obras de gran tamaño que no pueden exponerse en París.

La estimación anual de visitantes prevista es de 250.000 que sus responsables creen que "cubriremos de sobra", aunque han querido "ser prudentes" en las cifras, dice Luna, que sí sentencia que la visita "no dejará indiferente a nadie".

Málaga, la nueva milla del arte

La apertura esta semana del Centre Pompidou Málaga y del Museo Ruso han venido a sumarse a la amplia oferta cultural que ofrece la capital malagueña, que acoge en total 36 museos y centros expositivos y en cuyo casco histórico es posible toparse con uno prácticamente a menos de 500 metros. Esto responde a una línea estratégica de la ciudad andaluza, que decidió hace unos años marcarse los caminos de la cultura y las nuevas tecnologías en su crecimiento. Hacemos un pequeño recorrido por varios de ellos partiendo de la Fundación Picasso Museo Casa Natal, que abrió las puertas en 1988 en la casa de la Plaza de la Merced donde nació el genio universal más de 100 años antes, en 1881; a 350 metros, en el renacentista Palacio de Buenavista del siglo XVI se instaló en 2003 el Museo Picasso Málaga con casi 300 obras del artista en su colección permanente donadas por su nuera Christine y su nieto Bernard y que cumplía el deseo del pintor de tener un museo en su ciudad natal. Caminando otros 500 metros se alcanza el Museo Carmen Thyssen, ubicado en otro inmueble del siglo XVI, el Palacio de Villalón, y que desde 2011 exhibe una colección de más de 230 obras de pintura española y andaluza; también a medio kilómetro de distancia se sitúa, junto a la Catedral de Málaga, el Museo Revello de Toro, pintor también malagueño cuya obra se expone desde 2010 en la que fuera casa taller del escultor Pedro de Mena en el siglo XVII. A 100 metros, el Palacio de la Aduana, de 1788, se prepara para albergar a finales de año dos museos, el Arqueológico y el de Bellas Artes, cuyos fondos se exhibían en el Palacio de Buenavista antes de la apertura del Museo Picasso. Al otro lado, solo separados por el Parque de Málaga, se encuentra el puerto malagueño en cuyo Muelle Uno se encuentra el Centre Pompidou y, paseando pegados al Mediterráneo, a 1,5 kilómetros encontramos el CAC (Centro de Arte Contemporáneo), ubicado en el antiguo mercado de mayoristas en un edificio racionalista y que desde 2003 ha acogido exposiciones muchas de ellas inéditas en España, como las de Marina Abramovic o la actual de Yan Pei-Ming. A 2,2 kilómetros caminando por el Paseo Marítimo llegamos a la Tabacalera, sede del Museo Ruso de Málaga y también del Museo Automovilístico, con el que cerramos un recorrido museístico en el que también se podrían haber incluido museos taurinos, de flamenco, de Semana Santa, de la Alcazaba, Teatro Romano o la Casa Gerald Brenan.