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Van der Weyden revela su esencia en el Prado

  • El Prado organiza el primer monográfico en España sobre el maestro flamenco
  • La muestra puede visitarse entre el 24 de marzo y el 28 de junio
  • La exposición muestra el proceso de la restauración de la obra El Calvario
  • Por primera vez podrán verse reunidas las obras con autoría confirmada

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El Calvario", de Rogier Van der Weyden, se expone en el Prado tras su restauración

"Rogier van der Weyden, utilizando un símil literario, sería el Cervantes o el Quevedo de la pintura flamenca". Esta es la altura artística de un maestro de maestros, y así la expresa a RTVE.es Juan José Pérez Preciado, conservador del Museo del Prado y comisario de Rogier van der Weyden, la primera exposición monográfica en España del pintor nacido en la ciudad belga deTournai hacia 1399.

La muestra, presentada este lunes en el Prado, podrá visitarse entre los días 24 de marzo y 28 de junio. Ofrece casi una veintena de obras y reúne por primera vez cuatro piezas maestras, entre ellas " tres de los trabajos atribuidos con completa seguridad a Weyden", ha explicado en el acto Miguel Zugaza, director del museo, en referencia al Descendimineto de la Cruz (antes de 1433), El tríptico de Miraflores (antes de 1445), y el Retablo de los Siete Sacramentos (hacia 1450).

La cuarta es El Calvario (1457-64), cuya restauración recientemente finalizada ha motivado esta exposición. Fue iniciada tras un acuerdo firmado entre Patrimonio y el Museo en 2011 y el proceso ha supuesto un reto para el equipo de expertos de la institución: "La mayor dificultad ha sido asentar el soporte. Eran 14 tablas dispuestas horizontalmente que se habían movido, estaban repintadas y los movimientos naturales de la madera hicieron que saltara la capa pictórica y primero había que consolidar ese soporte para luego proceder a la restauración de la propia pintura. Eso fué técnicamente lo más complicado", nos describe el comisario.

Rescatar un ser vivo del paso y el peso de los siglos

Como una finisima porcelana trasladada al pincel, la pintura flamenca, además de por el contenido simbólico en la expresión de sus elementos, se caracteriza por una exquisita belleza construida milimétricamente hasta el grado de la miniatura en detalles casi imperceptibles. El artista prepara finas capas de estuco sobre una superficie, generalmente de madera, para facilitar la ejecución del trazo. El resultado es una sutil filigrana visual sobre un soporte no menos frágil. Un ser vivo cuya integridad no es inmune al paso de los siglos. Este nivel de detalle puede observarse en el Descendimiento desde la propia web del museo

En Rogier van der Weyden, el público podrá observar paso a paso la recuperación de el Calvario, en un vídeo donde se observa cómo son separadas las tablas, tratados los estucados originales, cerrada una grieta que atravesaba su parte central, y el ingenioso sistema de estabilización mediante un bastidor que sujeta el cuadro con soportes equipados con muelles que permiten compensar el movimiento natural de la madera.

La influencia del maestro en España

Según Pérez Prado, el visitante disfrutará con "la capacidad de ver el espacio, las tres dimensiones, sobre todo en la obra de Van der Weyden, cuyas obras tienen un aspecto escultórico. El artista juega con la ambigüedad entre pintura y escultura y esto hace muy emocionante contemplarlas, además de lo que transmiten desde el punto de vista religioso". Pero no solo es Rogier van der Weyden el protagonista, también están las obras de los que lo adoptaron como modelo en nuestro país.

En palabras del responsable, la exposición recorre "lo mejor del trabajo de este pintor absolutamente excepcional y la influencia que esas obras, que estuvieron desde muy pronto en España, tuvieron en la península ibérica". Este impacto es uno de los ejes de la muestra, que resalta tanto la afición a este artista tanto de la realeza, empezando por Juan II de Castilla, quien entregó en 1445 a la cartuja de Miraflores el tríptico del mismo nombre y pasando por Felipe II, "el gran poseedor de estas obras" de cuya colección en el Escorial es pieza clave el Calvario.

Esta influencia también se refleja en obras que toman como modelo los originales del autor flamenco. "En España se conocen ejemplos desde 1473", añade Pérez Prado en referencia a ejecuciones inspiradas en la Madonna de Durán. Pueden encontrarse ejemplos de esta "estética rogeriana" en los relieves del sepulcro de Alfonso de Velasco en la capilla de Santa Ana del Monasterio de Guadalupe.

Un interés por la figura de un maestro que "está a la altura de los grandes renacentistas como Leonardo o Miguel Angel, de hecho es un artista renacentista trabajando en los países bajos, donde el Renacimiento está presente a la vez que en Italia", insiste el comisario, y que se reedita ahora, cinco siglos después de su muerte, con este homenaje en el Prado.