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El levantamiento del embargo a Cuba, (no solo) en manos de los republicanos

  • El levantamiento del embargo depende del Congreso, de mayoría republicana
  • Las medidas de Obama vacían de contenido el bloqueo, según expertos
  • Lobbies de Estados Unidos presionan para hacer negocios con la isla

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Cuba espera con emoción el fin a 53 años de bloqueo

"Lo principal no se ha resuelto", advertía este miércoles el presidente cubano, Raúl Castro, en su declaración sobre el histórico restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos.

"Lo principal" es el embargo de exportaciones e importaciones que pesa como una losa económica sobre la isla desde 1960 y que ha sido denunciado por Naciones Unidas y organismos latinoamericanos en numerosas ocasiones.

El embargo a Cuba está recogido en la legislación estadounidense y, por tanto, no depende del presidente, Barack Obama, sino del Congreso, donde los republicanos, en principio poco dispuestos al deshielo con la isla, serán mayoría a partir de enero.

El embargo, en la legislación nacional

El embargo de EE.UU. a Cuba, que prohíbe el comercio con la isla, se inició en 1960, un año después del triunfo de la Revolución, y se endureció progresivamente, convirtiéndose en política oficial en 1962. Hasta 2011, y según datos de la administración cubana, las pérdidas directas e indirectas acumuladas totabilizaban más de un billón de dólares (aproximadamente 800.000 millones de euros).

El nuevo período de relaciones anunciadas por Obama y Raul Castro suponen una hoja de ruta para el desmantelamiento progresivo del embargo económico de EE.UU a Cuba, que durante 53 años ha condicionado la vida de los habitantes de la isla. El bloqueo es una circunstancia con la que ha creido el 76 % de la población que vive en la isla. Le fue impuesto a Cuba por la administración de KeneddY. el 19 de octubre de 1960 casi dos años después del triunfo de la la Revolución para asfixiar al régimen de Fidel Castro tras las expropiaciones a estadounidenses.

La decisión política está inscrita en la legislación estadounidense en varias leyes. Una de ellas, la Ley para la Democracia en Cuba, de 1992 (posterior por tanto a la caída del Muro de Berlín) establece que los EE.UU. deberán "mantener las sanciones contra el régimen de Castro en tanto continúe rechazando avanzar en la democratización y en un mayor respeto a los derechos humanos".

No obstante, a continuación también abre la puerta a "reducir las sanciones de manera cuidadosamente calibrada como respuesta a desarrollos positivos en Cuba". Esto es lo que hizo Obama en 2009 y 2011, cuando facilitó los viajes y los intercambios culturales, y lo que ha hecho este miércoles, aunque a una escala mucho mayor.

Las opciones de Obama

Los principales líderes republicanos salieron en tromba contra el anuncio de Obama y dejaron muy claro que votarán en contra del levantamiento del embargo en el Congreso.

"Es la última herramienta para asegurarnos de que la democracia vuelve a Cuba", ha declarado el senador Marco Rubio, de ascendencia cubana. El exgobernador de Florida Jeb Bush cree que el embargo debería endurecerse, no levantarse.

Pero, sin llegar a levantar el embargo, Obama puede hacer uso de sus facultades ejecutivas para "vaciarlo de contenido", según ha explicado a RTVE.es Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano.

"Las medidas adoptadas abren espacios para que esto ocurra. Es como la 'posición común' de la Unión Europea (UE): no ha sido abolida, pero en la práctica no supone nada", explica Malamud, y pone como ejemplo que "desde hace un par de años, EE.UU. ya es el primer proveedor de alimentos y medicinas a Cuba".

Según el experto del RIE, los republicanos del Congreso pueden votar una resolución de condena de las medidas adoptadas por Obama, pero el clima político favorece al presidente. "Tanto la opinión pública estadounidense en general como la cubano-americana a día de hoy apoyan sus decisiones", asegura.

El levantamiento del embargo a Cuba, en manos de los republicanos

Presiones económicas en EE.UU.

Ana Ayuso, experta en América Latina del Centro de Información y Documentación de Barcelona (CIDOB), cree que detrás del progresivo relajamiento de las sanciones a Cuba están los lobbies económicos interesados en negociar con la isla, por encima de diferencias ideológicas.

"Estados Unidos también está bajo presión. La UE iba a abrir conversaciones con Cuba y La Habana las retrasó a enero. No hay que descartar que fuera una medida para forzar la negociación", explica.

"Obama no tomaría estas medidas si los grandes poderes que están detrás de las elecciones presidenciales no estuvieran de acuerdo", ha asegurado a RTVE.es Juan Manuel Martín Medem, excorresponsal de TVE en La Habana. "Hay incluso republicanos que han viajado a Cuba para apoyar a empresarios de sus estados", añade.

Cuantos más gestos haga Raúl Castro, más margen tendrá Obama

La pelota está ahora en el tejado del régimen de La Habana. "Washington ha dado el primer paso reconociendo el error de su política. Ahora Raúl Castro tiene que mover ficha hacia la apertura política y económica en la isla", asegura el excorresponsal de TVE.

"Cuantos más gestos haga Raúl Castro, tanto en política interna como en su relación con EE.UU., más margen tendrá Obama", advierte Carlos Malamud.

El Gobierno de La Habana no puede contar con que la distensión con su tradicional enemigo se mantenga indefinidamente. La elección de un nuevo presidente en 2016 podría revertir esta tendencia, especialmente si el puesto recae en alguno de los dos favoritos del partido republicano: Bush y Rubio. En cambio la favorita de los demócratas, Hillary Clinton, podría intentar dar un paso más allá: ella fue la primera en hablar de la posibilidad de levantar el embargo.