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Una ola de homofobia recorre África

  • Uganda acaba de aprobar la cadena perpetua para los gays que reincidan
  • Liberia y Nigeria estudian endurecer sus penas contra los homosexuales
  • En Sudán, Somalida, Mauritania y Nigeria se castiga con pena de muerte
  • Solo Sudáfrica posee leyes antidiscriminación para los gays

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Una ola de homofobia recorre África

Ser homosexual en África es un delito y 38 de sus 54 estados encarcelan a los que mantengan relaciones con personas de su mismo sexo. La "caza" al gay se ha puesto de moda y han aumentado considerablemente los ataques y las persecucciones. Políticos y líderes religiosos alentan, desde sus púlpitos, estos ataques contra lo que consideran un "vicio occidental" heredado de la época del colonialismo.

En Senegal, por ejemplo, se castiga con penas de 5 a 8 años de cárcel. Alejandro es el nombre ficticio de un abogado de Dakar, de 35 años, que hace cinco tuvo que abandonar su país y refugiarse en Valencia. 

"Tenía que salir de manera muy urgente, porque era un riesgo para mi vida y una vergüenza para mi familia", asegura a RTVE. Junto a otros activistas, Alejandro participó en un foro sobre SIDA a las afueras de la capital.

Alguien los denunció y, una semana más tarde, la policía detuvo a 9 chicos de, entre 15 y 17 años, que habían estado en ese encuentro. Alejandro quiso ayudarles y salió en su defensa. Descubierto por sus compañeros de trabajo, su familia le aconsejó que abandonara el país para evitar ser detenido. Durante 4 días se refugió en una casa familiar mientras su padre le arreglaba el visado para salir. De madrugada, sin despedirse de nadie dejó Senegal: "Nunca, jamás volveré a mi país no tengo ningún recuerdo bonito".

A los gais no les entierran

Desde pequeño, Alejandro no era como los demás. Su voz aflautada y sus gestos afeminados le delataban. Su madre y sus tres hermanas era las menos indulgentes: "Mi madre me decía tu eres maricón, eres gay y me vas a traer muchos disgustos". Nunca tuvo amigos y no jugó con los demás niños. Cuenta que en el colegio le empujaban y que en la Universidad le agredieron sus compañeros.

"Me tiraron al suelo, me pegaron, las chicas fueron peores porque me daban con sus bolsos en la cara". Tenía miedo a salir a la calle porque podrían matarle. "Te linchan y te matan pero a mí eso no me daba miedo. Mi miedo era que mi familia no pudiera enterrarme. En mi país, los homosexuales no pueden ser enterrados en ningún cementerio".

Alejandro reconoce que, más de una vez, ha pensado en la muerte como su única solución. "Es mejor que esperar a que te desollen vivo o te metan en la cárcel", afirma.

En las prisiones senegalesas, la vida de los gays tampoco vale nada. "Si no les violan, mueren por infecciones antes de los tres meses". Según Alejandro, ningún homosexual vive lo suficiente para poder cumplir su condena.

Sexo pagado

Tampoco ha conocido el amor. En Senegal es imposible mantener una relación homosexual aunque sea clandestina. "Si pillan a dos gays, los linchan hasta la muerte".

Por eso, decidió pagar por "su primera vez" y por las siguientes. "Primero tienes que pagar a una prostituta que sabes que no te puede denunciar, ella se encarga de buscar el chico y el hotel. La mayoría de los que aceptan no soy gays, lo hacen por dinero o por acostarse con la prostituta", dice.

África no es continente para gais

En los últimos años, muchos países africanos han endurecido sus leyes antigays. Uganda es uno de ellos.  A pesar de la presión internacional, el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni, firmó hace unas semanas una nueva ley en la que, además de condenar a los homosexuales a 14 años de prisión, castiga con cadena perpetua a los que reincidan.

También se convierten en criminales los que no denuncien las prácticas homosexuales y por primera vez se incluye también a las lesbianas de forma específica. El texto original proponía la pena de muerte pero la medida fue retirada después de las fuertes críticas de la comunidad internacional.

Las polémicas declaraciones del presidente de Gambia, Yahya Jammeh, también han hecho saltar las alarmas: "Combatiremos contra estas alimañas llamadas homosexuales y gais de la misma manera que luchamos contra los mosquitos de la malaria, o incluso de una forma aún más agresiva ya que pueden conducir a la humanidad a la extinción", dijo Jammeh durante un discurso televisado con motivo del 49º aniversario de la independencia de Gambia del Reino Unido. Se habla ya de un apartheid gay en buena parte del continente negro.

Para la portavoz de Amnistia Internacional, Violeta Assiego, esta homofobia se debe al alto nivel de corrupción, miseria y hambre y, al fanatismo religioso.

"Principalmente lo que está pasando es que hay países donde la corrupción es muy poderosa y también lo es la iglesia con lo cual se busca al homosexual como chivo expiatorio para poder distraer la atención por un lado y, por el otro, perseguir algo que va contra las fuertes creencias religiosas tanto cristianas como musulmanas".

Retroceso en la lucha contra el sida

Algunas ONG temen que el miedo a "salir del armario" suponga un retroceso en la lucha contra el SIDA. "En un clima tan hostil, los gays tienden a ocultarse, evitan hacerse las pruebas o recoger medicamentos en los centros hospitalarios para no delatarse" asegura Violeta Assiego de Amnistia Internacional.

África es el continente con mayor número de personas infectadas con VIH, y el que posee la más alta tasa de mortalidad por SIDA. Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el Sida, Africa subsahariana sigue siendo la región más afectada, donde uno de cada 20 adultos está infectado por el virus, lo que supone el 69% de la población mundial. La intolerencia de algunos puede poner en peligro muchas vidas.