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La fundación 1 de mayo señala que la destrucción de empleo casi se triplicó de 2009 a 2012

  • La fundación de CC.OO. denuncia el "deterioro de la calidad del empleo"
  • En línea con la OIT, reclama crear suficientes trabajos decentes y sostenibles
  • Pide un compromiso para luchar contra la desigualdad de género

Ver tambiénVer también: Crisis, políticas de austeridad y trabajo decente, en pdf, de la Fundación 1 de mayo

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La fundación 1 de mayo de Comisiones Obreras denuncia que la destrucción de puestos de trabajo casi se triplicó en cuatro años, de 2009 a 2012, según el estudio Crisis, políticas de austeridad y trabajo decente.

El informe presentado en la Jornada Mundial del Trabajo Decente explica que cuando cae la actividad económica disminuye el número de trabajadores, pero el ritmo de destrucción se ha acelerado durante la crisis, pese a las reformas laborales de 2010 y 2012. En concreto, por cada décima de caída del Producto Interior Bruto (PIB), la destrucción de empleo -en el total de los ocupados- se disparó en un 186% en 2012 en comparación con 2009.

Las reformas laborales han agravado la destrucción de empleo

El estudio va más allá y afirma que "las reformas laborales no solo no han contribuido a la creación neta de empleo, sino que han agravado su destrucción en el corto plazo". En el mismo sentido, se expresó en TVE, el director de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo en España, Joaquín Nieto, al dudar de los efectos de la reforma laboral a falta de un "balance objetivo" y al recordar que el mercado laboral funcionaba con algún desajuste pero que no era el origen de la crisis.

La fundación de CC.OO. profundiza en la crítica y asegura que la reforma laboral de 2012 "supone un salto cualitativo en la lógica de la precarización". Destaca además que el nuevo marco legislativo profundizará "los niveles de desigualdad de los trabajadores" y desincentivará "la inversión productiva, la innovación y la calidad del empleo".

Acerca del fomento del emprendimiento dirigido especialmente a los jóvenes, el texto resalta que "traslada la responsabilidad de crear empleo a los propios trabajadores" y "diluye la responsabilidad de los empresarios y los poderes públicos".

Precariedad laboral y vital

La precariedad laboral va más allá de la mera temporalidad ya que proliferan empleos muy atípicos: los temporales de menos de seis meses de duración, los que no llegan a 10 horas por semana, los contratos orales y los contratos de "cero horas" o "por llamada" que no especifican el número de horas de trabajo pero exigen disponibilidad inmediata cuando son requeridos por las empresas.

Estas modalidades contractuales tienen "una prevalencia mayor entre jóvenes, mujeres y mayores de 45 años con bajos niveles de cualificación" lo que dispara la precariedad que se manifiesta en "muy bajos salarios, elevado grado de incertidumbre, bajas expectativas profesionales y una exposición más alta a accidentes laborales y riesgos de la salud física y mental".

A esto se suman los falsos autónomos que dependen solo de una empresa con lo que tienen "todos los deberes y presiones de un asalariado pero sin los derechos del mismo" y los becarios que carecen de vinculación laboral pero "en la práctica son una vía encubierta o informal de empleo".

El estudio concluye que "la precariedad laboral deviene en precariedad vital por una restricción, una imposibilidad o una limitación de acceso a las condiciones, exigencias y recursos necesarios para llevar a cabo una vida autónoma".

Empleo=trabajo sin derechos

A medida que ha avanzado la crisis se ha producido un "deterioro progresivo de la calidad del empleo". Esto se advierte en la "elevada" tasa de temporalidad, la reducción de la duración de los contratos indefinidos, el aumento del empleo a tiempo parcial no voluntario, el elevado volumen de trabajo no declarado, el incremento de la inseguridad laboral, la congelación y recorte de los salarios, la reducción de la formación y el aumento de los riesgos mentales.

El incremento de la arbitrariedad y el despotismo en el trabajo es un hecho cotidiano

La fundación 1 de mayo apunta que la reforma laboral de 2012 "reduce el trabajo a coste de producción que debe ser devaluado a toda costa". A consecuencia de "reducir los límites legales y colectivos al poder unilateral del empresario", se detecta "el incremento de la arbitrariedad y el despotismo en los lugares de trabajo es un hecho cotidiano, y se generaliza la actitud de considerar el empleo como un trabajo sin derechos".

CC.OO también recuerda que las políticas de ajuste no solo han frenado la recuperación económica, sino que han recortado los derechos laborales y de protección social. "La reducción del número de beneficiarios del sistema de protección por desempleo y de la tasa de cobertura, así como las políticas de recorte han aumentado la población en riesgo de pobreza o exclusión social", señala.

Modelo de empleo precario y bajos salarios

El informe subraya que "la clase trabajadora pierde peso en el reparto de la renta, frente a los beneficios empresariales" porque más del 90% de la pérdida de renta durante la crisis corresponde a los salarios. Añade que la economía española ha adoptado un modelo de empleo precario "cada vez más desregulado, individualizado y con menos derechos" y "un modelo de bajos salarios, en el que una parte importante de la población trabajadora tiene empleos con bajas remuneraciones".

Los autores del estudio observan que en los últimos años se ha pasado de "un régimen de empleo inclusivo, que trata de extender los derechos laborales, a otro cada vez menos proteccionista y dominado por los criterios del mercado" lo que se refleja en "un empeoramiento de las condiciones de trabajo de la población asalariada".

En España, existe una distribución desigual de la renta entre los trabajadores porque las personas con salarios bajos son cada vez más. Para más inri, "el trabajo no es una salvaguarda frente a la exclusión social" ya que en nuestro país los trabajadores en situación de pobreza pasaron del 10,7% en 2007 al 12,3% en 2011, según datos de Eurostat.

Desigualdad salarial y de género

En cuanto a la discriminación salarial, los más afectados son los jóvenes, los inmigrantes y las mujeres que "han tenido y siguen teniendo salarios significativamente menores al salario medio". Hoy en día, "a igualdad de ocupación y nivel de estudios, el salario de las mujeres sigue siendo inferior al de los varones".

Estas desigualdades "en relación a la condición salarial derivan en brechas sociales y vitales de gran relevancia". Así, las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes son los grupos que se sitúan "más alejados de los que se pueden definir con las condiciones de un trabajo decente y una vida social plena".

Las mujeres no pueden incorporarse al trabajo como mano de obra barata

La fundación 1 de mayo concluye que se ha aprovechado la crisis para "eliminar toda regulación y limitar el poder de negociación sobre los salarios" y que la última reforma laboral "hace saltar por los aires el modelo de relaciones laborales". Destaca también que "ha disminuido las posibilidades de conciliación de la vida personal, familiar y laboral".

Por último, el texto apunta que las mujeres salen perdiendo porque "su inserción en la nueva economía se está realizando en un terreno marcado por la desigualdad de género" y pide un compromiso para que se pase de "la lógica de la exclusión a la lógica de la inclusión laboral y social de las mujeres, que no pueden incorporarse más como mano de obra barata sino como ciudadanas con plenos derechos".