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Los líderes del G-8 se comprometen a intensificar la lucha contra el lavado de dinero y el fraude

  • "Imposición justa, aumento de la transparencia y apertura comercial son vitales"
  • El intercambio de datos bancarios es esencial para luchar contra el fraude
  • El G-8 pide evitar el proteccionismo y llegar a nuevos acuerdos comerciales

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Reunión de trabajo de los líderes del G-8
Reunión de trabajo de los líderes del G-8.

Los líderes del G-8 se han comprometido a intensificar la lucha contra el lavado de dinero y las empresas fantasma que se utilizar para evadir impuestos. En la declaración final de la reunión, se ha subrayado que las empresas son motor "del crecimiento, reducen la pobreza y crean trabajos y prosperidad", y por eso "los gobiernos tienen una especial responsabilidad para promulgar leyes justas y que promocionen el buen gobierno".

Imposición justa, aumento de la transparencia y apertura comercial son vitales

"Imposición justa, aumento de la transparencia y apertura comercial son vitales", ha señalado el G-8 (EE.UU., Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Canadá, Japón y Rusia), que ha insistido en que "las autoridades fiscales de todo el mundo deberían intercambiar de forma automática información para combatir la lacra de la evasión fiscal".

Además, se deberán cambiar las reglas que permiten a las empresas pantalla obtener esos beneficios sin pagar impuestos y que las multinacionales informen a las autoridades qué tasas pagan y dónde las pagan.

El primer ministro británico, David Cameron, que es también el anfitrión de la cumbre que el G-8 celebra en el complejo hotelero de lujo de Lough Erne, en Enniskillen (Irlanda del Norte), ha informado previamente de ese compromiso mediante un mensaje en su cuenta de la red social Twitter.

Lucha contra la evasión y el fraude fiscal

Los líderes del G-8 han abordado la lucha contra la evasión y el fraude fiscal durante una reunión de casi dos horas, en la que también ha participado el ministro británico de Economía, George Osborne.

Cameron ha dicho que los líderes del G-8 habían alcanzado un acuerdo a ese respecto sobre una propuesta británica, y ha añadido que incrementar la transparencia sobre ese tipo de negocios era uno de los objetivos de la reunión.

Las nuevas reglas, una vez que se concrete el acuerdo, dificultarán la creación de empresas pantalla en paraísos fiscales sin que realicen actividad alguna, pero que sirven para ocultar a sus verdaderos propietarios que así evitan pagar impuestos.

Por su parte, la Casa Blanca ha dado a conocer sus planes para mejorar la transparencia y el control empresarial, y ha destacado que EE.UU. ya está actualizando su evaluación de riesgos, con un documento público que analiza los principales conductos y métodos utilizados para el lavado de dinero.

La Administración del presidente Barack Obama ha dicho ser partidaria de que haya una legislación global que requiera la identificación y verificación de la información sobre quienes ejercen la titularidad de ese tipo de empresas.

Para ello, han señalado fuentes estadounidenses, hay que definir a sus propietarios como "la persona que, directa o indirectamente, ejerce un control sustancial sobre una entidad legal, tiene un interés económico sustancial en ella o recibe un beneficio económico sustancial", aunque podría haber alguna excepción. Igualmente se necesitará una recolección y verificación de documentos asociada a esas empresas, entre otras reglas.

El intercambio de datos bancarios es esencial

Además, los países del G-8, que son los más ricos e industrializados del mundo, han recibido de la OCDE un informe en el que se subrayan los pasos necesarios para poner en marcha un efectivo sistema de intercambio de datos bancarios con el que intensificar la lucha contra la evasión fiscal.

En la declaración final del G-8 sobre fiscalidad igualmente se señala también que los países en desarrollo deberían disponer también de información y capacidad para la imposición fiscal, y que otro países tienen la obligación de ayudarles.

También se dice que las transacciones sobre terrenos tienen que ser transparentes y respetar los derechos de la propiedad de las comunidades locales, que las extracciones de minerales se realicen de forma legal y no en zonas de conflicto, y que se declaren los ingresos generados.

Asimismo, el G-8 ha pedido evitar el proteccionismo y llegar a nuevos acuerdos comerciales que impulsen la creación de empleo y el crecimiento económico, entre otros.