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Unas 258.000 personas murieron de hambre en la sequía somalí de 2011 y 2012

  • En una región murió el 18% de los menores de cinco años, según la ONU
  • La falta de un gobierno con poder real aumentó la gravedad de la crisis

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Unas 258.000 personas murieron a causa de la hambruna que sufrió Somalia entre octubre de 2010 y septiembre de 2012, entre ellos aproximadamente 133.000 niños menores de cinco años, apunta un estudio elaborado por varias agencias de la ONU y por la estadounidense Usaid.

Según estas investigaciones, el número de fallecidos representa alrededor de un 4,6% de la población del sur y centro de Somalia, y un 10% de los menores de cinco años en esas mismas zonas.

Esta es la primera vez que se da una cifra aproximada del número de fallecidos por la sequía y la consecuente hambruna que se sufrió en seis regiones distintas de Somalia. "Ahora tenemos una idea de la verdadera enormidad de esta tragedia humana", asegura en un comunicado publicado este jueves por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) uno de sus economistas sénior, Mark Smulders.

De las seis regiones, las más afectadas fueron las de Bajo Shabelle, Mogadiscio y Bay, indica el estudio en el que participaron, entre otros, la FAO y la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad Alimentaria de Somalia (FSNAU). En esas regiones murieron entre el 13% y el 18% de los niños menores de cinco años. El periodo con más víctimas fue entre mayo y agosto de 2011.

Por su parte, la organización estadounidense Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS Net, sus siglas en inglés), que también participó en el estudio, resalta que esta última crisis alimentaria de Somalia es la peor que ha sufrido el país en 25 años.

El Cuerno de África se convirtió en 2011 en el foco de atención del mundo al sufrir una de las peores hambrunas de su historia, que sumió en una crisis humanitaria a más de 13 millones de personas. Somalia fue el país que más sufrió el efecto de esa crisis, donde cerca de la mitad de su población, unos 3,7 millones de personas, padecieron la tragedia, acentuada por el conflicto y la falta de Gobierno efectivo que vive esa nación desde hace más de 20 años.