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Chipre apuesta por los casinos para relanzar su economía y negocia el rescate con la troika

  • La isla quiere levantar las restricciones a la actividad de los casinos
  • Espera acordar el memorando con Bruselas, el BCE y el FMI este jueves

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Chipre apuesta por los casinos para relanzar su economía y negocia el rescate con la troika

El Gobierno de Chipre levantará las actuales restricciones a la actividad de los casinos y establecerá incentivos fiscales para los beneficios reinvertidos en la isla, después de que el rescate de 10.000 millones de euros suponga una drástica reducción de su sistema financiero.

Tras reunirse con los miembros de su Gobierno, el presidente chipriota, Nicos Anastasiades, ha apuntado que este plan de reactivación económica será sometido al parlamento en los próximos 15 días y que esta batería de doce medidas están enfocadas "hacia el crecimiento y por el crecimiento".

El impacto del rescate en la confianza de los inversores y depositantes supondrá un duro golpe para el sobredimensionado sector financiero chipriota, que multiplicaba por ocho el PIB, por lo que el Gobierno busca atraer inversiones internacionales mediante ventajas fiscales y financieras, así como con el levantamiento de la prohibición que impide operar a los casinos en Chipre.

Anastasiades niega información privilegiada

Por otro lado, Anastasiades ha rechazado las acusaciones respecto a la posibilidad de que algunos familiares hubieran podido retirar su dinero antes del 'corralito' al contar con información privilegiada. "Quiero dejar claro que nunca supe y nunca pude dar aviso para evitar este impuesto", ha asegurado.

El portavoz del Gobierno chipriota, Jristos Stylianidis, ha avanzado que el Ejecutivo está concluyendo las consultas internas para tener listo el jueves el acuerdo con la troika con reuniones constantes y a todos los niveles, para ultimar los detalles del memorando.

"El próximo jueves habrá un encuentro con el grupo de trabajo del Eurogrupo y para entonces todo tiene que estar completado", explica. En la recta final de las negociaciones todavía quedan flecos por resolver en el sector bancario, en el energético, en las finanzas públicas, en cuestiones relacionadas con medidas de ajuste económico y en el sector público.

Objetivo: superávit en 2016

Algunos medios chipriotas han filtrado el borrador del memorando de condiciones. Entre los objetivos generales figura alcanzar un superávit del 1,2% en 2016, algo que, según reconoce Stylianidis, el Gobierno chipriota ve irrealizable.

De acuerdo al portavoz, la troika ha cedido en este punto y ha aceptado la posibilidad de un superávit presupuestario tan sólo en 2017, si bien el Gobierno quiere aplazar este objetivo a 2018. "Eso es algo que evitaría medidas demasiado estrictas", señala Stylianidis.

Entre los puntos que figuran en el borrador y que fueron una de las condiciones impuestas a priori por la troika, está el aumento del impuesto de sociedades del 10% al 12,5%, o el incremento del impuesto sobre el valor añadido, del 17% al 18% este mismo año, y al 19% el próximo.

Además, figura el compromiso de privatizar una serie de empresas públicas o semipúblicas, entre las que figuran la compañía eléctrica, la telefónica o la gestión de puertos. Parte de las medidas incluidas en el memorando fueron aprobadas ya por el Parlamento en diciembre pasado.

Poco margen de maniobra

El expresidente de Chipre Georges Vassilou ha arremetido contra las condiciones del rescate que dejaban poco margen de maniobra. "En el seno de la Unión Europea, las grandes potencias tienen todos los mandos del poder. Y el desequilibrio se acentúa evidentemente si el país pequeño necesita dinero... Por decirlo de otra manera, ellos tenían el revólver y las municiones, y nosotros no teníamos nada", señala en una entrevista en Le Monde.

Vassilou, que presidió Chipre entre 1988 y 1993, no ve cómo buenas ninguna de las dos opciones planteadas por la troika a cambio de conceder un rescate de 10.000 millones de euros, y cree que las negociaciones que llevaron a las mismas se hicieron de manera "deshonesta".

"Chipre decidió pedir ayuda en julio de 2012. Explicamos a nuestros socios que necesitábamos 16.000 millones de euros. Todo el mundo estuvo de acuerdo y esa cifra jamás se cuestionó". La sorpresa llegó cuando en el Eurogrupo se fijaron como tope 10.000 millones, acompañados de la "amenaza" de dejar caer la banca chipriota, "por lo que se tuvieron que encontrar 6.000 millones en una noche", y aceptar la a su juicio "peligrosa" medida de gravar los depósitos.

El segundo plan, aprobado el 25 de marzo, fue a su juicio "peor y conllevará "pérdidas más importantes para la población", al incluir la liquidación del banco Laiki, el segundo chipriota, y el traspaso de sus depósitos al Banco de Chipre.