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Zapatero: "La vía emprendida por Mas es un camino a ninguna parte"

  • Dice que el marco constitucional es "nítido" al respecto
  • A día de hoy, se inclinaría por "no pedir" el rescate al BCE
  • Sobre su mandato: "Algunas cosas las habría intentado hacer de otra manera"
  • Afirma que su gran inquietud fue "preservar la máxima cohesión social"
  • Evita pronunciarse sobre las primarias o sobre el camino del PSOE

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Zapatero: "La vía emprendida por Artur Mas es un camino a ninguna parte"
El exministro de Asuntos Exteriores Miguel Angel Moratinos conversa con José Luis Rodríguez Zapatero, durante el acto en el que recibió la Gran Cruz de la Orden del Mérito de Alemania, máxima distinción de este país, en un evento que tuvo lugar en la embajada germana en Madrid, el pasado 14 de diciembre.

Prudencia. José Luis Rodríguez Zapatero está saliendo estos días del backstage de la política para hacer algunas declaraciones públicas, pero sorteando la polémica. El viernes fue en La Sexta y este domingo en una entrevista a La Razón. El expresidente del Gobierno elude criticar al actual Ejecutivo de Mariano Rajoy y evita comentar, para bien o para mal, el camino tomado por el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sólo entra algo más en harina para hablar del desafío soberanista planteado por Artur Mas –"La vía emprendida por el presidente de la Generalitat, en los términos planteados, es un camino a ninguna parte"– y del rescate a Europa, que el exjefe del Ejecutivo se inclina por no pedir por el momento.

Zapatero defiende que el "marco constitucional" es "nítido" respecto a la propuesta de un referéndum de secesión, pues no lo permitiría, de modo que por mucho que lo demande Mas, argumenta, solo conduciría a "una gran incertidumbre, perjudicial para Cataluña y para el conjunto de España". Alineándose con lo dicho por Rajoy, el expresidente considera que es "una contradicción histórica esencial proclamar una voluntad de integración con Europa al mismo tiempo que una voluntad de separación con España".

El Gobierno socialista impulsó la aprobación del Estatut en 2006. Zapatero dice no arrepentirse, porque fue "un intento para lograr un acuerdo al que, antes o después, habrá que volver a llegar". Defiende además que "siempre" es "positivo" el "entendimiento entre los dos grandes partidos" para emprender reformas de calado sobre el marco autonómico, aunque en ese consenso también es "conveniente", precisa, que se incorporen terceras formaciones. También sostiene que son positivos los acuerdos políticos frente a la crisis económica.

Austeridad, "imprescindible pero no suficiente"

La entrevista, de dos páginas y realizada por el director del rotativo, Francisco Marhuenda, se dedica en buena medida al análisis de la coyuntura económica e internacional. Zapatero rehúsa reprobar el enorme peso de Angela Merkel en la Unión Europea –sólo afirma que es bueno que las instituciones comunitarias gocen de más "legitimidad democrática" y sean elegidas por los "ciudadanos europeos"– o embestir contra la receta predicada desde Bruselas.

Asegura que vivió "con angustia" los últimos tiempos de su mandato

El expresidente subraya, en ese sentido, que la austeridad "es imprescindible, pero no suficiente" para reanimar una UE en horas muy bajas, porque se precisan políticas de crecimiento, como abandera el francés François Hollande. Sobre el mecanismo arbitrado por el Banco Central Europeo para ayudar a los países en dificultades, cree que es "muy exigente", pero en todo caso, "mejor que nada". Y tal y como están las cosas, con la "cautela" que impone que es el Gobierno de Rajoy el que dispone de toda la información y el que debe tomar la decisión, apunta que él se "inclinaría" por no solicitar el rescate.

Marhuenda recorre con el expresidente los momentos más duros de su mandato. Como los duros ajustes que aprobó en mayo de 2010, cuando el abismo se sentía a flor de piel. Zapatero dice que no fue una "obligación" de Bruselas, sino que los recortes eran "una necesidad para que la zona euro adoptase un programa de ayudas a los países que lo necesitaban".

Su última etapa en el poder la recuerda "con angustia" por el aumento del paro, su "principal obsesión", y por la "batalla ante inversores, mercados y la UE" para defender los potenciales de España. Asegura que siempre sintió un "apoyo claro" del PSOE en sus decisiones.

La banca era muy distinta en 2008 y 2011

¿Se arrepiente de alguna medida? "Sin duda, algunas cosas las habría intentado hacer de otra manera y algunas opiniones, hoy a la vista de los hechos, las habría expresado de otra forma", señala como autocrítica. Además, se ha planteado "siempre" "si podía haber hecho más por aquellos que más lo necesitan". No señala como éxito de su Gobierno la victoria frente a ETA –la banda "ha dejado de matar gracias al esfuerzo de todos los demócratas"–, aunque sí destaca su diálogo con el líder del PP sobre la política antiterrorista.

Rajoy suele hacer hincapié en que la reforma del sistema financiero era una tarea pendiente que el anterior Ejecutivo no acometió a tiempo. Zapatero opone que la situación de la banca en 2008 era muy distinta a la de 2011, justamente por "la persistencia y agravamiento de los efectos de la propia crisis".

"Lo importante es que se mantenga el compromiso con el Estado social"

Suele Rajoy referirse también a la "herencia recibida" y a que los socialistas dejaron un déficit inmanejable y un Estado del bienestar difícil de sostener. "No quiero entrar en polémica con el Gobierno. Le puedo decir –puntualiza al periodista– que mi preocupación fundamental fue siempre la de intentar preservar la máxima cohesión social en el país. Y que por ello, en plena crisis, amplié las prestaciones por desempleo y mantuve las políticas sociales y de educación, sanidad y dependencia y el poder adquisitivo de las pensiones mínimas". Es todo el terreno de crítica al Ejecutivo del PP que Zapatero se presta a pisar.

El diario le pregunta directamente si entiende los recortes de Rajoy. Y si hay alternativas. El expresidente afirma que las alternativas "siempre son difíciles" en una crisis tan dura como esta, pero lo importante es que se mantenga "el compromiso con el Estado social y que los ajustes o retrocesos de hoy sean reversibles cuanto antes".

Es bueno fiarse "de los presidentes"

De nuevo, un sutil reproche al camino adoptado por el PP. Pero no entra en el cuerpo a cuerpo. Es más, aconseja fiarse de "los presidentes del Gobierno", sean del color que sea, porque "tienen la legitimidad democrática" y es bueno que su posición "no se debilite".

¿Las cosas irán mejor el año próximo, como dice el presidente? Zapatero cree que dependerá mucho de los "factores externos", pero "es probable" que a finales de 2013 asome "una perspectiva algo más favorable".

A Rubalcaba dice que le da "opiniones", no consejos

El expresidente no echa de menos el poder, dice no haberse sentido traicionado y elude orientar a su partido en su difícil travesía interna. Que las primarias se celebren "cuando lo decidan los órganos del partido", que el proyecto socialdemócrata se mantenga y se imponga una "unión política europea mucho más fuerte". Pero él no quiere hablar de ejes del discurso de su partido.

De nuevo, cortesía con su sucesor: es una tarea que "le corresponde" a la dirección actual del PSOE. A Rubalcaba, con quien le une "una larga trayectoria", dice no darle "consejos", sino "opiniones", y sólo cuando él se las pide.

Tras su salida de la Moncloa, ha recuperado "tiempo" para su familia

Zapatero asegura que, de su paso por la Moncloa, aprendió a "intentar escuchar y a tener un sentimiento profundo de compromiso y afecto con España". Pero aquella etapa pasó. Conserva sus amigos de siempre, ha podido recuperar "tiempo" para su mujer, Sonsoles, y sus dos hijas, y prefiere el debate de ideas.

Rehúye el primer plano, porque es su forma de "entender" el papel de un expresidente y de un exlíder de su partido. "El protagonismo –concluye– corresponde ahora a quienes tienen las responsabilidades políticas, y por mi parte trato, en aquello que pueda, de ayudar a mi país allí donde esté y defender el futuro de España".