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Asesinados cinco trabajadores de la campaña contra la polio en Pakistán

  • Se trata de cuatro mujeres que colaboraban en las vacunaciones
  • Otro trabajador murió el lunes 
  • Los talibanes consideran la campaña un complot occidental
  • La poliomielitis es endémica en Pakistán

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Rukhsana Bibi llora junto al cuerpo de su hija Madiha, trabajadora de la campaña anti-polio, asesinada en Karachi, Pakistán
Rukhsana Bibi llora junto al cuerpo de su hija Madiha, trabajadora de la campaña anti-polio, asesinada en Karachi, Pakistán.

Cuatro trabajadoras locales de la campaña de vacunación contra la polio en Pakistán han muerto este martes tiroteadas en varios ataques en las ciudades de Karachi (sur) y Pesháwar (noroeste).

Según información de la ONU, recogida por la agencia Reuters, otro empleado de la campaña fue muerto a tiros el lunes, con lo que la cifra total de fallecidos en esta cadena de ataques se eleva a cinco.

En Karachi han fallecido tres mujeres y un hombre ha resultado herido. El equipo había recibido llamadas amenazantes, según ha explicado Gul Naz, funcionario de Sanidad que supervisa el proyecto.

En Peshawar, una mujer de 17 años que participaba en la vacunación ha muerto en el hospital tras ser tiroteada desde una motocicleta.

No está claro quién está detrás de los asesinatos, aunque los insurgentes talibanes consideran la campaña de vacunación como un complot occidental.

Una de los principales causas de esa oposición fue el rumor infundado de que un médico paquistaní arrestado por colaborar con la CIA en la localización de Osama bin Laden en 2011 trabajaba en una campaña contra la polio, aunque realidad era contra la hepatitis.

Enfermedad endémica en Pakistán

Todas las víctimas trabajaban en el programa para prevenir esta enfermedad, en el que participan entre otros UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La dolencia, que ataca el sistema nervioso y puede causar una parálisis permanente, ha sido erradicada en la mayoría de países del mundo, pero sigue siendo endémica en Afganistán, Nigeria y Pakistán. En este último país, al menos 35 niños han resultado infectados en lo que va de año.

Tras los asesinatos, el gobierno de Karachi, la mayor ciudad del país, con 18 millones de personas, ha ordenado suspender las vacunaciones, en las que trabajan 24.000 personas.