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Los preparativos de Corea del Norte para lanzar otro cohete provocan la alarma de sus vecinos

  • Corea del Sur inicia contactos con EE.UU., China, Rusia y Japón
  • EE.UU. y sus aliados despliegan contramedidas militares
  • Rusia y China piden a Pyongyang que reconsidere su decisión 

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Corea del Norte mantiene en vilo a la comunidad internacional por el lanzamiento de un cohete

Corea del Norte ha instalado en la plataforma de Dongchang-ri la primera fase del cohete de largo alcance que prevé lanzar este mes, según ha confirmado este lunes Corea del Sur, que ha intensificado la vigilancia y los contactos diplomáticos para responder al plan norcoreano.

Imágenes vía satélite han revelado que el primer tramo del artefacto ha sido movido desde el pabellón de ensamblaje a la plataforma de la base, situada en el noroeste del país, a unos 50 kilómetros de la frontera con China, informó la agencia surcoreana Yonhap.

Una fuente del Gobierno surcoreano ha afirmado que ello confirma que el régimen comunista "ha iniciado los preparativos" para el lanzamiento, lo que implica instalar las tres fases del cohete en la plataforma e introducir el combustible en una operación que, según expertos, podría llevar cerca de una semana.

Corea del Norte anunció el sábado su intención de lanzar el cohete Unha-3 entre el 10 y el 22 de diciembre con el supuesto objetivo de poner un satélite en órbita, después de que un lanzamiento similar el pasado abril terminara en fracaso al caer el cohete en pedazos al Mar Amarillo.

Sin embargo, Corea del Sur, EEUU y sus aliados consideran que en realidad este tipo de operaciones encubren pruebas de misiles de largo alcance, lo que violaría resoluciones de la ONU que prohíben al país comunista desarrollar esta tecnología.

En concreto, los expertos creen que el Unha-3 emplea una versión mejorada del sistema de propulsión del misil de largo alcance norcoreano Taepodong-2, capaz de portar una cabeza nuclear.

Rusia y China piden a Pyongyang que reconsidere 

La situación en la península ha llevado a Corea del Sur a iniciar una ronda de contactos con EEUU, China, Rusia y Japón, mientras que el martes enviará a su delegado nuclear, Lim Sung-nam, a Washington para analizar modos de disuadir del plan a Pyongyang y concretar una eventual respuesta.

Este mismo lunes, Rusia ha hecho un llamamiento "urgente" a Pyongyang para que reconsidere su decisión de lanzar el cohete. "No ponemos en duda el derecho de la República Popular Democrática de Corea a las exploraciones pacíficas del espacio, pero éste puede ejercerse solo en el contexto de la revocación de esa decisión", se afirma en un nota difundida por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

China no ha sido tan directa en sus críticas, sino que ha urgido a "todas las partes" a abstenerse de acciones que puedan "empeorar el problema". 

"China cree que mantener la paz y la estabilidad en la península de Corea y el noreste de Asia está de acuerdo con los intereses de todas las partes y es la responsabilidad de todas ellas", ha declarado el portavoz del ministerio de Exteriores, Hong Lei. 

Por su parte, EEUU y Corea del Sur han desplegado satélites y aviones espía para incrementar la vigilancia sobre la base de Dongchang-ri. Además, la Marina surcoreana planea enviar al Mar Amarillo dos buques equipados con sistemas radares SPY-1, que pueden detectar objetivos a distancias de hasta 1.000 kilómetros, según Yonhap.

La trayectoria prevista del cohete será similar a la del que se lanzó sin éxito en abril, por lo que se espera que la primera fase del nuevo Unha-3 caiga en el Mar Amarillo al oeste de la península de Byeonsan, en la provincia surcoreana de Jeolla del Norte, y que el resto del cohete lo haga en aguas al este de Filipinas.

EEUU ha desplegado además aviones de vigilancia Cobra Ball, utilizados para detectar las trayectorias de misiles de largo alcance, en una de sus bases en el archipiélago nipón de Okinawa.

Japón también desplegará en Okinawa sistemas de misiles de interceptación Patriot Advanced Capability-3, como ya hizo con el lanzamiento norcoreano de abril, para destruir el proyectil de Pyongyang en caso de que este amenace con caer en suelo nipón.

Corea del Sur y Japón celebran elecciones

El ensayo balístico tendrá lugar en un mes en el que tanto Corea del Sur como Japón van a las urnas para elegir a sus nuevos líderes, los días 19 y 16 de diciembre, respectivamente, lo que ha hecho que la cuestión norcoreana irrumpa con más fuerza en la campaña electoral de ambos países.

Además, tendrá lugar el mismo mes en que se cumple el primer aniversario de la muerte del líder norcoreano Kim Jong-il, fallecido el 17 de diciembre de 2011 tras 17 años gobernando el país con mano de hierro.

Corea del Sur cree que Corea del Norte comenzó el pasado sábado día 1 un periodo de condolencias que podría prolongarse durante todo el mes, y los analistas no descartan que el lanzamiento se programara intencionadamente en estas fechas para rendir homenaje al fallecido líder.

Su hijo menor, Kim Jong-un, se ha consolidado este último año en el poder aplicando, como su padre, la política conocida como "Songun", consistente en dar prioridad al sector militar.

De llevarse a cabo, el de diciembre será el quinto ensayo norcoreano con proyectiles de largo alcance tras las pruebas realizadas en 1998, 2006, 2009 y abril de este año.