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España y EE.UU. son las economías que más sufren, según el Banco de Pagos Internacionales

  • También alerta de la deuda empresarial en España, Irlanda y Reino Unido
  • La institución financiera mundial celebra su asamblea anual en Suiza

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El Banco de Pagos Internacionales (BPI) ha alertado de que entre las economías avanzadas que más sufren el profundo desplome de la actividad crediticia e inmobiliaria se cuentan principalmente España y Estados Unidos.

"El desequilibrio de la economía mundial persiste e incluso parece agravarse por la interacción de las debilidades aún presentes", cinco años después del estallido de la crisis financiera, según el BPI, organismo de apoyo a los bancos centrales mundiales aunque no rinde cuentas a ningún gobierno y que ha celebrado este domingo su asamblea general anual en su sede en la ciudad suiza de Basilea.

En su informe periódico, en el que analiza el sistema financiero internacional entre junio de 2011 y comienzos de junio de 2012, el BPI presenta un panorama desolador y prevé que el crecimiento siga siendo anémico en muchas economías avanzadas.

Atención a los países exportadores

El BPI recuerda que "el derrumbe de la construcción y otros sectores relacionados con la actividad inmobiliaria fue particularmente grave en España y Estados Unidos" y tendrá importantes efectos duraderos en el desempleo. Además, "algunas economías, cuyo crecimiento se ha basado principalmente en la exportación, también podrían afrontar dificultades pronto", según el BPI.

"Rusia y la India, por ejemplo, podrían sufrir importantes dificultades durante el periodo 2011-15 ante el crecimiento mucho más lento de algunos de sus socios comerciales (Ucrania y Turquía en el caso de Rusia y los mercados de Oriente Medio en el de la India)", dice el informe.

Añade que los obstáculos también podrían ser considerables para la mayoría de los países europeos, que comercian intensamente entre sí y cuyas previsiones de crecimiento han sufrido una fuerte revisión a la baja.

Un primer grupo incluye pequeñas economías abiertas con una participación de las exportaciones en el producto interior bruto (PIB) superior al 60% y que previsiblemente acusarán una fuerte caída en el crecimiento de sus socios comerciales. Es el caso de Bélgica, Hungría, Holanda, la República Checa y Tailandia.

Por ejemplo, alrededor de una quinta parte de las exportaciones tailandesas se dirigen hacia países cuyo crecimiento en 2011-15 podría disminuir al menos dos puntos porcentuales respecto al periodo 2003-07. Canadá, Estados Unidos y México podrían no verse afectados por los múltiples efectos adversos del débil crecimiento en el resto de regiones, ya que estas economías guardan estrechos vínculos comerciales entre sí y los analistas prevén que su crecimiento sea relativamente robusto.

Lento desendeudamiento

China y los principales países de Europa Occidental (Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido) se sitúan de algún modo entre ambos grupos. Es probable que se enfrenten a una caída significativa (en torno a un punto porcentual) en el crecimiento de sus socios comerciales, pero sus exportaciones no representan más del 40% de su PIB, lo que limita las repercusiones derivadas del menor crecimiento de la demanda externa. "De estos países, Alemania puede ser el más vulnerable".

Los niveles insostenibles de deuda fueron en última instancia el origen de la crisis financiera y no hay claros indicios de que la situación haya mejorado mucho desde entonces. Los parámetros que miden la sostenibilidad de la deuda no han mejorado significativamente en las economías más afectadas por la crisis financiera, mientras en muchas otras han empeorado.

Los datos agregados sugieren un cierto progreso en el desendeudamiento de los hogares británicos, españoles y estadounidenses. El sector empresarial no financiero de España, Irlanda y el Reino Unido no ha avanzado tanto en su desapalancamiento.

En el caso de Estados Unidos, el endeudamiento financiero de este sector permaneció bastante estable durante el auge inmobiliario, por lo que no sería necesario el desendeudamiento generalizado tras el desplome de precios. Solo los hogares alemanes han continuado reduciendo sus niveles de deuda con respecto a sus ingresos.