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El nuevo déficit pactado entre España y la UE divide al resto de la eurozona

  • Algunos países cuestionan que Bruselas ha aplicado un "doble rasero"
  • El Ecofin sancionará este martes a Hungría por déficit excesivo
  • Para España el nuevo objetivo supone un recorte extra de 5.000 millones

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La zona euro fija el techo del déficit español en un 5,3%

¿Bruselas ha apretado las tuercas a España o más bien ha relajado el ajuste fiscal? Depende. Mientras los medios de comunicación españoles subrayan que la Unión Europea "condena" al Gobierno español a recortar 5.000 millones más, la mayoría de los diarios del resto de Europa cuestionan la flexibilización del objetivo de déficit y la "indulgencia" del Eurogrupo con Madrid.

Este doble enfoque no solo se percibe en los periódicos, sino también en los pasillos de Bruselas. La primera en arremeter contra la "permisividad" los socios de la eurozona ha sido la ministra de Finanzas austríaca a propósito de las sanciones que el Ecofin ha aprobado contra Hungría por déficit excesivo.

"Con España, no hemos activado de inmediato las sanciones", ha resaltado Maria Fekter. "Teniendo en cuenta la presión sobre Hungría,  tengo la sensación de que estamos aplicando una doble vara de medir", ha añadido.

La UE ha congelado 495 millones de euros de ayudas de los fondos de cohesión al Gobierno del polémico Viktor Orbán por no haber  tomado suficientes medidas de ajuste, apenas unas horas después de flexibilizar el objetivo de déficit español al 5,3% en 2012.

El Eurogrupo exige a España que reduzca el déficit al 5,3% este año

Se está aplicando una doble vara de medir

La nueva meta supone un retroceso con respecto al 5,8% que había anunciado de manera unilateral el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero también implica un nuevo margen de nueve décimas con respecto al 4,4% que  España había pactado con Bruselas. Lo que es indiscutible es la reducción del déficit al 3% en 2013 tal y como establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

"El pacto presupuestario está ahí para respetarse", de lo contrario perderá credibilidad, ha criticado el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, rompiendo la postura neutral que hasta ahora ha mantenido el Gobierno alemán con las cuentas públicas españolas.

El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos  Económicos, Olli Rehn, también ha querido dejar claro que, a pesar del relajo fiscal,  Bruselas no dudará en  proponer en mayo sanciones contra España si los presupuestos de 2012 no  incluyen ajustes suficientes para garantizar el cumplimiento del nuevo  objetivo de déficit del 5,3% este año y el 3% en 2013. 

Doble rasero...

El presidente del Eurogrupo, Jean Claude-Juncker, y el propio Olli Rehn justificaron anoche la nueva exigencia fiscal apoyándose en la tesis defendida por Madrid. Con el nuevo escenario de recesión económica y el desvío presupuestario de 2,5 puntos en 2011, la meta del 4,4% no era realista pero, para algunos, Bruselas ha abierto la mano demasiado. 

No hay trato de favor a España

La Comisión Europea ha salido esta mañana al paso de las críticas de la ministra austríaca asegurando que hay "diferencias importantes" entre Madrid y Budapest. "La principal es que a Hungría se le impuso un objetivo de déficit para 2011 y el de España es para 2013", ha señalado el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso. "No estamos aplicando dobles raseros", ha añadido.

"No somos indulgentes o especialmente duros con un Estado miembro o con otro", ha asegurado también el portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, que ha insistido en que no hay trato de favor a España. "Tendrá que hacer un esfuerzo muy exigente", ha indicado.

La mayoría de líderes europeos también han cerrado filas con las medidas del Gobierno español para reducir el déficit. Aún así, detrás de la flexibilización presupuestaria está el terror de que después de capear la tormenta griega, al menos por   ahora, el caso español siente un peligroso precedente y dañe la credibilidad del conjunto de países ante los mercados. La UE teme que esta decisión abra la puerta a que otros estados miembros con elevados déficits y malas perspectivas económicas pidan la misma indulgencia mostrada con España, tras dos años de austeridad draconiana para corregir los excesos presupuestarios.

La Comisión Europea ha negado que se haya dado un trato de favor a España con el nuevo objetivo de déficit para 2012 y ha insistido en que el país hará un esfuerzo muy exigente para este ejercicio. Algunos países, entre ellos Austria, han criticado que se relaja el compromiso fiscal a España cuando el Ecofin tiene previsto aprobar sanciones contra Hungría por déficit excesivo.

... o meta realista

Decisiones  recientes como los recortes adicionales de 2.000 millones de  euros  aprobados por Bélgica para cumplir la meta de déficit, así como  planes  similares de Portugal y Holanda añaden más polémica al asunto. De hecho, la Oficina Central de Planificación Económica de Holanda ya advirtió hace unos días de que su déficit se mantendrá al menos hasta 2015 por  encima del 3 % que pide la CE y podría ser el próximo país en demandar una relajación fiscal.

En España, lejos de entenderse el objetivo del 5,3% como una cesión se cuestiona que el Gobierno español pueda recortar 5.000 millones adicionales en un contexto de contracción del 1% de nuestra economía y con la mayor tasa de paro de la UE. Al ajuste de 15.000 millones euros ya aplicadoel gabinete de Rajoy deberá acometer un nuevo tijeretazo de 20.000 millones que, sufrirán, sobre todo las comunidades autonómas.

El PSOE pide a Rajoy que se deje la piel en Bruselas

El PSOE ha censurado "la imposición" del nuevo objetivo de déficit, y ha exigido al Ejecutivo que "se deje la piel" negociando con sus socios europeos. "Ayer Bruselas estranguló un poquito más la economía española", ha declarado la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, este martes.

No es fácil bregar con las diferentes sensibilidades en el seno de la UE y Juncker tuvo que hacer auténticos malabares en la rueda de prensa posterior al Eurogrupo para no derrumbar el discurso de la consolidación fiscal consagrado por la eurozona. "Entonces, ¿la cifra del 4,4% del objetivo de España está muerta?", le preguntaba una periodista al filo de la medianoche en Bruselas. "Es la cifra del 5,8% la que está muerta", respondía el líder de los ministros de la moneda común, evitando dar su brazo a torcer.